Fuente: archivo El Eco.

Autor: Juan R. Castelnuovo (1935-2022).

Después de haber sostenido una lucha tenaz con electroimanes y diafragmas, para encontrar el mecanismo que le permitiera transmitir la voz humana a noves de un hin, Alejandro Graham Bell pudo, por fin, establecer la primera comunicación telefónica, el 10 de marzo de 1876.

Investigador e inventor incansable -nacido en Edimburgo, Escocia, en 1847- trabajó, primero en Canadá y luego en Boston en la construcción de un telégrafo armónico" que pudiera transmitir, por un solo alambre, tantos mensajes como notas había en la escala musical

Sus estudios sobre la electricidad y sus conocimientos del oído humano, le permitieron llegar a la conclusión de que sonidos de cualquier clase, podrían transmitirse por una corriente continua, con variaciones de intensidad, así como el tímpano del oído responde a los cambios de la densidad del aire. Pensó por ello que los tonos diferentes al caer en cañas metálicas, provocarían vibraciones en otras cañas del mismo tono, si la segunda serie de cañas estaba conectada a la prime ra, por medio de alambres y baterías.

Teóricamente, cuando un transmisor lanzaba su quejido eléctrico por la línea del alambre, el resorte receptor, situado en una estación distante, debía vibrar simpáticamente.

Así fue como descubrió, en 1875, la forma de hacer que la corriente fluctuara. Cuando una de las cañas de su telégrafo se pegó en una ocasión y su ayudante tocó accidentalmente las otras cañas, Bell oyó unos sonidos en el receptor. Entusiasmado por el descubrimiento, indicó que se pusiera una minúscula tapa de tambar, o diafragma, en lugar de la caña. Una vez que se hizo esto, funcionó, aunque primitivo, un teléfono.

Aunque en principio el invento necesitó gran promoción, un año después de la primera transmisión se habían instalado 1.350 aparatos en casas particulares. A los cinco años, la compañía Bell ya tenía 66.346 abonados en todo el territorio de Estados Unidos. Después, se extendió el servicio a otros países, llegando al nuestro en la década del 80 del siglo pasado.

Así fue como surgió la Unión Telefónica del Río de la Plata, de capitales británicos, que monopolizó los teléfonos del país.

En Tandil apareció a fines de 1886 un tal Edmundo Pevimon, quien solicitó la concesión para instalar aquí el sistema Bell. La administración comunal, a cargo del primer intendente Pedro Duffau, resolvió apoyar la propuesta, autorizando el uso de la vía pública para la colocación de líneas, a condición de que no fuera interrumpido el tránsito y que cuatro aparatos fueran entregados sin cargo al Concejo Deliberante, a la Intendencia, al Juzgado y a la Comisaría.

El costo del abono mensual -para comunicaciones en un radio de hasta un kilómetro de la Central- fue fijado para las casas de familia en 7 pesos y para el comercio en S 12. Fuera de esa distancia, el exceso de línea era por cuenta del abonado.

Las llamadas a larga distancia, por su parte, costaban $0.40 por cada comunicación

El pago se efectuaba por trimestre adelantado. El servicio comenzó a funcionar el 19 de diciembre de ese año.

El teléfono No. 1 fue asignado a la oficina de la Central telefónica, el 2 a la Estación del Ferrocarril y el 3 al Juzgado de Paz. El Hotel de Milán, de Juan Dabondi, el 5; el puesto de fruta de Canepa y Cibollini, el 6 y la imprenta y periódico "La Provincia, el 7.

La Comisaría tenía el No. 10, la Intendencia el 13, el almacén La Abundancia", el 18; la confitería "La Unión", de Sampaul, el 25; el almacén "El Águila" el 21; la cervecería de Alcides Henault, el 28; Remates Brivio el 30: la galera a Azul, de Bersano, el 34: el hotel "La Piedra Movediza", de Dhers, el 44 y la tienda "La Simpática", de servicio en Tandil Sánchez y Currás, el 36.

A El Eco de Tandil-a la sazón de Bellini-le correspondió el No. 26.

Después... habrían de transcurrir más de 80 años, hasta el momento en que Tandil pudo contar con una central telefónica automática. La misma fue inaugurada el jueves 31 de julio de 1969. Cuando a las doce de la noche se cortaron los viejos cables, se puso en funcionamiento el nuevo equipo, habilitado para 6.100 líneas.

Era intendente el coronel Victorio Mazzarol y presidente de la comisión vecinal gestora del servicio, Demetrio Brutti.

El acto fue presidido por el interventor de la Empresa Nacional de Comunicaciones, coronel Ingeniero Oscar Dietrich, asistiendo también el director gerente de la empresa Siemens Argentina S.A., que tuvo a su cargo la instalación del sistema, Egon Schell Peffer.

La primera comunicación, realizada por el Cnel. Dietrich desde el palco donde se cumplía el acto inaugural, fue con el vecino Ángel Grandinetti, al teléfono 3244.

NdlR: Esta nota fue publicada originalmente hace 25 años por El Eco de Tandil..

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