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Sesenta años del Museo del Fuerte: su historia y su activo presente
Cumple 6 décadas una de las instituciones emblema de la ciudad.
Entrar al Museo Histórico del Fuerte es abrir una puerta en el tiempo para conocer los orígenes de la ciudad y parte de una memoria que llega al presente. En los recuerdos de muchos tandilenses estará el haberlo visitado y maravillarse ante el poncho de Tata Dios, la maqueta de la fortaleza sobre la que se asentó Tandil, carruajes antiquísimos y otro sinfín de objetos distribuidos en las salas de una institución que celebra 60 años de existencia.
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Con motivo del aniversario, El Eco de Tandil dialogó con su actual presidente, Oscar Granato, quien brindó detalles tanto de los comienzos del Museo, ligado a una agrupación tradicionalista, como de su activo presente.
“Estamos eufóricos realmente con el presente porque después de la pandemia, que fue un año muy duro para nosotros, Tandil ha tenido un aumento muy importante en visitantes. El turismo se vuelca al Museo un día nublado o fresco. Es la solución para pasar un lindo momento, y eso lo estamos disfrutando muchísimo”, expresó.
A su vez el presidente precisó el conjunto de actividades que llevarán a cabo durante todo septiembre para celebrar el aniversario. El jueves 7 a las 11:30 colocarán una placa en el Monumento al Gaucho, mientras que a las 19 será el acto central en las instalaciones calle 4 de Abril. El sábado 9 realizarán en el Salón Blanco Municipal una charla con el historiador Eduardo Lazzari y el domingo 10 de 15 a 19 harán una jornada de puertas abiertas. El viernes 15 será el turno de la exposición “Del tigre y la gama” del artista Carlos Montefusco, y el sábado 16 expondrán “Textiles de uso original de Iberoamérica”. El sábado 30 de septiembre a las 19:30 cerrarán el mes con la exposición y disertación “Carruajes en la Argentina”, a cargo de Luis María Loza.
De la tradición a la historia
Los orígenes del Museo Histórico, contó Granato, se remontan a mediados de los años 50 cuando se conformó la Institución Tradicionalista Fuerte Independencia. La misma tenía como objetivo difundir y fomentar la cultura folclórica nacional, y sus integrantes se reunían y realizaban eventos en la planta superior de la entonces Confitería Norma.
A comienzos de los 60’, llegó al principal referente de la Institución, Ricardo Ballent, la posibilidad de adquirir una propiedad donde realizar sus actividades. La misma era una casona antigua, ubicada sobre calle 4 de Abril, que comenzó a funcionar en 1963.
A partir del vínculo con quienes asistían a tomar clases de folclore se les solicitaron elementos tradicionales para exponer en el lugar. Así se fue conformando una exhibición permanente que poco a poco fue ganando cada vez más lugar, y así el 7 de septiembre de aquel año se inauguró el Museo.
A lo largo del tiempo, a partir de recibir cada vez más elementos y documentos importantes para la historia local, el espacio para exhibiciones fue prevaleciendo sobre la asociación tradicionalista y así cambió su nombre a Museo Histórico Fuerte Independencia. “Y hoy es uno de los más importantes de la Provincia”, destacó Granato.
2 mil metros cuadrados, 16 salas de historia
Actualmente el Museo cuenta con una superficie total de 2 mil metros cuadrados en donde se distribuyen nada menos que 16 salas temáticas. Visitado en particular por contingentes escolares y turistas, el lugar ofrece una diversidad de objetos históricos, muchos únicos, en particular de los siglos XIX y XX.
Con motivo del Bicentenario de la ciudad, la sala principal de la institución está dedicada al período fundacional. Se encuentra en el lugar no sólo documentación del momento, sino también una maqueta del Fuerte y un cañón original que perteneció a la edificación a partir de la cual se conformó Tandil.
Otro espacio está dedicado a Carlos Allende, quien fuera fundador del Museo pero además un destacado artista local, trabajador de la piedra y la madera, así como escultor de la estatua en homenaje a Juan Fugl y del Monumento al Gaucho.
La Sala Olivero da lugar al pionero de la aviación, aquel que a mediados de los años 20’ unió Nueva York con Buenos Aires y participó de la I Guerra Mundial. Por su parte la Sala Santamarina recuerda a uno de los más grandes referentes de la historia de Tandil, y es también donde se ubica una de las joyas del Museo, el poncho que perteneció a Tata Dios.
Una colección de platería, soguería y otros elementos vinculados a la cultura rural se resguardan en la Sala Figueroa. Y en la pulpería se recrea un tradicional espacio de reunión y encuentro que en el presente es un recuerdo de la Argentina fundacional.
“La pulpería es un lugar que a la gente le encanta, no solamente por lo que representa, sino que era el lugar de encuentro entre gauchos o entre trabajadores rurales. La que se exhibe posee la característica de que la reja y el mostrador que tiene son originales, que se hubieran perdido si no hubieran estado en el Museo”, destacó Granato.
El presidente se refirió también a la biblioteca de uso interno y para investigadores, donde se resguardan ejemplares originales de las primeras publicaciones de la prensa gráfica local. Y mencionó además la Sala de Escritura y Salud, donde se ubica una gran colección de máquinas de escribir, y se emplaza una muy antigua farmacia.
“La farmacia es una joya que se obtuvo gracias a la familia Berlari. Fue un esfuerzo terrible del Museo poder instalarla”, contó al respecto de las modificaciones edilicias realizadas para conservar la estructura original del comercio.
En dicha sala se encuentra también la primera imprenta de Tandil, donde se editó el primer diario regional y otro de órbita latinoamericana que fue impreso en dos idiomas, danés y español.
En el patio se exhibe armamento histórico, mientras que en la Sala Ballent resguardan elementos tradicionales de la cultura rural y folclórica que evocan los comienzos de la institución. Cuentan además con espacios destinados a la inmigración, fundamentalmente danesa pero también alemana e italiana.
Por último, explicó Granato, tienen una sala con más de 25 carruajes a los cuales, a diferencia de otros museos especializados, conservan sin intervenir en su restauración. También cuentan con elementos recuperados del Museo del Ferrocarril, y una Sala de Ciencias Naturales. Una de las más recientes incorporaciones, contó Granato, fue la Sala Malvinas
En el marco de las celebraciones por el aniversario, el presidente destacó el presente del Museo y concluyó expresando que “es una institución que realmente tiene un futuro impresionante, la gente nos reconoce, nos deja en el libro de visitas palabras de agradecimiento diciendo que no hubieran imaginado nunca que en Tandil podía haber realmente un recuerdo tan importante de lo que es la vida del siglo pasado”.