Martes Santo
Miles de feligreses participaron del Vía Crucis de la Familia iluminados por sus antorchas
Después de dos años en que el tradicional encuentro religioso no pudiera concretarse por la pandemia, una importante cantidad de personas se congregó en El Calvario para agradecer, rezar y hacer sus peticiones.
Ayer a partir de las 20 el Calvario se iluminó con las antorchas que sostenían los miles de feligreses que participaron del tradicional Vía Crucis de la Familia, una de las celebraciones más emotivas de Semana Santa.
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Después de dos años en los que el rito no pudo llevarse a cabo por la pandemia, una cantidad muy importante de vecinos se congregaron en el Calvario desde horas de la tarde para dar su muestra de fe.
Niños de diferentes edades, adolescentes, adultos y personas mayores recorrieron una a una las estaciones del Vía Crucis portando antorchas que iluminaron su camino. El frío de la noche no fue un impedimento para la gran convocatoria que tuvo el tradicional encuentro religioso.
Recién a las 20.30 los últimos feligreses lograron empezar a subir las escalinatas y comenzar a recorrer las estaciones.
Por otro lado, tal como sucede siempre en el Vía Crucis, al pie del Calvario se ubicaron referentes de Cáritas que recolectaron un alimento no perecedero que muchos de los feligreses aportaron en la ocasión. Asimismo, los estudiantes paseaban con sus canastas vendiendo tortas, café y huevos de pascua.
La columna de fieles fue avanzando poco a poco en un momento de gran unión y fraternidad, acompañados por las palabras de reflexión y las oraciones durante todo el trayecto. Unidas simplemente por la fe, miles de almas iluminaron la inmensidad del monte.
“Se extrañó muchísimo”
Silvia, una de las feligresas que participó del Vía Crucis, oriunda de Tandil, contó a El Eco de Tandil que esta celebración es “lo más hermoso que puede haber, es muy lindo. Es el tercer año que lo vengo haciendo y me encanta, para mí es el mejor Vía Crucis”.
“Se extrañó muchísimo estos dos años que no se pudo hacer, siempre viene mucha gente. Nosotros venimos en familia”, señaló.
Por su lado, Lucía, tandilense pero que reside en España, expresó que “para mí éste es el Vía Crucis más importante porque es el de la familia, y le da más sentido y sentimiento hacerlo”.
Explicó que no participa siempre porque no vive en Tandil y que lo realizó con su ahijado, el hermano y un amigo.
En tanto, su amigo Eneko, de España, contó que “es la primera vez que vengo, he venido a estudiar a Argentina y como la conozco a ella del trabajo me dijo de venir, está todo muy bonito con la luz de las antorchas”.
A su turno, Liliana contó que “siempre participamos y es un momento muy bueno para agradecer por todo lo que hemos pasado los años anteriores, dar las gracias y a pedir siempre alguna cosita que siempre se necesita”.
Explicó que participó con su amiga y resaltó que “es hermoso incluso para la gente que viene de afuera poder disfrutar de algo tan lindo, y que hace dos años que no se hace, yo lo extrañé mucho porque siempre participé. Y estoy re contenta de que se pueda volver a hacer ahora”.
Por su parte, Susana remarcó que “es increíble, hay que pedir y agradecer mucho, se pide paz, tranquilidad, trabajo y salud por sobre todo, y ver desde arriba todas las antorchas encendidas es algo inigualable”.