Centro de Acopio Transitorio
Más de dos años después, el Municipio avanzó con la concreción del CAT de envases de agroquímicos
El Municipio cedió un predio cerca de la Base Aérea para que los privados construyan el centro de acopio a donde van a parar los bidones vacíos de agroquimicos, cuyo descarte está sujeto a normativas provinciales. En 2019 hubo una iniciativa similar que no prosperó. Ya funciona un espacio así en un galpón particular, en el camino al Relleno Sanitario, por un acuerdo rubricado entre dos empresas.
A través de un comodato, el Ejecutivo local cedió un predio de 2500 metros cuadrados en las inmediaciones del acceso a la Base Aérea, para construir el Centro de Acopio Transitorio de envases de agroquímicos, en una zona considerada estratégica porque funcionan distintas empresas de venta de agroquímicos.
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Asimismo, el sitio queda frente a los terrenos de “La Huerta”, que pertenecen al Ejército y que la comuna aspira a poder usar como emplazamiento del futuro Polo Logístico y Agroquímico. Por el momento, las tierras están judicializadas por los delitos de lesa humanidad cometidos allí durante la última dictadura militar y la Justicia federal no permite ningún tipo de intervención sobre ellas.
El convenio que permitirá la construcción de un galpón en el lugar y la operación del predio fue firmado ayer por el intendente Miguel Lunghi, el representante de la entidad Campo Limpio, Julio Pagola, y Sebastián Elissondo y Alejandro Vigezzi, por Agropack, que tendrá a cargo el manejo del centro.
Del acto participó también la secretaria de Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales, Marcela Petrantonio, y el director de Asuntos Agropecuarios municipal, Cristian Trevolazavala.
El proyecto
Según se estableció, la empresa llamará a licitación en un par de semanas para la construcción de un galpón en el lugar, que cumpla con todos los parámetros sanitarios y de cuidado del medioambiente dispuestos por las normas provinciales.
Una vez cumplimentado este paso, habrá un plazo de 4 meses para la construcción del galpón –que se realiza íntegramente con fondos de la empresa- , mientras que el lugar estará en pleno funcionamiento en los primeros meses del segundo semestre.
De acuerdo con las previsiones, el costo de la construcción demandará una inversión del orden de los 15 millones de pesos por parte de Campo Limpio y cumplirá con las mismas exigencias que afectan a las empresas que trabajan con bidones llenos. Agropack, en tanto, manejará el lugar, con la experiencia de tratarse de una empresa que conoce la problemática y la correcta manipulación de los productos.
El mecanismo de funcionamiento de estos centros contempla que cuando se encuentra con una capacidad del 70 por ciento se apela a dos empresas provinciales que se especializan en su reciclado final y la reutilización en distintos elementos, como varillas o postes que luego se utilizan en el campo. Si bien los recipientes de agroquímicos se tienen que fabricar con plástico nuevo, el material descartado puede aprovecharse para fabricar diversos productos que deben estar aprobados por la Anmat y las dependencias ministeriales competentes.
De este modo, se impulsa una economía circular en la recuperación de los envases y su reciclado con la posibilidad de hacer productos con valor agregado, como reductores de velocidad, postes, varillas, cañería de cloacas, cañería para llevar fibra óptica o incluso brindar mayor durabilidad a las rutas. Ese material reciclado no puede usarse para elaborar insumos que ingresen a los hogares o que estén cerca de cursos de agua.
Un avance en la materia
En contacto con El Eco de Tandil, el titular de Asuntos Agrarios, Cristian Trevolazavala, detalló que “es un proyecto superador y una obra desde cero, con los requisitos provinciales que se exigen en la nueva reglamentación de CASAFE, además de tener más espacio”.
Vale recordar que en 2021 comenzó a funcionar el primer Centro de Acopio Transitorio, pero no se trató del proyecto propuesto en 2019 por la firma Campo Limpio, para el que la administración comunal había puesto a disposición un terreno en el Área Industrial e inclusive llegó a firmar un acta acuerdo en octubre de 2019.
El CAT que está operativo surgió de un convenio entre la empresa Reciplast y la empresa de la familia Ramil, que ofreció un galpón en su predio, en el camino al Relleno Sanitario, pero esta propuesta recupera aquella primera iniciativa de Campo Limpio.
El funcionario explicó, asimismo, que varias empresas agropecuarias se han instalado en la zona por la demora con la eventual puesta en marcha del Polo, a raíz de la judicialización del predio de La Huerta, por lo que se convirtió en un sector estratégico.
“Pudimos hacernos de uno de esos lotes para ubicar el CAT. El formato de Campo Limpio es entre público y privados con el objetivo de generar compromisos con los actores locales. Las empresas ven el descarte de envases como un tema de responsabilidad civil y en conocimiento de las legislaciones vigentes para manipular los bidones, que no es para nada sencillo”, explicó.
Por otra parte, profundizó que la disposición final de los bidones vacíos responde a normativas provinciales y establece un circuito donde se busca la trazabilidad correcta, para que estos envases terminen en un lugar habilitado a tales efectos.