Entrenar la mente
ROMPECABEZAS: un juego para entrenar la vista, la memoria y la mente.
Cuando los chicos arman rompecabezas, el cerebro entra en acción.
En casa, cuando puedo, abro un rompecabezas y desparramo las piezas en la mesa. Siempre alguno de mis hijos pica. No a todos los chicos los atrapa de la misma manera este juego, claro está. Pero cuando de distraer a los chicos y alejarlos de las pantallas se trata, es uno de mis favoritos.
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Yo, de hecho, soy una fanática de este juego de mesa que puede jugarse en familia, con amigos, o podemos armarlo solos. Paso horas obsesionada con encontrarle ubicación a alguna pieza, o buscando la que corresponde.
Lo mejor de todo esto e que, además de divertidos y entretenidos, los rompecabezas, o puzzles, favorecen el desarrollo psicológico y cognitivo de los niños, siendo una excelente herramienta para ellos.
Mejoran la memoria visual
Los niños se fijan en el modelo e intentan unir las piezas mirándolo el menor número de veces posible. Al principio, seguramente tengan el modelo delante de ellos y lo miren todas las veces que necesiten. A medida que vayan ganando confianza y destreza, cada vez lo mirarán menos hasta que lo resuelva, prácticamente, de memoria. Es entonces cuando podrán pasar a puzzles de mayor complejidad.
Desarrollan la capacidad de concentración
Para hacer un puzzle, los niños se abstraen del entorno y ponen toda su atención en dicha tarea. Algo que será muy útil en su desarrollo. Por ejemplo, cuando tenga que hacer deberes o estudiar.
Estimulan la habilidad espacial y matemática
Los puzzles facilitan que los niños comiencen a pensar en tres dimensiones y, se familiaricen con las figuras y formas.
Refuerzan el pensamiento lógico
Para realizar el puzzle, los pequeños deben analizar y pensar las diferentes posiciones en las que pueden ir las piezas. Esto hace que desarrollen el razonamiento lógico.
Ayudan a desarrollar la paciencia y manejar la frustración
Estos son dos de los beneficios más fáciles de apreciar; los puzzles representan un desafío para los chicos.
Desarrollan la motricidad fina
Desde agarrar las piezas hasta ubicarnas en un su lugar adecuado, acompañando esto de una necesaria coordinación entre los ojos y las manos.
Fomentan las habilidades sociales y de cooperación
Al realizar los puzzles con sus padres o amigos aprenden a comunicarse, debatir sobre donde irá cada pieza y trabajar en equipo.
Si nunca lo hicieron, prueben: abran una caja, esparzan las piezas sobre alguna mesa que les quede a mano, y ayuden armando al menos los bordes. Alguno de los chicos, muy probablemente, se acerque a jugar.