Con las expectativas puestas en el edificio propio, el Ipat celebró su 37mo aniversario

El histórico Ipat  4 celebró ayer su trigésimo séptimo aniversario, tras una historia de lucha y transición por diversos espacios edilicios de la ciudad en la espera de una sede propia donde desarrollar todo su potencial educativo.  Tanto estudiantes como docentes y directivos realizaron a lo largo de estos años múltiples reclamos por la situación edilicia, en paralelo a la progresiva construcción del edificio que compartirán con el Conservatorio de Música, en las calles Ezeiza y Suipacha.

En este contexto, festejaron sus 37 años de existencia en su actual sede del barrio de la Estación, donde se presentó el cuerpo de ballet de la institución, y las distintas carreras llevaron a cabo intervenciones artísticas. A su vez, se realizó una muestra de arte con creaciones de los estudiantes, quienes coparon desde temprano las instalaciones del viejo ferrocarril para acompañar a la entidad donde se formarán como futuros profesores y artistas.

El Eco de Tandil dialogó en el lugar con su director, Pedro Tissier, quien brindó algunos detalles del evento, y enumeró algunos de los beneficios que se obtendrán con la reubicación una sede mucho más espaciosa, y acondicionada específicamente para el desarrollo de las actividades del instituto.

Volver a celebrar

Primeramente relató que desde el 2018, con una pandemia de por medio, que la institución no celebraba con un evento, mas allá de alguna publicación en redes. Con la renovación del centro de estudiantes y la llegada de nuevos delegados, decidieron reunirse para organizar un festejo y unir a la comunidad educativa que hace tantos años viene en pie de lucha.

“Hoy junto a los estudiantes vamos a hacer una pequeña muestra de arte y lo significativo es que tanto desde graduados como estudiantes, nació el ballet del profesorado que vamos a presentar hoy-por ayer-, el cual está coordinado por Romina Contreras, que es graduada del área de folclore, y se han sumado hasta docentes, siendo actualmente 25 integrantes”, contó.

Explicó que la creación de este cuerpo de baile los resignifica, los transforma, y los vuelve a poner de pie para mirar a un futuro que esperan con ansias. 

El directivo aseguró que están muy agradecidos por el espacio que habitan en la actualidad, pero diariamente los enfrenta a realidades que no son propias del instituto, y que deben afrontar igualmente.

“Realidades como personas en situación de calle que circulan por el lugar, espacios vulnerados porque se usan los fines de semana, por ejemplo este año tuvimos que volver a conectar todo el servicio de internet por que lo habían robado, todas situaciones que diariamente tanto el personal como docentes y estudiantes están transformando, pero a veces nos cuesta, y nos desgasta”, indicó.

De todas formas expresó que este año están muy fortalecidos, con una matrícula muy nutrida, que esperan que siga creciendo en la nueva ubicación.

Incentivar la inclusión

En ese sentido contó que fueron al edificio en construcción en la última visita del Ministro de Educación, y al recorrerlo las expectativas se alimentaron.  “Es una U el edificio, en uno de los laterales estará el Conservatorio y del otro es el Ipat, con un zoom y el auditórium compartido. Después cada uno tiene su dependencia con baños en ambas plantas, con accesibilidad total, ya que el ingreso tiene ascensor, y eso hace que aportemos  a una inclusión plena”.

Respecto de este último punto, sostuvo que hoy en día el profesorado tiene capacidades diferentes en todos los niveles, algo que requiere un proceso de adaptación. “En comercio por ejemplo no tenemos ascensor, por lo que tenemos que plantear todo en planta baja conviviendo a la vez con el secundario, circulando en distintas franjas horarias para que las comunidades no se crucen”, refirió.

Desde ya le agradeció a todas las instituciones de la ciudad, ya que la utilización de los espacios cedidos los fortaleció, “y también los directores nos brindaron herramientas que solos no hubiéramos podido solventar”.

También agradeció a los estudiantes que buscan la manera y la fortaleza para de darle pie a las distintas instancias de reclamo, “tanto por el edificio digno como las necesidades cotidianas que tienen. Ellos insisten en revisiones y reclamos que a veces no podemos solucionar acá, pero la resiliencia y la ganas hacen que todo se vaya motorizando”.

Por último, afirmó que en el último encuentro con las autoridades se anunció que para fines de enero de 2024 el edificio estaría terminado, por lo que el nuevo ciclo lectivo se iniciaría ya en las nuevas instalaciones. “Esperemos que sea así, los fondos se van juntando, la realidad es que nos apremia la situación económica por que día a día todo se encarece pero creo que este bien, que es algo pendiente de 30 años, nos va traer muchas alegrías”, finalizó.