Alcanzar el precio ideal y reinsertar la leche en la sociedad, entre los desafíos de la Cuenca Mar y Sierras
La FAA presentó propuestas para frenar la desaparición de tambos. En esta zona actualmente hay 140 y dos cerrarán a fin de año. El presidente de la cuenca, Juan de Pian, advirtió que hay dos realidades que están pesando mucho: el valor agregado y la discusión sobre el aporte nutricional de este alimento. La variable constante del dólar va corriendo el sueño de que los 25 pesos por litro alcancen.
Los productores lecheros de todo el país advirtieron que no pueden competir con los actuales precios de la soja, sin financiamiento y con los elevados valores de energía, porque venden en pesos y los costos son en dólares.
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Ante esto y en el marco de un encuentro virtual, la Comisión Interna de Lechería de la Federación Agraria Argentina (FAA) confeccionó una propuesta para el Gobierno nacional basada en políticas públicas diferenciadas, con el fin de frenar “el proceso de concentración y desaparición de productores”.
Las ideas les pertenecen a los representantes de las cuencas lecheras más importantes del país, quienes remarcaron la fuerte desventaja que corre hoy el sector en relación a la soja.
“Cualquier iniciativa que ponga sobre la mesa la problemática del sector es bienvenida”, indicó Juan de Pian, actual presidente de la Cuenca Mar y Sierras, aunque también advirtió que sigue estando pendiente el hecho de poder coincidir todas las voces para que no quede sólo en voluntades.
Reveló que actualmente en Tandil debe haber unos 140 tambos y que ya sabe de dos que cerrarán a fin de año, sin embargo advirtió que también hay otros que abren gracias a las buenas condiciones de la cuenca.
Dos desafíos con la sociedad
El dirigente explicó que el sector tiene problemas estructurales desde hace más de 20 años y sigue faltando la oportunidad de unirse para lograr algo mejor. “El acceso al crédito está muy restringido, los costos nos están superando y los valores marcados por el Gobierno son muy altos para nuestra cadena, pero también es cierto que son los mismos problemas que venimos acarreando hace mucho tiempo”, explicó.
Por otro lado, mencionó que la coyuntura, el mundo y las discusiones con respecto a la aplicación de fitosanitarios empezaron a reducirles el oxígeno. “Realmente la estamos pasando mal”, alertó.
Asimismo, recordó que particularmente esta cuenca tiene más de 50 años, lo que hace que sea una de las más importantes de la provincia de Buenos Aires y marcó dos realidades que están teniendo “mucho peso” y están en manos de la sociedad.
Por un lado, admitió que sufren el “tener un pie arriba” del valor agregado que genera la producción. “El valor que llega a la góndola no logra recompensar todo el trabajo, la variable de ajuste no alcanza y el productor no tiene opción de rechazarlo porque tendría que terminar descartando su leche”, explicó.
Reflexionó entonces que la leche es la bebida “más nutritiva”, con el mayor proceso industrial y sin embargo, es la más barata de todas. Esto revelaría que hay un consumidor que prefiere hacer el gasto en otros consumos de este tipo.
Mientras que lo que refirió como el segundo “gran peso” tiene que ver con un planteo que no existía años atrás sobre la leche y su aporte nutricional, pero que hoy día les toca volver a insistir sobre ese mensaje, ya que muchos se han volcado hacia las bebidas vegetales, por ejemplo, y eso les genera un gran desafío.
“Es más que un vaso de leche para los chicos, el 90 por ciento de los alimentos tienen derivados lácteos, es la mayor fuente de proteína y es de fácil absorción”, enfatizó.
El anhelo de los 25 pesos por litro
La Cuenca Mar y Sierras alcanzó a producir un millón de litros durante esta primavera, que con todas las dificultades financieras y el incremento de costos se hizo cuesta arriba y por eso, De Pian advirtió que “bajó”.
En realidad, ese descenso estaba ya contemplado, pero los valores que avizoraban eran una reducción en torno al 7 por ciento, sin embargo se duplicó y la baja rondó el 15 por ciento, lo que “pegó fuerte en la industria”.
A la vez, el referente contó que en los últimos diez días, ante el movimiento de algunos productores buscando otros rumbos para colocar la producción a un mejor valor, “apareció un precio más esperado” de entre 20 y 21 pesos por litro. De todas formas, reveló que lo ideal sería alcanzar los 25 ó 26 pesos.
A la espera de la inevitable devaluación, razonó que la oscilación diaria del dólar hará que cuando lleguen a ese precio que tanto anhelan (en 60 a 90 días) van a volver a estar en la misma situación que ahora.
Las propuestas de FAA para “frenar la desaparición” de tambos en Argentina
A corto plazo
- Retenciones cero
- Financiamiento acorde en monto, plazo y tasa
- Reducción impositiva global
- Apoyo de emergencia para evitar el cierre de tambos. Diferimiento del pago del Impuesto a las Ganancias, anticipos, etc., priorizando a productores en emergencia climática.
- Precio diferencial del combustible YPF.
- Garantizar un precio mínimo sostén en base a los costos realizados por el OCLA.
A mediano plazo
- Políticas públicas diferenciadas para sostener los tambos en el interior de país, en particular de menor escala, favorecer el desarrollo de las pymes industriales y toda actividad tambera.
- Desarrollar un sistema de fondos rotatorios para productores tamberos federados.
- Crear un fondo anticíclico, compensador o estabilizador de precios, estableciendo precio de equilibrio por litro de leche (ejemplo uruguayo).
- Solicitar que se trabaje en la reforma tributaria. Trabajar fuerte y con participación de productores en acentuar y ampliar el apoyo que puede brindar la Ley de Pymes.
- Propender las acciones necesarias que permitan transparentar la cadena láctea, formalización y evitar la competencia desleal.
- Articular acciones para mejorar la participación del sector primario en la conformación del precio de góndola.
- Financiamiento para crecer e invertir, y apoyar con créditos con tasas diferenciadas a los productores más chicos. Diseñar y ofrecer líneas de financiamiento por intermedio de la banca oficial para capital de trabajo a tasas acordes a valor producto con periodo de gracia no inferior a 12 meses, más expeditivos en tiempos y más flexibles en requisitos.
- Infraestructura: caminos, energía, conectividad, canales y mejora de instalaciones. Apoyo de programas de organismos internacionales de crédito.