REDES SOCIALES
Cuidado con el SHARENTING
La práctica en la que los padres publican contenido sobre sus hijos, es ya casi un hábito.
En los últimos días, empezó a circular una campaña en los medios y redes lanzada por una compañía telefónica, que instaló el término sharenting en boca de todos. Un fenómeno internacional, con mayor incidencia en países del primer mundo, pero que no debe dejar de preocuparnos a todos y cada uno de nosotros, no importa dónde estemos.
Recibí las noticias en tu email
La vida de nuestros hijos expuesta en las redes sociales, a través de nuestros aparatos inteligentes. Desde que se levantan hasta que se acuestan, los chicos suelen vivir en un gran hermano creado por sus propios padres, sin que ellos siquiera se den cuenta.
En Estados Unidos, por ejemplo, más del 90% de los niños y niñas menores de 2 años, ya tienen asumida una identidad digital creada por parte de sus padres y madres.
El sharenting se trata de un fenómeno que se encuentra en permanente crecimiento desde hace muchos años en Argentina y en el mundo. A través de esta práctica se sobreexpone la vida de los hijos, sin advertir los adultos las consecuencias gravísimas que esto puede tener. Las imágenes que muestran a sus hijos durmiendo, bañándose, soplando las velitas o corriendo por la playa, pueden ser pasibles de "secuestros de identidad", o víctimas de la "ingeniería social" que las redes de pedofilia llevan a cabo al contar con los datos personales sensibles de niños, niñas y adolescentes.
El término "sharenting" refiere, entonces, a la divulgación inadecuada y excesiva, de imágenes e información de los hijos en redes sociales y distintas plataformas digitales.
La palabra viene de share que significa compartir y parenting que es el rol de ser padres, y responde a la circunstancia de que un porcentaje altísimo de los usuarios de redes sociales publica diariamente fotos, vídeos o información de sus hijos e hijas, en ocasiones, sin su consentimiento. Esto es porque o son muy pequeños, o porque nadie les consulta. En la mayoría de los casos no se miden los problemas que esto puede traer a futuro, sobre todo cuando los chicos empiezan a ingresar al entorno digital.
La necesidad, en la actualidad, de mostrar el minuto a minuto de nuestras vidas, a través de las redes, ha logrado perder el foco en muchos adultos y esto choca con el cuidado y respeto que debemos guardar a nuestros hijos.Seguramente, si les preguntamos, muchas veces van a decir que no.
Ya se habla de una generación de niños con una infancia semipública y es responsabilidad de los adultos, cuidarlos. Recordemos siempre que la identidad digital de los niños, niñas y adolescentes les pertenece a ellos.