Usina
Una seguidilla de robos de cables enciende nuevamente las alarmas
Entre jueves y viernes se registraron un total de siete hechos delictivos donde se sustrajeron más de 200 metros de cable ocasionando cortes de servicio y gastos en reparación. La Usina Popular y Municipal SEM llevaba varios días sin notificar robos, pero en las últimas jornadas la problemática volvió a estar sobre la mesa.
Luego de algunos días sin novedades respecto a la sustracción de cables, en estas últimas horas la empresa de capitales mixtos registró siete hechos delictivos en distintos barrios de la ciudad. Dos tuvieron lugar en la jornada del jueves y los otros cinco durante el viernes.
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Pasaron varios días hasta que la Usina Popular y Municipal SEM tuviera que dar cuenta de robos de cables. Tras investigaciones, allanamientos y posteriores detenciones, Tandil disfrutó de algunas jornadas sin tener que lamentar todo lo que genera el corte de cables para la sustracción de cobre.
En las últimas horas fueron siete los casos que notificaron desde la empresa encargada de distribuir la energía en la ciudad. Dos ocurrieron en el barrio Arco Iris durante la jornada del jueves, mientras que los restantes sucedieron desde las primeras horas del viernes y con distintos focos dentro del partido.
En los casos del jueves, el primero ocurrió en calle Aida Manzo al 460, donde sustrajeron entre 25 y 30 metros de cable de 4 x 10 centímetros. Mientras que el segundo hecho de la jornada tuvo lugar en el Pasaje Doña Rosa Bartolomeo al 700, de donde se llevaron unos 50 metros. La pérdida total durante el jueves fue de casi unos 80 metros de tendido eléctrico.
Por otra parte, durante el viernes, desde la Usina se informó el robo de 20 metros de cable en el barrio Arco Iris, en la calle Dalia Bustos 662 y también al 668. En ambos casos fue el corte del cable que entrega el suministro a los respectivos usuarios.
La seguidilla de hechos continuó con la sustracción de 50 metros de cobre en Américo Reynoso 2120, 40 metros de cobre en Barrio Oficiales del Ejército y 10 metros de cobre en La Pampa 349. Para finalmente concluir con 30 metros de cable 4 x 10 centímetros de cobre en Figueroa 522.
Las cuadrillas de la empresa de capitales mixtos se hicieron presentes en todas las direcciones para intentar reponer el servicio con la mayor celeridad posible. En poco más de 24 horas fueron alrededor de 220 metros de cable que tuvieron que restituir.
Problema generalizado
Aprovechando la reunión mensual con representantes de las distribuidoras de energía que componen la Asociación de Prestadores Eléctricos de Buenos Aires, el presidente de la Usina, Oscar Teruggi, comentó a este medio que la problemática de robos de cables estuvo presente en el cónclave.
“Es un problema generalizado”, explicó el presidente de la empresa de capitales mixtos que luego diferenció que en Tandil había escalado a un nivel muy importante y que en otras localidades, a pesar de estar presente, no lo había hecho en tal magnitud.
“Nosotros llegamos a tener 200 denuncias en un periodo de tiempo corto. Casualmente conversé con el presidente de la cooperativa de Luján y también me decían que habían tenido un pico, que habían logrado desbaratar una banda y que ahora seguían ocurriendo algunos hechos aislados, pero no en la magnitud que lo tenían. Algo así está pasando en Tandil”, concluyó Teruggi.
Al mismo tiempo, el presidente de la Usina destacó el trabajo que se ha realizado en los últimos tiempos. Una labor articulada entre la policía, el Municipio y los técnicos que trabajan en la empresa popular y municipal.
“Esperemos que se terminen porque en estos tiempos los costos se han ido muy altos y tener que reponer todo lo que se han robado va a costar mucho dinero, que es el dinero de todos”, cerró.
