Opinión ciudadana
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Tren de pasajeros
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Señor Director:
En 1883 llegó a Tandil el primer tren de pasajeros. Su función fue que los habitantes de Tandil pudieran llegar a la capital del país en forma segura, rápida y cómoda. A lo largo de sus rieles iban naciendo pueblos y creciendo ciudades. El Ferrocarril significó uno de los mayores progresos en nuestra patria.
En 1963, ochenta años después, ingresé a “La Empresa”, como se llamaba al Ferrocarril. Como todos, de peón. Mi sueldo fue tres veces mayor que el que ganaba en una fábrica de molinos. En aquellos años llegaban y salían de Tandil 18 trenes de pasajeros. Sí, 18 por día, de los cuales 4 eran con destino a Plaza Constitución diariamente. Uno de ellos hacía el recorrido en 5.05 horas.
A los dos años de mi ingreso, comenzó a aplicarse el famoso Plan Larkin, que fue el principio del fin de nuestro Ferrocarril. Cerraron ramales enteros. Redujeron las frecuencias de los trenes de pasajeros hasta un 60 por ciento. Los ferroviarios sabemos, porque lo vivimos, que cuando eso ocurre la gente prefiere el medio carretero y a partir de allí, la supresión de servicios.
Tandil era jefatura de la zona y de ella dependían 66 estaciones, en su mayoría de campo, y el fundamental puerto de Quequén y, como zona cerealera, producíamos tráfico a Buenos Aires y al muelle de Bahía Blanca.
El Ferrocarril era, es y será, un moderador de las tarifas tanto de cargas como de pasajeros y etc.
Dicho esto, a modo de sugerencia, el servicio Plaza Constitución y Tandil debe circular todos los días. En caso de circular por vía Maipú, si se utiliza una formación tradicional, los coches deben acoplarse en Maipú a los trenes que cubren el trayecto Mar del Plata-Plaza Constitución, evitando un innecesario y molesto trasbordo. Al Ferrocarril le conviene porque la locomotora que haga el servicio entre Tandil y Maipú quedaría estacionada en Maipú para servir como auxilio de los trenes de Mar del Plata, como siempre se hizo. Los horarios deben servir a Tandil, programándolos de forma que llegue a Tandil en las primeras horas del día, efectuar la limpieza y regresar a Maipú. Esa es la forma de prestar un servicio acorde a la necesidad de la población de Tandil y al turismo desde Buenos Aires.
Nuestro país es largo y bastante ancho, y necesita hoy esa conexión. Debemos pensar en el futuro, 10, 50 o más años. Alguien dijo que “en Tandil no queremos turismo gasolero”. No seamos mezquinos. Toda la Argentina tiene derecho a disfrutar de nuestra ciudad.
José Barillaro
DNI 5.388.741
Los jubilados, una elite
Señor Director:
Los jubilados, en este país, conformamos una elite aparte... Ahora, para mejorar aún más nuestra envidiable situación, se darán jubilaciones anticipadas.
¿No es fantástico? ¿Formidable? En mi caso particular me jubilé en 2006. Después de haber trabajado toda mi vida, en relación de dependencia, con los debidos aportes, me otorgaron un poquitín más de la mínima. Como mi último trabajo, por 16 años, fue en un banco nacional, me reafilié a la Asociación Bancaria, gremio al cual pertenecí y aporté durante años, para que ejerciera mi defensa. O sea, volví a dar a este gremio mis aportes por otros quince años más.
El 3 de julio de 2014 se dictó en mi expediente, por reajuste de haberes, la sentencia definitiva Nº 160.136, cuando estaba la señora que se fue y volvió.
Pues, bueno, ¡no pasó nada! Y Anses continuó pagándome mis exiguos haberes.
Con fecha 31 de julio de 2020 se practicó una liquidación del retroactivo de haber e intereses. Obran en mi poder las planillas respectivas. Pero... sigue sin pasar nada.
Una vez en un programa de TV, escuchamos al señor Diego Bossio, tandilense de origen, declarar muy suelto de cuerpo que cuando él era el jefe máximo de Anses, la señora (que se fue y volvió) le ordenó pagar con fondos de Anses, funcionamiento y haberes del programa televisivo "6, 7, 8". ¡Cuánta felicidad para esa gente! Los verdaderos dueños de ese capital, que sigamos esperando...
Cansada de que no pase nada, renuncié como afiliada a la Asociación Bancaria, ya que defraudó mis expectativas y a que de mi propio peculio no voy a contribuir a mantener el funcionamiento de un gremio que todavía no he descubierto cómo ni cuándo defiende a sus afiliados.
Pero ahora, parece, las cosas van a cambiar; se darán jubilaciones ¡anticipadas! ¡Qué maravilla de país tenemos!
Los que venimos de espera que te espera, ¡sigamos en la misma! Ellos, los que gobiernan, esperan que nos muramos. ¡No les demos el gusto!
Molestar cada tanto, no le hace mal a ninguno.
Elisa Irene Piva
DNI 4.748.485
“Nos tratan muy mal”
Señor Director:
Soy jubilado y veo que nos tratan muy mal. Nos aumentan en cuentagotas y por otro lado, nos descuentan rigurosamente seguros de bolsillo, de desempleo, de elecciones, de cajero automático, de paquete múltiple, IVA y descuento por obras sociales, montos que son mensuales y en su conjunto, duelen bastante.
Siendo el jubilado una persona no activa, que vive de su jubilación, no debería tener ningún descuento, ya que lo que viene como aumento es una pequeña compensación al quite que nos hacen todos los meses.
Hice mi reclamo en Anses y me dicen que esto es ley y las directivas vienen “de arriba”.
La clase pasiva es manejada con facilidad, pues no hay conciencia de equilibrio ni de respeto. En el secundario nos enseñaron que “el Estado es un mal administrador por excelencia”. Señores senadores, diputados y señor Presidente y Vicepresidenta es imprescindible que hagan reducción de vuestros sueldos. No es humano ni comprensible, ni tolerable que exista semejante diferencia de haberes. Es una diferencia astronómica y no es posible que esto tienda a engrandecer nuestro país, más bien a una política que nos empobrece cada día más. Esto no es democracia, prometen para subir, para posicionarse y se ríen del pueblo, del que confió en su honestidad y promesas.
Si seguimos este derrotero muy sombrío veo nuestro futuro país, no quisiera ser una colonia y que nos manejen desde afuera, que las directivas vengan e impongan desde otro lado.
Hagamos todos un esfuerzo para corregir esta situación, empezando desde la cúspide de la pirámide hacia abajo. Lógico que para que esto ocurra deberá existir una ley de acatamiento inmediata y obligatoria. Dentro de mi ignorancia, pregunto ¿no es posible que volvamos a tener próceres? ¿Qué sinceramente se avoquen a engrandecer nuestra Argentina? A posicionarla en el lugar que merece como país libre, próspero, soñado y deseado, de suelo fértil y múltiples riquezas naturales.
En la escuela primaria nos inculcaron que este país es cuna de razas, forjado por próceres y gente de trabajo, donde rige la justicia social y la soberanía económica. Es por ello que en su sitial debería ser añorado y ansiado por muchas naciones del globo.
Fiore Di Bello
DNI 93.678.007