Inversiones
Inversiones con incertidumbre: elecciones y eventos binomiales
Cerca del día de la votación, estrategias para cubrir las inversiones
La inestabilidad macroeconómica y la incertidumbre política generan nerviosismo en los mercados financieros de un país. Cuando compramos o vendemos algún activo, en definitiva, lo que intercambiamos son expectativas de rendimiento futuro. El vendedor cree que la acción X no tendrá un buen desempeño en los próximos años mientras que el comprador es más optimista y le augura un mejor porvenir.
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Cuando nos enfrentamos a momentos bisagra o de pánico, los inversores buscan refugio para mantener el valor de sus activos. Este comportamiento, conocido en la jerga como “fly to quality”, implica la rotación de la cartera hacia instrumentos de mejor calidad crediticia. En Argentina, lo vemos seguido con desarmes de posiciones en pesos (acciones locales, bonos soberanos, letras, plazo fijo) para dolarizar carteras con otros instrumentos (Bonos, ONs o Cedears). En otros lugares del mundo, el fly to quality se manifiesta con compras de Bonos del Tesoro americano, Commercial Papers, o incluso con compras de algunas de las monedas fuertes (Yen Japonés, Libra Esterlina, Franco Suizo, Euro o Dólar).
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El próximo 13 de agosto, los argentinos debemos ir a las urnas y definir cuáles son los candidatos que participarán de la primera vuelta en octubre. Esto, junto con la fragilidad macroeconómica por la falta de reservas y el deficit fiscal crónico, pone presión en el mercado cambiario y bursátil. En la primera semana de agosto, vimos cómo el dólar contado con liquidación subió hasta los 585 pesos y hoy ya se encuentra en torno a los 600 pesos.
Quienes participábamos en el mercado, aún tenemos la memoria fresca del fatídico lunes 12 de agosto de 2019. Casi todas las encuestadoras daban por ganador a Juntos por el Cambio, la intención de voto venia de varios meses en alza después de tocar mínimos el año anterior. Después de un fatídico 2018, el gobierno habia logrado moderar la inflación y los indicadores de una reactivación se empezaban a ver con despechos de cemento record, exportaciones de gas a chile y superavit primario. Parecia que la decisión política de poner a Pichetto como vice habia sido una masterclass, pero finalmente no lo fue. El domingo 11, en las urnas el electorado ponderó más los errores de gestión y optó por un cambio de rumbo.
Ese lunes, el mercado se desplomó un 48% en dólares en lo que fue la segunda mayor caída histórica de un índice bursátil. Los bonos soberanos cayeron en torno a 20 dólares a lo largo de la curva. En un solo día, los ahorros de miles de personas, las inversiones de la Anses, los activos de algunas empresas, y las carteras de muchas gestoras de fondos vieron caer su valuación casí la mitad. Fue una masiva perdida para ahorristas e instituciones de la cual aún el mercado no se recupera.
Ante eventos binomiales, o ante aquellos que presentan un alto nivel de incertidumbre, las posibilidades de tener resultados extraordinarios (ya sea positivos o negativos) se exacerba. El mercado suele sobrereaccionar al resultado en lo que se conoce como overshooting. Donde un resultado positivo genera euforía y empuja a los activos más allá de su valuación teórica, y uno negativo genera lo opuesto: pánico y ventas masivas.
En estos casos tenemos tres alternativas:
- Participar asumiendo los riesgos y la volatilidad. En este caso deberiamos ponderar escenarios y así mover nuestras fichas.
- No participar y hacer "fly to quality". Cubrirnos el riesgo con activos más seguros a riesgo de que perdamos oportunidades.
- Participar pero con cobertura. Es el caso más complejo, requiere el uso de estrategias con derivados que nos permiten reducir la exposición a escenarios no deseados. Por ejemplo, si tenemos acciones de Galicia (GGAL) podriamos comprarnos puts (opciones de venta) que nos permitan vender la acción a un precio determinado en una fecha determinada a cambio de una prima.
Las inversiones en un entorno de incertidumbre requieren un equilibrio entre la toma de riesgos informada y la protección de los activos. La capacidad de comprender y anticipar las reacciones del mercado en momentos de cambio político y económico puede marcar la diferencia entre lograr rendimientos favorables y sufrir pérdidas significativas. Es en estos momentos cruciales donde las estrategias de inversión se vuelven fundamentales, ya sea optando por asumir riesgos calculados, buscar refugio en activos más seguros o utilizar estrategias de cobertura para mitigar posibles pérdidas.
tomas.docobo@animas.com.ar MBA (Politecnico di Milano), Magíster en Finanzas (UTDT) y Licenciado en Administración (UNICEN). Es asesor financiero matriculado (CNV) y director de la consultora financiera Animas