Crónica de sábado en la Feria Mercantil: más de 200 puestos en otro clásico de la Semana Santa tandilense
Con el cupo de puestos colmado -224 stands registrados-, la tradicional Feria Mercantil vive un fin de semana a pleno.

“Esto es lo que yo sé hacer, viajar y vender”, cuenta Sebastián. Hace 30 años que es feriante y 25 que elige Tandil para montar su puesto en la Feria Mercantil de Semana Santa. Vende medias y ropa térmica –“Son de industria argentina, hechas en Pigüé, buenísimas”, explica-, y es uno de los más de 220 puesteros instalados en el predio del Hipódromo. Es sábado a la mañana y ya mucha gente camina por el lugar, que como novedad de este año cuenta con un amplio patio gastronómico y un escenario para espectáculos.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl Eco de Tandil recorrió la feria para dialogar con los organizadores –Félix Paredes Quispe y su hija Milagros-, revisar ofertas –de indumentaria pero también de muchos otros productos-, y consultar a los feriantes, no solo por las ventas sino también por su vida de viaje y sus impresiones de la ciudad.

Hay slips –a 3 por 10 mil pesos-, medias largas – 3 por 4 mil pesos-, joggins -2 por 28 mil pesos-, y buzos a 15 mil pesos. Pero buscando un poco más pueden encontrarse sweaters a 15 mil pesos, almohadas por 14 mil pesos, bombachas de campo por 20 mil pesos y camperas de neopreno por 35 mil pesos. Además, perfumes, joyería, y hasta quesos y salamines.

“Vamos chicos, aprovechen que Papá Noel entró temprano, a 2 por 10 la remera térmica para niños”, grita un vendedor. En su puesto pueden encontrarse las remeras de oferta, pero también ropa interior, y hasta insumos de ferretería, juguetes, termos, vasos y muchos otros objetos. La moda del año parecen ser los capibara –hasta no hace tanto tiempo atrás conocidos como carpinchos-, que se ofrecen como peluches pero también en llaveros, vinchas y otros formatos.
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“Este año colmamos la capacidad. Con feriantes que vienen de diferentes provincias, y que son fabricantes, entonces tienen un mejor precio. Veo a la gente que salen con bolsas y bolsas”, destacó el organizador Paredes Quispe. Su hija Milagros, abogada y a cargo de la administración, destacó el trabajo que realizaron para despejar los pasillos -7 metros de lado a lado-, para facilitar el tránsito de los visitantes. A su vez, mostró la diversidad de ofertas del Patio Gastronómico –con “La mejor bondiola del condado” y otras opciones-, y el escenario en el que se presentaron espectáculos artísticos.

La Feria Mercantil continuará hasta el domingo 20, aunque algunos de los feriantes también compartieron que el lunes por la mañana se encontrarán desarmando, y muchos vecinos aprovechan la ocasión para sumar compras antes de que se levanten los puestos.

“Vivimos viajando”
Modu hace 15 años que vive en Argentina. Vuelve seguido a Senegal, pero sigue eligiendo este país. Más de 7 mil kilómetros separan un punto y otro del planeta. “La verdad que me gustan los dos, porque acá ya me acostumbré y allá tengo mi familia”, contó durante su pausa para almorzar. Su compañero desplegó una manta en el suelo y rezó –ambos son musulmanes y lo hacen cada 5 horas-, pero ni bien terminó se paró a atender a una familia que buscaba la camiseta de Gonzalo Montiel. Como en tantos otros stands, por los parlantes sonaban a todo volumen “los esenciales de la música de África y Arabia, ¿te gustan?”, preguntó el puestero.

Sergio es artesano y fabrica mates de calabaza con apliques de plata y alpaca. “La gente de Tandil es consumista, más de lo que tenemos nosotros que es el mate. Acá, con las ventas, venimos muy bien”, compartió. Es la quinta vez que viajó a Tandil para Semana Santa, pero su recorrido seguirá por San Luis, Mendoza, La Rioja y Santiago del Estero.

“Vivimos viajando”, sumó Sebastián, que antes de llegar con su ropa térmica lo había hecho como artesano platero. Continúa eligiendo Tandil, aunque su fuerte es la Patagonia. Mucha gente se acerca a su stand, pero según contó, el movimiento todavía no se vio reflejado en ventas. Como en otras ferias de la ciudad, los comerciantes destacaron la afluencia de público, pero compartieron que al igual que en otros eventos similares en todo el país, vendieron menos que años anteriores.

Pasado el mediodía, el patio gastronómico ya tiene todo listo para recibir al público que llega con sus bolsas cargadas. La Feria transforma el predio pero también a todo el barrio, donde los vecinos no tardaron en instalar puestos en los frentes de sus casas, o adaptar jardines y patios como estacionamiento –a 2 mil pesos la hora-, o baños.

La Feria Mercantil es un clásico de Semana Santa en Tandil. Durante la jornada del sábado el clima se mantuvo agradable y cada vez más público se acercaba al predio del Hipódromo. “Aproveche, aproveche”, exclamaba un feriante exhibiendo una docena de medias. “Pruebe sin compromiso”, decía otro con un paño de anteojos a 5 mil pesos cada uno. Los visitantes caminaban por los pasillos hasta que en algún momento prestaban atención a alguna de las ofertas, pasaban al puesto y algo se llevaban.