Después de 14 años
Con aportes de la Fundación, el Hospital de Niños inauguró las instalaciones de su propia farmacia
El Servicio de Farmacia del centro infantil comenzó a funcionar en su propio espacio, tras compartir lugar físico con la farmacia del Hospital Santamarina. Se agilizará así la distribución de medicamentos y preparados para el abastecimiento interno. En una segunda etapa, habrá expendio para pacientes ambulatorios. Las obras se financiaron con recursos de la Fundación y de la comuna, y el próximo objetivo es reabrir los quirófanos.
El Hospital de Niños “Debilio Blanco Villegas” cuenta desde ayer con un espacio propio para el expendio de medicamentos, después de 14 años de compartir el servicio de Farmacia con el Hospital Santamarina.
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De este modo, gracias al aporte de la Fundación del Hospital de Niños y de recursos suministrados por el Municipio, se pudo completar y poner en marcha la obra postergada por la pandemia.
Las nuevas instalaciones están cerca del ingreso principal, en el ala izquierda, y tienen un hall de entrada, una oficina , una cocina y la parte de resguardo de medicamentos propiamente dicha. El servicio está a cargo de la farmacéutica Abril Maistruarena, que ahora dispondrá de un lugar físico en el mismo centro asistencial para desarrollar sus tareas.
Si bien no hubo un acto protocolar, las autoridades se reunieron para celebrar la buena nueva y recorrer el lugar, que se puso formalmente en funciones. De este modo, estuvieron presentes el intendente Miguel Lunghi; el presidente del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP), Matías Tringler; el director del centro infantil, Camilo Espínola; la presidente de la Fundación, Rosana Ottonelli; la titular del Hospital Ramón Santamarina, Cecilia Martens; y la jefe de Emergencias pediátricas, Manuela Beazley; y además participaron funcionarios comunales, integrantes de diferentes áreas del SISP, miembros de la entidad benefactora y concejales.
Un avance que suma
Por su parte, el director del Hospital Blanco Villegas, el traumatólogo infantil Camilo Espínola, en conversación con El Eco de Tandil mostró su satisfacción por la nueva obra y explicó que “la gran mejora es que la logística pasa a estar en el mismo centro asistencial”.
Asimismo, describió que la medicación de ahora en adelante se podrá distribuir más fácilmente en internación, en la guardia y en los consultorios, y dispone de un laboratorio de fórmulas magistrales independiente al resto de la farmacia. En una segunda etapa, se prevé el expendio de remedios también al paciente ambulatorio.
No obstante, subrayó que el nuevo espacio agiliza el abastecimiento interno del Hospital, y facilita el trabajo y la coordinación de todo el personal, lo que redunda en el beneficio del paciente.
En paralelo, el médico cirujano expresó que “con toda la situación que se vivió este año, la postpandemia y la inflación, llegamos a esta parte mejor de lo yo pensaba, sí con mucho trabajo porque somos el único efector de la ciudad, pero gracias al trabajo ordenado podemos contener la demanda”, y recalcó que por este año fue posible cubrir los cargos médicos que se necesitaban.
Además, Espínola señaló que el próximo objetivo es lograr la reapertura de los quirófanos, pospuesta por los avatares de la pandemia.
En este sentido, los fondos que se recauden en la Novena Cena Show organizada por la Fundación Hospital de Niños se destinarán a este propósito. El evento se llevará a cabo este viernes 11 de noviembre a las 21 en la salón de la Cámara Empresaria de Tandil y representa una ocasión única para juntar recursos orientados mantener y mejorar los servicios del nosocomio infantil.
Medicamentos e inflación
También el jefe comunal dialogó con este Diario y enfatizó que el Hospital de Niños tiene la única guardia pediátrica de la ciudad, por ello la ampliación de servicios debe estar a la altura de las circunstancias. No es menor tampoco el hecho de que el centro médico reciba derivaciones de diversas especialidades provenientes de la zona.
“Necesitábamos esto, lo teníamos estudiado pero la pandemia nos frenó en hacer algo nuevo y lo tomó la Fundación, a quienes les agradecemos su aporte”, indicó Lunghi.
El pediatra explicó que el depósito de medicamentos sigue funcionando en el Hospital Santamarina y que cada semana o cada 10 días se repondrán los insumos, pero remarcó que el espacio propio de farmacia resuelve muchas cuestiones en lo cotidiano.
Por otro lado, reparó en que la inflación impacta de lleno en los medicamentos y afirmó que es una “vergüenza” que el Estado nacional no tome cartas en el asunto.
“No es la inflación que te dicen por mes, es mucho mayor. Todos los medicamentos de nueva generación tienen valores de 300 mil o 500 mil pesos, los medicamentos oncológicos son imbancables. Esto sucede porque los laboratorios tienen mucha fuerza y nadie actúa al respecto”, lamentó.
En este punto citó la llamada Ley Oñativia, sancionada en 1964 durante el gobierno de Arturo Illia, médico también, que regulaba la producción y comercialización de medicamentos, estableciéndolos como “bienes sociales”. En dicha línea, bregó por políticas públicas que se inclinen por garantizar el acceso a la medicación más allá de la inestable coyuntura.
Y sostuvo que “hay más demanda de pacientes que no pueden comprar los remedios en forma particular y hay obras sociales que están atrasadas con los pagos. Hay muchos médicos que no recetan monodrogas y las obras sociales aceptan un solo compuesto, entonces se generan varios problemas”.
De todas maneras, observó que Tandil "está bien”, y apuntó al progreso y futuro pese a las dificultades.
“En momento de crisis no te voy a decir que no hay dificultad o un bolsón de pobreza, pero Tandil está trabajando bien”, cerró.