Ronicevi sentirá el impacto del cierre de Metalúrgica y dará de baja a socios
El ingeniero Enrique Lalloz confirmó que la cooperativa rebababa piezas para la fábrica y “había una facturación importante”. Lamentó que deberán prescindir de dos o tres socios una vez que entreguen los trabajos pendientes. “Son las cosas que los gobiernos de turno no ven: el efecto potenciador que tiene una industria”, dijo y advirtió sobre el error de apostar a la “monoeconomía”.
El cierre de Metalúrgica Tandil se hará sentir en la ciudad, con las consecuencias en firmas proveedoras y en personal que realizaba distintas tareas para la planta. Una de las afectadas será la endeble Cooperativa Ronicevi, que había logrado una mejora en su producción a partir del rebabado de piezas para la fábrica controlada por Renault. El ingeniero Enrique Lalloz confirmó que se verán obligados a dar de baja a dos o tres socios a partir de la pérdida de este importante cliente.
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En los últimos tiempos, Ronicevi, Oroná y Monsalve realizaban el rebabado para Metalúrgica. “Nos vemos afectados, pero aceptamos las reglas de juego. No podemos hacer demasiado en ese sentido. Nosotros todavía, en este momento, le estamos entregando piezas a Metalúrgica, las últimas que van quedando se las estamos haciendo nosotros. Los demás ya cerraron; nosotros seguimos hasta último momento, tratando de solucionar algunos temas pendientes y facturar lo máximo que uno pueda”, explicó Lalloz, integrante de la cooperativa.
Indicó que para Ronicevi “había una facturación importante con Metalúrgica” y agregó que desde el momento en que incorporaron a la empresa como cliente “la facturación creció notablemente y se pudo hacer algún tipo de mejora, inversiones. Ahora esto vuelve a foja cero. El trabajo era importante”.
Informó que hoy la cooperativa tiene unas veinte personas en forma activa, “de las cuales a dos o tres ya las tenemos que dar de baja”, por el cese de la actividad en la planta ubicada en Figueroa. En cuanto al resto de los miembros, indicó que “cobra cuando hay dinero si no, no cobra. Es otra de las crueldades de estos sistemas. Bueno, son las reglas del sistema”.
Al mismo tiempo, resaltó que no es una cooperativa “clásica” sino que fue formada por la fábrica recuperada “en condiciones totalmente anormales” y le atribuyó responsabilidad a la Justicia por “las condiciones de cierre de la fábrica que fueron muy atípicas”.
Las secuelas
En relación a las consecuencias que acarreará el cierre de la emblemática fábrica, Lalloz describió que afectará a “todos los que trabajaban en forma satelital a Metalúrgica” y manifestó que todos los trabajadores no estaban en la misma situación, por ejemplo, en el área de protección de planta la guardia de seguridad se ha reducido notablemente y quedó una persona por cada turno de doce horas.
El comedor de fábrica bajó la persiana y allí trabajaban tres personas, igual que en mantenimiento de techos y de planta. “Todo se ve afectado, el transporte de camiones que hacía el traslado de piezas, llevaba y traía materiales para la fundición; los comercios locales que vendían repuestos para las máquinas, rulemanes, correas, etc.; un tornero que tenía a dos o tres personas trabajando también dependía de la demanda de Metalúrgica”, advirtió.
Y destacó que “Metalúrgica daba trabajo en forma permanente. Es cierto que por ahí apretaba con los precios, pero sabían que todos los días tenían trabajo. Ahora a lo mejor podemos levantar un poquito el precio, pero tenemos trabajo cada tanto. Entonces, la economía local, la economía personal, se resiente”.
Al realizar un cálculo de las personas afectadas, estimó que se trata de 60 de acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica, aunque advirtió que “no sé si es un cálculo justo”.