La Usina fue sede de una nueva reunión de Apeba
Como sucede mensualmente, se llevó a cabo una nueva reunión del Consejo de administración de la Asociación de Prestadores Eléctricos de Buenos Aires (Apeba) con la particularidad que en esta ocasión le tocó ser anfitrión a la Usina de Tandil. La orden del día dispuso tocar los temas referidos a la deuda que las distribuidoras mantienen con la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (Cammesa) y los desafíos planteados ante las nuevas regulaciones.
Oscar Teruggi, presidente de la empresa de capitales mixtos, fue el anfitrión del encuentro que encabezó Orestes Binetti, titular de Apeba. De la misma fueron parte más de diez cooperativas de la Provincia de Buenos Aires, estando representadas casi la totalidad que componen la Asociación.
El funcionario local dialogó con El Eco de Tandil sobre la reunión mantenida en las oficinas ubicadas en Nigro al 500 y comentó que la misma se centró en un tema que es común a casi todas las cooperativas de la provincia: las deudas que se mantienen con las distribuidoras eléctricas.
Según informó, las mismas se fueron generando durante mucho tiempo producto de mantener las tarifas congeladas al mismo tiempo que los costos iban incrementando su valor. A esto hay que agregarle las actualizaciones salariales con respecto a los procesos inflacionarios.
“Eso ha hecho que en algún momento, ante la opción de no aumentar los salarios o no hacer las obras que tenemos que hacer para poder distribuir la energía, de común acuerdo todas las cooperativas empezaron a pagar un determinado porcentaje de las facturas que nosotros compramos la energía”, comentó Teruggi.
En la explicación de la situación entra en juego el marco regulatorio provincial. El cual indica básicamente que la tarifa tiene que alcanzar para dar un servicio óptimo, para hacer las inversiones necesarias, para pagar los salarios y para que haya una pequeña renta para las empresas.
En ese contexto, Teruggi explicó que “la tarifa viene congelada de hace muchísimo tiempo. Ahora recién en marzo hubo una autorización para un incremento que, si bien fue importante, tampoco alcanza para los niveles de los costos que tiene hoy la energía”.
El proceso de distribución cuenta con la participación de un generador, que son los grandes productores de energía eléctrica, el transporte, que en el caso de la ciudad de Tandil es TransBA, y después las distribuidoras. “Somos el último eslabón. Todos los otros insumos han ido aumentando y la tarifa sigue planchada”, indicó.
El máximo responsable de la Usina reconoció que es un momento muy complejo por lo que se está trabajando con reuniones permanentes, tanto presenciales como por medios virtuales. También dejó en claro que es un problema a nivel nacional más allá de que se agrava en la Provincia de Buenos Aires por la regulación previamente descripta.
Un verano complicado
“El problema con Cammesa es serio”, señaló y luego comentó que como consecuencia de esto no se ha podido realizar las obras necesarias a punto tal que ya se pronostica una temporada estival con muchas dificultades a la hora de brindar el servicio, más aún si la temporada veraniega llega con temperaturas elevadas.
En ese contexto, Teruggi aseguró: “Si no hacen las inversiones, que ya es tarde para hacerlas, probablemente si viene un verano muy caluroso va a haber problema de electricidad”, y luego explicó cuestiones técnicas que indican que las generadoras están muy al límite.
“Hay estructuras en las que no se han hecho inversiones durante mucho tiempo y el consumo ha aumentado a pesar de que por ahí la industria está en un receso a nivel país”, añadió antes de contar que los especialistas pronostican una situación complicada si viene un verano caluroso.
Por estas cuestiones, en la reunión se intercambiaron ideas y se buscaron posibles soluciones a la apremiante situación, con el objetivo de garantizar la continuidad y la calidad del servicio eléctrico.
Vale remarcar que, como informó la Usina en un comunicado, el servicio en la Provincia de Buenos Aires es brindado por distribuidoras a más de 2 millones de usuarios y de dicho número, las asociadas a Apeba tienen a su cargo el servicio eléctrico de 500 mil usuarios bonaerenses.