Fin de año
LOS CHICOS Y EL CANSANCIO DE FIN DE AÑO
Qué hacer cuando los chicos llegan muy agotados al mes de diciembre.
Es casi de manual que, entrando en la mitad del mes de noviembre, los chicos empiecen con algún que otro “no quiero ir más a”. También comienza a visibilizarse mayor desgano para ir a la escuela y muchois se sienten, en ciertas ocasiones, un tanto irritables.
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En esta etapa del año, suelen combinarse el agotamiento físico con el mental en los chicos. Los chicos, sin siquiera mencionarlo, piden vacaciones.
Las ganas de hacer cosas descienden, las energías y las fuerzas no son las mismas. Las tareas en el cole, los exámenes o trabajos prácticos no obtienen de los alumnos la misma dedicación que en marzo.
Pero ATENCIÓN PADRES: no debemos entrar en pánico, ni luchar contra ello. Por el contrario, recomiendan profesionales de la salud, los adultos a cargo de los chicos, debemos acompañarlos y ser empáticos.
Puede manifestarse de diferentes maneras: estrés, ansiedad, irascibilidad, apatía, depende del chico. Quizás sea mejor enfocarnos en poder darles herramientas para que puedan manejar sus emociones, estrés y descansar, más que en presionarlos para que rindan bien en sus actividades escolares.
DIÁLOGO
Siempre es fundamental hablar con nuestros hijos, saber cuáles son sus preocupaciones, sin minimizar ni subestimar por lo que están pasando que, sin dudas, para ellos es importante. Fomentar, constantemente, el diálogo y la conexión hará que se puedan sentir seguros de poder contar con nosotros.
La manera en las que los chicos procesan el cansancio o el estrés suele ser muy diferente a la de los adultos.
Los eventos de fin de año, despedidas, actos escolares, exámenes se juntan en un combo que suele ser agotador.
Es crucial saber que no todos los chicos son iguales y el ritmo de aprendizaje de cada quien puede variar. En ese sentido, si les hacemos saber que notamos el esfuerzo que han hecho y cómo han mejorado seguramente lograremos mantener su motivación en el último tramo del ciclo lectivo. Incentivar la curiosidad y el amor por el aprendizaje en lugar de centrarse exclusivamente en las calificaciones puede ayudar a reducir la presión y el hartazgo.