Financiamiento de Nación
Con los contratos firmados, 90 hogares accederán al agua potable en La Movediza II y La Unión
Se cumplimentaron los pasos administrativos para que se inicien los trabajos de conexión a la red de agua potable en ambos barrios populares. La Nación aporta los recursos para las obras en el marco de la Ley 27.453, que busca regularizar y brindar derechos a los asentamientos de esta índole. En Tandil hay en total diez barrios reconocidos por el Renabap, donde viven más de 1.700 familias.
La semana pasada, el intendente Miguel Lunghi firmó los contratos para comenzar las obras de extensión de la red de agua y conexiones domiciliarias en los barrios La Movediza II y La Unión, que permitirán acercar ese servicio a un importante número de vecinos.
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Tras dos licitaciones fallidas, finalmente se adjudicaron los trabajo a la empresa Guillermo Andrés Maggiori, el único oferente que se presentó. Al tratarse de una sola propuesta, el mes pasado el Concejo Deliberante aprobó la adjudicación y dio vía libre para la rúbrica de los respectivos contratos.
Las tareas todavía no comenzaron, pero esperan que en las próximas semanas se inicien las obras en ambos puntos de la ciudad. De acuerdo a lo acordado entre las autoridades comunales y los representantes de la compañía, se avanzará simultáneamente con los dos proyectos.
En La Unión el proyecto contempla el tendido de 710.45 metros lineales de red de agua y la ejecución de 44 conexiones domiciliarias con sus medidores. Mientras que en La Movediza II se prevé la extensión de 1095,61 metros lineales de red de agua y 46 conexiones domiciliarias con sus respectivos medidores, en las manzanas comprendidas por las calles Falkner, Alvarado, Azucena y E. Rodríguez. En primera instancia, los trabajos se enfocarán en las excavaciones previstas para el pozo de agua que proveerá a ese sector.
Agua escasa
En contacto con El Eco de Tandil, vecinos de La Movediza II expusieron que tienen contacto con uno de los dueños de la empresa que se hará cargo de las conexiones y que aguardan novedades sobre el inicio de las tareas en el lugar.
Asimismo, como actores cruciales del proceso para garantizar derechos, participaron de la apertura de sobres de la compulsa pública y de la sesión del Concejo que avaló la adjudicación.
Por el momento, la barriada continúa proveyéndose agua como lo han hecho en los últimos, pero con la expectativa de que pronto cambiará la cotidianeidad. “Nos manejamos con bidones y el camión aguatero pasa tres veces a la semana a llenar el tanque. Hay días con menos presión y a veces nada, pero es lo normal de todos los años. Hay horarios más complicados y otras franjas con buena presión que permite abastecerse, sobre todo a la noche. Pero las cuadras de Pacheco y Alvarado no tienen casi presión y se la van rebuscando”, detallaron.
Regularización de barrios populares
Vale reseñar que las millonarias obras forman parte de los programas de generación de infraestructura urbana para acompañar el desarrollo y crecimiento de nuevas zonas, y se financian a través de la Secretaría de Integración Sociourbana que funciona bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. De este modo, se busca reconocer a los asentamientos inscriptos en el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap) y garantizar servicios básicos a los ciudadanos que residen allí.
La Ley 27.453 es el marco normativo para canalizar las obras públicas y encuadrar una política de Estado definida como “integral”, cuyo objetivo es "mejorar sustancialmente la calidad de vida de los sectores más vulnerados en cuestiones básicas, como garantizar infraestructura para que ningún niño o niña en el país crezca sin acceso al agua potable.”
De acuerdo a datos oficiales de Nación, en 2016 había en Tandil 905 familias instaladas en tres barrios populares y para 2022 la cifra trepó a 1.788, localizadas en 10 asentamientos. Se trata de urbanizaciones con grandes déficits de infraestructura, pese al crecimiento exponencial del último tiempo, y originadas al calor de las ocupaciones como metodología no excluyente, pero sí preponderante para conseguir suelo urbano, en un contexto especialmente adverso.
De este modo, el asentamiento denominado La Movediza II, por ejemplo, se desarrolló como un barrio con lotes de tamaño tipo urbano, en dos manzanas completas delimitadas por Falkner, Alvarado, Azucena y E. Rodríguez, encuadrado en el Renabap.
De las 62 personas que residían en ocho viviendas en julio de 2019, en el pliego licitatorio se estimó que la obra beneficiará a 184 habitantes “residentes actualmente y futuros”, y como se mencionó, se conectarán redes en 46 domicilios. En La Unión hay en total 132 familias asentadas en un radio comprendido por las calles Juárez, Cerrillada, del Medio y Vigil, y la obra beneficiará beneficiará sólo a una parte del barrio.