Dólar Tecno
Para la Cepit, las nuevas medidas anunciadas por Massa, “no tienen un efecto real sobre las empresas”
El lunes, el ministro de Economía Sergio Massa realizó anunció medidas sobre la industria del software, en especial, acerca del dólar tecno. El presidente de la Cepit aseguró al respecto que “algunos aspectos son bastantes negativos para las pymes locales, sobre todo las que no exportan”.
Tras las nuevas medidas anunciadas el lunes por el ministro de Economía Sergio Massa, en la tarde de ayer, desde la red general de software decidieron adoptar una nueva estrategia de comunicación para socializar el nuevo manejo del sector, conforme a los cambios impuestos por el Gobierno nacional. El presidente de la Cepit, Esteban Sarabia, se refirió al tema y expresó que “es una batería de medidas que, sin desmerecer la voluntad con las que están pensadas, no tienen un efecto real sobre las empresas”.
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En diálogo con esta Redacción, Sarabia analizó las tres medidas anunciadas por el Gobierno nacional y el impacto de las mismas sobre la industria local, especialmente sobre las pymes, o empresas que se desarrollan en el mercado interno.
“La primera -medida- es un beneficio para las empresas que inviertan más de tres millones de dólares en nuevos negocios de tecnología, darles el veinte por ciento de esa inversión de dólar billete, y el resto a través del mercado único de cambio”. Al respecto, Sarabia explicó que “por supuesto que es una medida que puede ser interesante para alguna empresa grande que tenga esa capacidad de inversión. También habría que chequear si a esas mismas empresas les alcanza con un 20 por ciento de beneficio, de tener el dólar al valor real y no a un valor subsidiado”, y agregó que “claramente esta no es una medida que permita enfocar el negocio de las pymes o de las empresas medianas exportadoras en Argentina”.
Continuando con su análisis, el presidente de la Cámara apuntó a la segunda medida, y explicó que “se refiere a la libre disponibilidad sobre el 30 por ciento del valor incremental de ventas sobre el trimestre del 2021", sobre lo que también le pareció una medida que "en el titular es interesante, pero si uno hace doble click se da cuenta de que en el diferencial entre este trimestre y el año pasado, me da positivo y yo dispongo solamente del diferencial del treinta por ciento, y eso lo puedo aplicar a pagos de sueldos, como dice la medida, y me sucede que el año próximo o el próximo trimestre, por estacionalidad o por situaciones comerciales, ese diferencial no se respeta”.
Ante este planteo que emerge del nuevo plan de Economía, Sarabia cuestionó sobre “¿Cómo podría manejar la situación con los empleados a los cuales ya les aumenté el sueldo? Entiendo que sería una situación hasta ilegal, aumentarle el sueldo a alguien, y tiempo después bajárselo, entonces tampoco creo que sea una medida que tenga un impacto real para el mercado exportador”.
Retomando sobre la tercera medida anunciada, el dirigente sostuvo que “permite a aquellas empresas que han exportado en el pasado y tienen un saldo positivo en el bono fiscal. Actualmente en la ley intransferible se les permite por única vez venderlo a otra empresa, o sea que sea transferible”, y agregó que “habría que ver ese mercado cómo se comporta, cuáles son las tazas de descuento”.
Respecto a esta tercera disposición, Sarabia expresó que “es una medida positiva y concreta para las empresas grandes, que tienen una cantidad de pesos positivos y ahora los van a poder vender o hacer algo con ellos”.
Balance general
“El problema de fondo es que ninguna de estas medidas apoya los problemas más estructurales de las pymes” aseguró el presidente de la Cepit, y explicó que “el 80 por ciento de las pymes o empresas de tecnología en Argentina no exportan porque es muy difícil y necesitan ayuda, por eso desde las cámaras estamos trabajando en proyectos específicos para poder ayudar a las empresas para hacerlo, pero son el 20 por ciento las que exportan, y estas medidas solo promocionan eso, y el otro 80 como mencioné anteriormente, no tienen ningún beneficio”.
Al mismo tiempo, resaltó que “eso podría ser entendible con el argumento de ‘querer traer divisas al país’, pero también es difícil, porque la otra realidad con la que se convive en la industria es la de los trabajadores Independientes que están hoy en día migrando de empresas a ser trabajadores para el exterior, y hoy cuentan con un monotributo de hasta 12.000 dólares por año para poder liquidar, pero seguramente entran por mecanismos alternativos”.
Respecto a esta dinámica, el referente del sector informático resaltó la notable migración de los perfiles más altos del mercado, y reflexionó: “claramente buscan oportunidades con mayores beneficios económicos, como lo haríamos todos, porque desde el exterior les pueden pagar en dólares salarios que son imposibles para las empresas de Argentina”.
“Una situación negativa”
Sarabia reiteró que la implementación de estas medidas ocasionaría la pérdida de recursos en aquellas empresas que no exportan, y a su vez, resaltó que incrementaría “la pérdida de capacidad para generar la ambición de exportar”. A esto agregó que “luego, esos recursos al estar siendo tentados por ofertas laborales muy fuertes, por la brecha cambiaria, se van del sistema, dejan de aportar, de estar integrados, y al mismo tiempo dejan de ejercer su rol de capacitación interna en las empresas, dejan de ser personas que puedan participar en los procesos de docencia, que tanto necesitamos en los programas de capacitación que están surgiendo en Argentina”.
“En definitiva, vemos que es una batería de medidas, tres medidas, que sin desmerecer la voluntad con las que están pensadas, no tienen un efecto real sobre las empresas”, insistió Sarabia.
Asimismo, mencionó un efecto colateral que pocas veces se analiza, y detalló que “las empresas de software, cuando construyen un sistema, un producto o un servicio, multiplican el valor de la hora del programador por una cantidad de veces”. Sobre esta afirmación, explicó, “si el programador vende su hora sola al exterior, y a su vez está trabajando y ganando un sueldo competitivo en una empresa, la Argentina podría generar por esa programación hasta cuatro o cinco veces el valor de ese trabajo, porque se complementa con la cantidad de otros recursos de otras personas que hacen otras tareas, desde soporte hasta análisis funcional, y demás”.
Sin embargo, resaltó que “cuando una persona sale del mundo de las empresas y va a trabajar de manera autónoma para el exterior, existe un impacto no solo en la capacidad de la empresa para hacer el delivery de ese producto o servicio, sino también en que hay otros puestos de trabajo que comienza a perder sentido el hecho de sostenerlos, por bajas en los soportes y recursos”.
Para concluir, el presidente de Cepit comentó que “hay otro impacto que tiene que ver con la atención al mercado local” y argumentó, “las empresas argentinas que quieren acceder a productos y servicios de las empresas locales, solo lo van a poder hacer en caso que paguen tarifas competitivas en dólares, porque las empresas que exportan van a vender sus productos al exterior”.
Para ser más claro, Sarabia describió que “el mercado local en el tiempo, va a tender a encarecerse, porque la única alternativa es vender al exterior, y si no se protege la actividad local es muy difícil ambicionar a lo que todo el mundo llama ‘la Industria 4.0’, la transformación digital en argentina”.
“Son dos cuestiones que deberían construirse en paralelo, para una empresa tiene que ser igual de competitivo poder trabajar para el exterior, que vender en el mercado local” afirmó Sarabia, y concluyó con que “esto repercute no solo en la industria del Software, sino también en el resto de las industrias, siendo que va a ser muy difícil o muy costoso encarar proyectos que contengan elementos de tecnología”.