Hábitat y Conciencia
El país perdió el 70 por ciento de sus bosques nativos y la reforestación se torna un ejercicio esencial
Hace poco más de medio siglo, surge el concepto de reforestación, como una salida a la paulatina destrucción del medio ambiente y al cambio climático existente. Y se define como la actividad de plantar árboles donde una vez existía bosque.
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El objetivo primordial es el de incrementar el número de especies, para conservar el medio ambiente, preservar las zonas verdes y por consiguiente aumentar la flora y fauna nativa, considerando tener un espacio limpio que beneficie a la comunidad.
Los árboles son parte fundamental de los ecosistemas, por el sinnúmero de beneficios ecológicos que estos generan, entre ellos la comprobada protección de los rayos solares, tamización de la luz intensa, pero sobre todo tienen una función de regulación bioclimática que favorece la humedad del aire al absorber el agua por sus raíces y restituirla por evapotranspiración.
Múltiples proyectos surgieron de un tiempo a esta parte para lograr revertir la desaparición de bosques y volver a dar vida donde había o está dejando de existir de a poco. En Argentina, la nómina es extensa y, lo importante, es que suman adeptos de a miles, principalmente gracias a las redes sociales.
Ente incendios y deforestaciones
En todo el mundo, por distintas causas, los árboles autóctonos son cada vez menos. No sólo desaparecen a causa de la deforestación o los desastres naturales, sino que también se mezclan con otras especies del mismo género y van perdiendo pureza específica.
Para preservarlos hay guardianes y buscadores que intentan conservarlos. En Argentina existe el Banco Nacional de Germoplasma de Prosopis (BNGP), un reservorio de semillas de algarrobo y otras especies del género que fue fundado en 1985 en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba.
Hasta ahora es el único banco de especies forestales nativas de carácter nacional. Cuenta con más de 2000 árboles cosechados, individualizados, referenciados geográficamente y discriminados por especie.
Sin embargo, también hay distintas iniciativas a nivel país que se pusieron al hombre la tarea de reforestar el extenso territorio con especies autóctonas.
Las campañas se han intensificado en los últimos años, luego de los masivos y devastadores incendios que se sucedieron en el centro, sur y norte de Argentina, de hecho en este mismo momento algunas localidades cordobesas tratan de controlar focos ígneos forestales que no dan tregua.
En lo que va del año esa provincia nada más ya perdió unas dos mil hectáreas y desde hace unos días atrás, ciudades como Capilla del Monte, Potrero de Garay, Athos Pampa, La Paz y Alpa Corral están tratando de sofocar las llamas que en algunos casos se extendieron hasta las casas, arrasando con miles de árboles.
Paralelamente el noreste del país experimenta desastres similares, en tanto que Bolivia, Paraguay y Brasil también están sufriendo incendios forestales por estos tiempos.
Estos desastres, algunos intencionales, provocaron no solamente la pérdida de vegetación sino de gran parte de la biodiversidad que enriquecía cada lugar, influyendo en el medioambiente y acentuando el cambio climático como consecuencia.
Por otro lado, y lamentablemente, otra intencionalidad del hombre ha llevado a Argentina a posicionarse entre los 10 países con más desmontes de bosque nativo, con índices que hablan de que en los últimos 30 años el país perdió unas ocho millones de hectáreas de bosques
Un millón de árboles
“Hay más dióxido de carbono en nuestra atmósfera que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad”, enfatizó Uki Deane, el “influencer” que se hizo muy conocido durante la cuarentena de 2020, en plenas restricciones por el Covid-19, llevando diversión desde las redes sociales a partir de historias de campos.
El instagramer decidió usar esa incidencia para hacer un bien al planeta y les propuso a sus seguidores plantar y proteger un millón de árboles en la Argentina para el 2022.
Es así como nació Plantarg, un proyecto dedicado a la preservación, prevención y restauración regenerativa de bosques nativos en la Argentina para la mitigación del cambio climático, con el fin de reducir la huella de carbono y disminuir los daños al ambiente.
Para esto se alió con Aves Argentinas, una organización con más de 100 años de trayectoria que protege las aves silvestres y la naturaleza del país y que representa a la red internacional de organizaciones dedicadas a la conservación de la naturaleza más grande del mundo.
Cada vez menos bosques
Las actividades humanas que queman combustibles fósiles están bombeando dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera mucho más rápido de lo que lo absorben los procesos naturales. Aproximadamente la mitad del CO2 emitido desde 1750 ha sido en los últimos 40 años.
A medida que la concentración de CO2 aumenta, la radiación solar se acumula en la atmósfera y como consecuencia aumentan las temperaturas globales. Expertos aseguran que el calentamiento global va a tener consecuencias catastróficas para 2050 y advierten que si no reducimos los niveles de C02 en la atmosfera provocarían cambios irreversibles en el clima.
Entre dichas reflexiones, el influencer destacó también que los árboles no solo brindan oxígeno, sino que se los denomina sumideros de carbono ya que son una de las fuentes que la naturaleza produce para absorber y almacenar el CO2 de la atmósfera.
“Los bosques globales, son responsables de absorber aproximadamente un tercio de todas las emisiones globales de combustibles fósiles. Sin embargo, perdemos bosques todos los años para el uso de agricultura y ganadería. Como ejemplo ya se ha perdido más de un tercio de todos los bosques del mundo y más de 70 por ciento de todos los bosques nativos de la Argentina”, reveló en su comunicado sobre la iniciativa que invita a plantar un millón de árboles.
¿Dónde y cómo?
Tal como explicó el promotor en sus redes y compartió con los medios de prensa, se trabajará en diferentes proyectos en El Gran Chaco, Misiones, Córdoba, Salta, Chubut, Río Negro y Tierra del Fuego, donde se nota la mayor devastación forestal de los últimos tiempos.
Las donaciones podrán realizarse de manera online yendo a la página web www.plantarg.com y donando un árbol por 300 pesos en la Argentina y tres dólares en el extranjero. Todos tendrán garantizada la trazabilidad de cada donación y cada uno recibirá en un código QR la geolocalización de sus árboles.
También van a vender bonos de carbono que luego venderán a empresas para refinanciar los proyectos. “Somos la última generación que puede prevenir daños irreparables a nuestro planeta”, incentivó.