Obras sanitarias
Don Bosco y Los Charitos, dos caras de la falta de agua en la ciudad que buscan soluciones
Los cabañeros de la zona de Don Bosco se reunieron con el Ejecutivo para plantear alternativas. Una posibilidad es explorar cuencas acuíferas aledañas para sacar agua de calidad y proyectar obras acordes, que necesitarán de un financiamiento oneroso. Los Charitos tampoco está conectado a la red y con las altas temperaturas aumenta el consumo y baja la presión. La comuna gestiona fondos en Nación para que bajen a través del Renabap.
La problemática del acceso a la red de agua potable es un reclamo que se reedita todos los años en diferentes zonas de la ciudad. Tal es así que puntos opuestos como Los Charitos (Villa Laza) y Don Bosco presentan el mismo inconveniente y bregan por soluciones acordes. Las dificultades en el acceso al agua potable, ya sea por la falta de constancia del camión “aguatero” que los provee, por los costos o porque en el lugar donde viven no es posible hacer un pozo de agua, se replican en la periferia y encienden las alarmas cada verano.
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En relación al reclamo del sector cabañero de la ciudad que se reflejó en estas páginas oportunamente, localizado sobre todo en Don Bosco, El Centinela y La Elena, la semana pasada hubo una reunión entre los vecinos y el Ejecutivo municipal para abordar el tema, pero no se arribó a una propuesta concreta aún.
No obstante, el acercamiento sirvió para abrir el juego en torno a las posibilidades reales de llevar agua a ese sector, focalizado en el turismo. En la actualidad, los complejos allí ubicados están obligados a abastecerse con camiones, con un costo que ronda los 50 mil pesos por semana.
Al respecto, el secretario de Planeamiento y Obras Públicas comunal, Luciano Lafosse, en contacto con este Diario explicó que se reunieron con los representantes de las cabañas pero que el Municipio “no puede extender la red para ese lugar”.
Asimismo, en el encuentro se habló sobre la factibilidad de explorar algunas cuencas acuíferas y en consecuencia, ponderar otro tipo de obras para saber de dónde se puede sacar agua de calidad. De este modo, para identificar un sitio a explotar y evaluar el caudal disponible, se deben hacer exploraciones con pozos. Una vez que se localice el reservorio se plantearía el proyecto de obra, que al menos deberá constar de un pozo con bomba, una cañería con impulsión y luego la red domiciliara.
En el marco de esta eventual solución se aventura que podría captarse agua de una cuenca cercana a El Gallo, próximo al área, y de otras adyacentes a la Ruta 74, para llevar el servicio y que cada usuario se encargue de realizar la conexión.
Por su lado, el titular de la Asociación de Cabañas de Tandil, José Baena, indicó que “tiene que haber el financiamiento necesario, y la voluntad de los vecinos y emprendimientos privados para hacer luego la conexión a la red”.
En esa línea, sostuvo que los privados van a estar a disposición para hacer la obra, y que desde la entidad van a nuclear la solicitud a los vecinos para su adhesión. No obstante, es imperioso que se destinen fondos nacionales o provinciales para poder solventar una obra de infraestructura de esta envergadura.
“Hay voluntad de trabajo, saben dónde pueden encontrar el agua y dar solución a la problemática de la zona”, remarcó.
Los Charitos y la baja presión
La llegada del verano vuelve a poner en evidencia la problemática del agua que afecta a diversos barrios de la ciudad desde hace años. Con las altas temperaturas y el incremento del consumo, baja la presión y en los domicilios en los que no hay conexión de red ni tanque de reserva, el servicio se ve afectado. Asimismo, quienes poseen tanques también registraron interrupciones en el suministro, ante la imposibilidad de llenarlos por la nula presión.
Habitualmente lo que sucede en torno a las falencias del suministro es que la zona más baja, por una cuestión de presión, se lleva toda el agua y, en correlación, disminuye el caudal que irriga hacia los sectores más altos. En La Movediza, la población espera que la cisterna que se comenzó a construir en noviembre del año pasado mejore de una vez por todas el servicio y la distribución de este bien esencial.
De esta manera, en barrios como Los Charitos sufren reiterados cortes y falta de presión en sus viviendas, principalmente en esta parte del año. Pero también se reportaron inconvenientes en La Movediza, por ejemplo.
Los Charitos es uno de los diez barrios de Tandil censados por el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), y los residentes sufren desde siempre la falta de este servicio esencial. Los asentamientos inscriptos en el Renabap (La Movediza 2, Los Charitos, Villa Cordobita, entre otros), poseen una figura legal ideada para regularizar sus condiciones y garantizar los derechos de sus habitantes, sobre todo en cuanto a la dotación de infraestructura básica y acceso a la tierra.
Así, la Subsecretaría de Integración Socio Urbana, organismo que depende del Ministerio de Desarrollo Social nacional, puede financiar los proyectos. En este marco, la comuna armó las propuestas técnicas y gestionó los fondos para poder desarrollar las obras, en una primera etapa en La Movediza 2 por un total de 29 millones de pesos, y por la misma vía corre el proyecto para dotar de infraestructura a la barriada emplazada en Villa Laza.
Vivir sin agua
Julia Díaz, vecina del lugar y responsable del comedor Mafalda, exhibió su apremiante situación luego de tres días sin agua. En diálogo con este medio refirió que “todos los años es lo mismo, y ni siquiera hay presión para que suba el agua al tanque”. El sistema funciona con una manguera conectada a la calle que capta el líquido y abastece a los domicilios. Hay una en cada cuadra, enganchadas a otras redes.
Encima, hay domicilios que no tienen tanque de reserva y el escenario es aún más complejo. En paralelo, Julia indicó que elevó cartas al Municipio y que se comunicó con los responsables de la Dirección de Obras Sanitarias, pero que a pesar de sus esfuerzos no obtuvo respuestas.
“Nadie se hace cargo, sé que hay muchos barrios sin agua pero se torna insoportable, no se puede limpiar, no podemos higienizarnos ni lavar ropa, tenemos que traer bidones para tomar. Vamos y venimos de otras casas, estamos todos los vecinos iguales", describió.
Frente a la inexistencia de acciones concretas, los vecinos simplemente esperan a que baje el consumo y se regularice la presión. A la falta de agua se le suma, además, la carencia de otros servicios básicos como cloacas y asfalto. Asimismo, la mujer enfatizó que “el agua es fundamental y medio Tandil no la tiene, hay turistas que se quejan en las cabañas porque no tienen agua”.
Por último, sostuvo que están dispuestos a pagar las conexiones y a hacer lo necesario para que la red se pueda extender, pero destacó que hasta el momento no tienen ni siquiera esa opción y deberán esperar a que bajen los recursos.
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