Proyecto solidario
Con charlas a estudiantes, pasó por Tandil “Proyecto Ser Humano”, una iniciativa que resalta la importancia de hablar
Convocados por docentes del Polivalente de Arte y de la Escuela Secundaria Nro. 4 de Tandil, Hernán Danolfo y Agustina Fernández, referentes del proyecto, ofrecieron a los estudiantes de los últimos años de esos colegios una charla en la que se habló sin tapujos sobre todo tipo de adicciones, pero también sobre la falta de diálogo con los adultos y los conflictos intergeneracionales. “Por lo general, un 60 ó 70 por ciento de los pibes dice que no tiene con quién hablar”, aseguró Danolfo.
Días atrás pasaron por Tandil Hernán Danolfo y Agustina Fernández, representantes del “Proyecto Ser Humano”, una iniciativa nacida en la Ciudad de Buenos Aires que ya lleva 26 años recorriendo todo el país, para dialogar con estudiantes secundarios de la ciudad sobre lo que más saben: la importancia de hablar.
Recibí las noticias en tu email
Convocados por docentes del Polivalente de Arte y de la Escuela Secundaria Nro. 4 de Tandil, la pareja ofreció a los estudiantes de los últimos años de esos establecimientos educativos una charla en la que se habló sin tapujos sobre todo tipo de adicciones, pero también sobre la falta de diálogo con los adultos y los conflictos intergeneracionales.
El sábado 24 de agosto, por su parte, dieron una charla abierta a la comunidad en el Restaurante Estación Victoria.
En diálogo con El Eco de Tandil, Danolfo contó que lo que más les llama la atención cada vez que inician una ronda con adolescentes –y Tandil no fue en este caso la excepción- es la necesidad que manifiestan los alumnos de ser escuchados. “Por lo general, un 60 ó 70 por ciento dice que no tiene con quién hablar”, aseguró.
Y dijo que “nuestras charlas en las escuelas son charlas vivenciales, son sobre nuestras vidas. ‘Proyecto Ser Humano’ surgió cuando nosotros dos –Agus y yo- logramos salir de nuestra adicción a las drogas”.
“Tal vez por eso, por ser testimonial, los chicos se enganchan. Ellos tienen mucha necesidad de ser escuchados y quieren otra cosa: por ahí la educación está un poco atrasada y los pibes quieren algo más contemporáneo", consideró.
"En Tandil, por ejemplo, –aseguró Danolfo- no sabían lo que era el paco, nos preguntaban qué era. Y por ahí los pibes de Tandil no saben qué es el paco, pero sí están cayendo en otras adicciones, como los juegos online”.
“Nosotros tratamos siempre de poner el foco en que somos una sociedad adicta: adicta al trabajo, a las redes sociales, a la comida, al estudio... somos adictos en un montón de cosas”, reflexionó Danolfo.
Y contó que “cuando les preguntamos a los pibes a qué les refiere la palabra adicción, siempre nos dicen ‘alcohol’ o ‘drogas’. Pero las drogas son una consecuencia de otro problema. De hecho la palabra adicto quiere decir ‘sin habla’, ‘sin palabras’”.
“Por eso –continuó- a los chicos les decimos que un adicto es alguien que no puede poner en palabras lo que le está pasando o lo que le pasó y que entonces lo tapa con una adicción, que puede ser a sustancias, al trabajo, a una carrera, a cualquier cosa”.
Sobre su experiencia en las escuelas de la ciudad, el entrevistado aseguró que “en el Poli los chicos terminaron aplaudiendo, algunos llorando, contando lo que les costaba hablar y expresarse”.
“Por lo general, un 60 ó 70 por ciento dice que no tiene con quién hablar”, resaltó.
Y agregó que “siempre les dejamos una tarea, que es investigar cómo es la vida de sus papás porque, por lo general, nosotros le echamos la culpa de todo a nuestros padres pero hay que tener en cuenta que ellos nos dieron lo que pudieron: también estuvieron sin habla, también fueron adictos, abusados, golpeados, abandonados...”
En ese contexto, resumió que "tratamos, en el sentido metafórico, de cambiar el mundo".
Cadena de favores
Con ese “cambiar el mundo” se refiere a pequeñas acciones, como la que la pareja de visitantes llevó a cabo el domingo 25 al pie de la Piedra Movediza, cuando le compraron todas las golosinas a Florencia, una joven que se encontraba vendiendo sus productos en el tradicional paseo con el propósito de juntar dinero para pagar el viaje de su hermano menor a un encuentro de hip hop.
Y no sólo eso; gracias a la difusión que “Ser Humano” realizó de la causa en las redes sociales, la familia del joven tandilense recolectó el dinero necesario para terminar de costear el tan anhelado viaje.
Es que ésa es la razón de ser de “Proyecto Ser Humano”: encontrar historias, por chiquitas que sean, para -a través de la comunidad virtual que ellos denominan “la tribu"- realizar una cadena de favores y mejorar la vida de quien lo necesite.
En este punto es interesante destacar el rol que cumplen las redes sociales, que han hecho crecer el proyecto, que ha incluso traspasado las fronteras nacionales.
"Las redes potenciaron todo el trabajo que hacemos, nos escribe gente de todo el mundo”, dijo Danolfo y se lamentó de que “muchas veces hay gente que nos pide ayuda pero lo cierto es no podemos responder a tanta necesidad que hay".
Esta “familia que hace años decidió ayudar” –tal como ellos se definen- no cuenta con recursos propios así que, para llegar a donde los convocan, solicitan de la ayuda de sponsors o colaboradores que desinteresadamente aporten los fondos que solventar los gastos corrientes que implica una estadía.
Para terminar, al ser consultado sobre la impresión que se llevó de Tandil, Danolfo reconoció que "nos llamó la atención que casi no hubiera vendedores ambulantes ni gente pidiendo en la ciudad, cosa que pasa en casi todo el país”.
“Por un lado estuvo bueno pero, por el otro, es evidente que en Tandil también hay necesidades –nos contaron que a un pibe un policía le sacó la caja de alfajores que quería vender en la calle- y me parece que debe estar todo tapado”, cerró.
Quienes quieran conocer el Proyecto, pueden hacerlo a través de la cuenta de Instagram: proyecto_serhumano