Inundaciones
Calles anegadas y bocas de tormenta tapadas, problemas que se reeditan con cada lluvia
Los 38 mm de precipitaciones registrados en la planta urbana provocaron inconvenientes en distintas zonas. Ante la ausencia o la obturación de desagües y cordones cuneta, se inundaron las calzadas en Arco Iris 2 y La Movediza. Los barrios más afectados claman por soluciones y obras públicas para revertir la problemática.
Las precipitaciones caídas ayer por la mañana generaron inconvenientes en algunas zonas de la ciudad. Si bien el registro de lluvias fue de 38 mm en el centro de Tandil, vecinos de distintos barrio reportaron inconvenientes por anegamiento de calles, una historia que se repite sin cesar cada vez que precipita. El mayor escollo es que ni siquiera es necesario que se registre una copiosa cantidad de agua en poco tiempo para que la infraestructura colapse, sino que con que apenas caigan unas gotas, los problemas emergen.
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Ausencia de desagües pluviales o falencias en los mismos, entoscamiento y asfaltado de calles, entubamientos, problemas de cloacas y falta de cordones cuneta son algunos de los déficits de infraestructura relevados en la planta urbana.
En ocasiones, las lluvias -intensas o no- sobrecargan los sistemas de drenaje, provocando inundaciones que llevan a diferentes pérdidas y alteraciones. En algunas zonas, ni siquiera hay sistemas de drenaje y la situación es aún más compleja.
Asimismo, en algunos sectores donde los vecinos vuelcan los efluentes pluviales en las cloacas, estos sistemas de drenaje cloacal y pluvial combinados, frente a una precipitación intensa, terminan volcando las aguas servidas sin tratamiento directamente a los cursos de agua.
De este modo, desde el área de Defensa Civil del Municipio le informaron a este medio que hubo dos llamados al organismo durante la jornada de ayer. Por un lado, el personal acudió a Uriburu al 20, donde se reportaron inconvenientes por la saturación de una cloaca, cuyo líquido entró al domicilio a través de la cámara séptica. Además, indicaron que también fueron alertados de un anegamiento en la zona de Don Bosco y Yugoslavia, que requirió asistencia.
Arco Iris 2
Marina Guffanti reside en Neuquén y Américo Reynoso, y en contacto con El Eco de Tandil exhibió los múltiples problemas que aquejan al barrio. “Hay un entubamiento que funciona y adviene el agua que baja, pero el agua que viene de la ruta y de la calle Neuquén, del lado de la avenida Lunghi, no tiene acceso a ese entubamiento. No hay desagües y el agua corre por la calle”, detalló.
Además, explicó que las bocas de tormenta de Reynoso están tapadas con suciedad, hojas y arenilla, situación que obtura el correcto drenaje. “Toda el agua corre por la pendiente de Neuquén. A media mañana llovió durante 15 minutos y alcanzó para inundar la vía pública. Cuando llueve de día por lo menos estás levantado y te vas fijando, de noche tenés que dormir con un ojo abierto y otro cerrado. Tenemos que estar poniendo bolsas de arena para evitar el ingreso de agua a nuestras casas”, graficó la vecina.
En tanto, señaló que en otros momentos han acudido concejales de la oposición ha constatar la problemática y han enviado notas a la comuna, pero nunca obtuvieron respuestas al respecto.
“Siempre nos pasa lo mismo. En agosto del año pasado sucedió lo mismo y se hizo un pedido para que haya soluciones. Seguimos igual y esperando. Podrían hacer una entrada en Neuquén y Reynoso para que el agua ingrese por ahí a la cuneta; no hay desagües y los que están, están tapados”, refirió.
No obstante, remarcó que en la intersección de Catamarca y Reynoso hay cordones cuneta y están todos tapados. “Siempre estamos viendo qué va a pasar con el agua”, cerró.
La Movediza
Por otra parte, Alejandra, una vecina de Riato al 2300, entre Piccirilli y Navarro, barrio La Movediza, expuso que también sufrieron dificultades en ese sector. El problema es la ausencia de cordón cuneta y la imposibilidad de que el cúmulo de agua desagote por algún lado.
En tal sentido, afirmó que es “urgente” que se extiendan las obras y lleguen hasta el lugar. Recientemente, la comuna encaró trabajos en esta línea, pero el cordón cuneta que va por Azucena, no llega hasta allí.
“El cordón cuneta llega a dos cuadras de acá, no sé por qué no lo hicieron hasta Chapeaurouge. Está llena de agua la esquina de Piccirilli y Riato, la gente hace malabares para movilizarse”, indicó Alejandra.
Según el pronóstico del tiempo, la lluvia persistirá durante los próximos días y los vecinos temen que se generen mayores inconvenientes. Por el momento, el agua no entró a los domicilios, pero advirtieron que “por más relleno que pongamos, el agua se lleva todo”.