El 85% de docentes universitarios tiene un sueldo por debajo de la línea de la pobreza

En el plenario realizado por el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) este jueves en la Biblioteca central del campus, se presentó un detallado informe que ilustró la pérdida del poder adquisitivo que atraviesan los docentes y nodocentes universitarios. A través del mismo se explica la declaración de emergencia salarial que se realizó en la jornada de ayer.

Tal como confirmó la vicerrectora Alicia Spinello, la Unicen declaró este jueves la emergencia salarial como medida de visualización de una situación angustiante para todos los trabajadores de la universidad pública. El camino para llegar a esta situación transitó por ocho meses de pérdidas constante del salario contra el proceso inflacionario que atraviesa la economía argentina.

Para explicar esa pérdida del poder adquisitivo de todos los trabajadores de la universidad pública, se exhibió en el plenario un informe realizado a través de la recolección de datos brindados por el Indec, el Ministerio de Capital Humano y la Subsecretaría de políticas universitarias, entre otros.  

En el mismo se explicó a grandes rasgos que la recomposición salarial acumulada está un 77,57 por ciento por debajo de la inflación acumulada en el periodo comprendido entre noviembre del 2023 y julio del 2024. Afirmando el deterioro salarial que han tenido los docentes y nodocentes de la universidad. En el desglose mes a mes, la recomposición salarial solo venció a la inflación en tres de los últimos ocho meses: marzo (1%), mayo (4,8%) y julio (4%).

En ese periodo de casi ocho meses, vale destacar que las universidades plantaron lucha ante una situación que fue empeorando con el correr del tiempo. El paro nacional del 23 de abril fue una expresión masiva de esta situación donde millones de personas marcharon a lo largo y a lo ancho del país defendiendo la universidad pública. 

Además se realizó un paro nacional en mayo, el cual generó el compromiso del gobierno de actualizar en un 270 por ciento los gastos de funcionamiento. Algo que, según explicó Spinello en estas páginas, sirvió para afrontar los gastos de las tarifas pero no para actualizar la situación salarial de los docentes y no docentes que hacen a la universidad pública. 

A su vez, mientras se espera la aprobación en el Senado de la Ley de Financiamiento para las universidades, en estas últimas semanas se realizaron dos paros nacionales: el 12 y una jornada de 48 horas entre el 20 y 21 de agosto. 

En el informe presentado en el plenario, también se detalló que los trabajadores pertenecientes a las universidades públicas perdieron más salario con respecto a otros sectores, ya sean trabajadores no registrados, estatales o del sector privado.

Al mes de julio, el salario de un docente universitario con dedicación simple sin antigüedad va desde 146 mil hasta 261 mil pesos, mientras que los que tienen diez años de antigüedad se registra entre 182 mil y 326 mil. Los de dedicación semiexclusiva rondan entre 292 mil y 522 mil pesos y con antigüedad entre 365 mil y 650 mil pesos. Mientras que los sueldos de dedicación exclusiva van entre 585 mil y poco más de 1 millón de pesos sin antigüedad y 731 mil y 1.3 millones de pesos con antigüedad de diez años.

En este sentido, hay que destacar que el 70 por ciento de los docentes de la Unicen tienen dedicación simple y apenas el 10 por ciento dedicación exclusiva. 

A su vez, los trabajadores nodocentes dividen sus salarios en siete categorías, siendo la 7 la más baja (596 mil sin antigüedad y 669 mil con diez años de antigüedad) y 1 la más alta (1.1 millones sin antigüedad y 1.5 millones de pesos con diez años de antigüedad). En este sentido un 27 por ciento integra la categoría 7 y solamente el 2 por ciento es parte de la categoría 1.

Como consecuencia de estos números se llega al dato de que el 92 por ciento de los docentes sin antigüedad cobra por debajo de la línea de la pobreza, así como el 87 por ciento de los docentes que tienen diez años de antigüedad en la casa de altos estudios tampoco la supera. En la rama nodocente el 79 por ciento sin antigüedad y el 63 por ciento con antigüedad también están debajo de la línea de la pobreza. 

Por último, otro dato alarmante que brindó el informe presentado en el plenario es el que demuestra que el docente universitario de Argentina es el que menos salario en dólares cobra en la región. Un docente de argentina cobra 1.124,55 dólares, casi 600 dólares menos que en Colombia, el más inmediato en la escala, y más de tres mil dólares menos que en Brasil, el salario más alto de América Latina.