Por otro lado, reparó en las consecuencias sobre la Usina, que se quedaba con un porcentaje de la venta de energía eléctrica que demandaba la planta y se verá afectada por “esa ineficiencia que se va a generar porque la estructura es una para mantener todas las líneas de alta tensión, etc., para vender un 10 ó 12 por ciento menos de energía”.
“Los gobiernos de turno no ven el efecto potenciador de una industria”
Tras evaluar las secuelas del cese de la fábrica más grande de la ciudad, Enrique Lalloz manifestó que “estas son las cosas que los gobiernos de turno no ven: el efecto potenciador que tiene una industria. Esto no se ve. No hay caso de que los gobernantes, sean nacionales, provinciales o municipales, alcancen a darse cuenta cómo una industria desparrama trabajo en la ciudad. Hay un montón de gente que está siendo afectada por el cierre de Metalúrgica”.
Por caso, contó que “tuve que contactar a un muchacho para que vaya a hacer una asistencia a Buenos Aires para un horno eléctrico, porque acá hacía el mantenimiento de Metalúrgica y me pidieron recomendarle de acá, y les propuse a esta persona sabiendo que está ahora desocupada”.
Insistió con que “estas son las cosas que no se ven. Los gobiernos no las quieren ver. No sé. Hacen oídos sordos y ojos ciegos a cómo el trabajo principal de una industria lo termina diseminando a lo largo de la ciudad y a veces, extra ciudad. Hemos dado en Metalúrgica trabajo a Olavarría, a Buenos Aires a mecanizadores”.
La monoeconomía
Por otro lado, el ingeniero lamentó que “en este caso no hubo ninguna acción de los gobiernos, tanto nacional, como provincial como municipal, para evitar el cierre de Metalúrgica”. Al tiempo que resaltó que “en los mismos días en que Metalúrgica estaba cerrando, María Eugenia Vidal estaba reunida con (Marcelo) Tinelli en Bolívar, diciendo que está preocupada por los pueblos del interior, y acá estaba cerrando una planta de 160 personas y no se hizo presente. Me parece hasta cruel”.
Sumado a eso, evaluó que “cuando una ciudad se vuelca sólo a una monoeconomía, como es el turismo, con sus altibajos, estás expuesto a estas situaciones. Le pasó a Macri apostando solamente al campo. Le vino una sequía, fracasó la cosecha, y fracasa toda la economía del país. Ese gravísimo error lo están cometiendo todos los gobiernos, ya sea nacional, provincial y municipal”.
Cuestionó que el Gobierno nacional le ofrece beneficios al campo pero no le exige nada a cambio, ya que el sector invierte pero compra máquinas importadas, como tractores, cosechadoras y todo el equipamiento. Como contrapartida, propuso que podría estimular la adquisición de herramientas nacionales, fomentar la producción y reconstruir la industria.
Además, objetó las “publicidades engañosas”, por caso, los mensajes sobre la producción nacional de las camionetas Nissan: “Dicen que está hecha en la Argentina y no está hecha nada. Está armada solamente con una soldadura de punto hecha por robots y la pintura, no mucho más que eso. Entonces eso lleva a un estado de cosas que como nadie comprende, nadie quiere comprender, nadie se sienta a hablar, cuesta mucho llegar con propuestas. No se escucha”.
“Se viene la industria extractiva”
Lalloz resaltó que “el único que entiende, que hasta ahora no ha podido hacer nada, es Dante Sica, que es un tipo que conoce la industria, pero hasta ahora lo único que ha hecho fue correrlo a (Jorge) Triaca al puesto de secretario de Trabajo. Después, no hay una acción para decir que se va a reindustrializar”.
Sumado a eso, criticó a la comuna y a la Nación por los anuncios en relación al software y lanzó que “Globant tiene suspendida la inversión del edificio inteligente, entonces los gobernantes se tienen que dar cuenta”.
