Amor en tiempos de grieta: ¿Cómo combatir la hostilidad y la cancelación?

El psicólogo Adolfo Loreal realizó un agudo análisis de la sociedad y destacó el lamentable y creciente clima de hostilidad y violencia que se vive en las calles.

"Uno es testigo de un mundo que cada vez es más hostil. Lejos de ser una época de armonía, hay un nivel de agresión y violencia tremendo", advirtió.

Señaló que las redes sociales han exacerbado esta situación y remarcó que, en ellas, también reina un grave problema como la “cancelación”, la cual calificó, en algunos casos, como absurda.

Asimismo, resaltó que hoy muchos jóvenes salen los fines de semana con la expectativa de que terminarán enfrentándose con otros, lo que convierte a la calle en un "territorio de mucha pelea". 

Otro dolor que identificó en la sociedad es el "nivel de abandono" que sufren los niños en la actualidad, criados "sin miradas y sin palabras" producto del incremento en el uso de los celulares. Para él, es crucial que los niños sean mirados y hablados, ya que esto es fundamental para desarrollar su pensamiento.

En ese sentido, destacó el impacto negativo de la tecnología en la vida diaria: "La cantidad de zombies callejeros que hay, gente sumergida en su celular, y el nivel de adicción que esto ha generado son daños incomensurables", afirmó y, aunque reconoció el potencial positivo de la tecnología, resaltó la necesidad de discernir cómo se utiliza. 

En cuanto a los problemas que afectan a la juventud, consideró que el número uno, sin dejar de reconocer los problemas económicos, es la droga. A su juicio, hay generaciones que han normalizado el consumo de sustancias.

Ante tal escenario, se cuestionó: "¿Cómo hacemos en tiempos de grieta y cancelación para poder sembrar amor?”. Explicó, entonces, que aunque el antídoto a esta crisis social pueda parecer simple y romántico, está fundamentado en la ciencia

"La cara opuesta de la destrucción es el amor; es la fuerza que suma y multiplica", explicó. Por ello, expuso que cultivar el amor puede ayudar a calmar la violencia, y sugirió que, ante un insulto, se puede responder con amabilidad y seguir adelante. 

"Uno debe poner la otra mejilla y no ceder a la invitación a la violencia", concluyó Loreal.