El ingeniero vaticinó que “se viene la industria extractiva. Van a venir a extraer el litio, a llevárselo y después nosotros, los tontitos de siempre, vamos a importar las baterías a un costo sideral. Los minerales como el cobre, el manganeso, todos los que hay en la precordillera, se van a extraer y se van a ir del país. Se va a extraer agua de las represas naturales que tenemos y se va a ir del país. Se va a extraer el gas, que va a ir parte para nosotros como consumo pero a un precio más alto que los internacionales, parte se va a ir a Chile y parte se hará gas licuado para el extranjero. Todo el campo, el agro, es extractivo también. Hoy en día no hay un proyecto para reindustrializar el país”.
Por último, Lalloz resaltó que “no es lo que hacen los países centrales, eso tienen que darse cuenta. Alemania cuida mucho su industria”.
“Suerte que Santiago Selvetti no está para verlo”
En plena lucha por mantener la fuente laboral, los trabajadores de Metalúrgica Tandil destacaron la tecnología que tenía la fábrica. En este aspecto, Enrique Lalloz coincidió en que la planta tiene valor sólo en funcionamiento y señaló que su futuro es el desguace.
En principio, el ingeniero describió que “tiene básicamente tres áreas fundamentales: la noyería, que es la parte que hace los huecos de la pieza; después, la de moldeo, que es la parte externa de la pieza, y finalmente tiene los hornos de fundición que es donde se funde el metal. Las dos puntas del proceso, la fundición y la noyería, tienen una tecnología perfectamente actualizada. Puede competir hoy, en el mundo, sin problemas”.
Y evaluó que “lo único que está atrasado un poco es el moldeo, que depende del tipo de pieza que se quiera hacer, está atrasado o no. Si voy a hacer piezas automotrices, tal vez esté un poco atrasado. Si quiero hacer piezas para petróleo, tractores, para camiones, con otras exigencias, la verdad es que es una planta totalmente válida”.
Y agregó que “después, es cuestión de incorporar automatizaciones -que en la década del 2000 se incorporaron muchas- para hacerla más eficiente, pero es una tecnología válida”.
Lalloz refirió que “he recorrido en el mundo no menos de 40 plantas y nunca he visto que la tecnología de Metalúrgica esté tan atrasada. Hay cosas que por ahí sorprenden, como el rebabado de la pieza, pero la máquina por ahí sale 200 mil dólares y esa plata no asusta a una industria. Si hay que invertir esa plata, está, pero tiene que estar el mercado. El problema es el mercado, no la inversión. Si está el negocio, el inversor aparece enseguida, y acá no hay mercado, se ha vuelto un país elemental, vivimos muy elementalmente”.
A desguace
En cuanto al destino de la maquinaria, consideró que “todo eso, una vez que se levanta de ahí, las posibilidades de venta existen, porque siempre hay alguien que quiere comprar algo que ha tenido Metalúrgica, pero prácticamente a precio de desguace, de chatarra. No tiene un valor como activo. Esa fábrica sirve funcionando”.
Y deslizó que Renault “lo va a mal vender, no le interesa. Lo van a empezar a desparramar por un lado, por otro, pero no es que eso lo compre alguien y vaya a montar otra fábrica en otro lado. Se va a diseminar por un montón de lados. Por ahí algún chileno o paraguayo, que están en una etapa que nos están pasando el trapo a nosotros, y lo último irá a parar a algún chatarrero como fue todo lo de aluminio, y ahí terminará la lamentable historia. Suerte que Santiago Selvetti no está para verlo”.
Con respecto a la tierra, manifestó que “a la larga” Renault va a lotear y vender las manzanas de Metalúrgica. “Ya lo han dicho que lo van a hacer”, sostuvo y explicó que declararon que “geográficamente Tandil no está en sus planes estratégicos, por lo tanto se van a deshacer de todo lo que puedan”.
Secretaria de Redacción de El Eco de Tandil. Licenciada en Comunicación Social orientación Periodismo (UNLP)