A raíz de las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia del coronavirus, y teniendo en cuenta que algunos sectores se vieron muy afectados, Juntos por el Cambio impulsó un proyecto para que en la provincia de Buenos Aires se declare al sector gastronómico en emergencia. No es la primera vez que lo hace, el año pasado el mismo sector ya había presentado una propuesta de similares características.
En esta oportunidad, el proyecto de ley tiene la firma del diputado provincial Daniel Lipovetzky y es acompañado por la legisladora tandilense Melisa Greco como coautora.
En conversación con El Eco de Tandil, la joven explicó que la iniciativa propone “una serie de exenciones fiscales para el sector, que atraviesa una fuerte crisis económica”, y agregó que “el proyecto de ley lo trabajamos con todas las Cámaras y representantes del sector gastronómico bonaerense“.
Asimismo, contó que se elaboraron dos propuestas que proponen exenciones fiscales y medidas de ayuda para un sector como el gastronómico, “que ha sido muy golpeado”.
Mitigar el impacto
La iniciativa en cuestión contempla a bares, restaurantes, confiterías o cafeterías y comercios de expendio de alimentos o bebidas para consumo dentro o fuera del mismo, como así también a quienes brindan servicio de catering y salones para eventos, que no hayan podido desarrollar total o parcialmente sus actividades debido a las restricciones impuestas en el marco de la emergencia sanitaria por Covid-19.
Asimismo, Greco remarcó que la propuesta fue presentada el 6 de mayo en la cámara baja y tomó estado legislativo ayer para su tratamiento en comisiones. Esperan que obtenga sanción completa en un periodo de tiempo razonable para que no sea “demasiado” tarde.
“Esta idea viene en línea con las emergencias turísticas y en pymes, son medidas pensadas para acompañar y mitigar el impacto de la pandemia y la reducción de actividad en uno de los sectores más vulnerables en la cadena de la economía”, sostuvo.
Un sector golpeado
En tanto, a la recesión de 2020, se le agregan las nuevas restricciones que encuentran a los bares y restaurantes trabajando de manera muy limitado, con aperturas al aire libre durante el día y el servicio de delivery y take away para mantener girando la rueda.
De acuerdo a los datos aportados por la diputada, en diciembre del año pasado cerca del 60 por ciento de los gastronómicos había pensado en cerrar sus y subrayó que las alternativas de retiro en el local y envío a domicilio representan “apenas” un 15 por ciento de la facturación normal, lo que hace muy difícil el sostenimiento y la rentabilidad del sector.
Las ayudas estatales actuales se limitan al Programa de Recuperación Productiva (Repro) de Nación, al que solamente accede el 5 por ciento de los empresarios de la actividad.
En este sentido, indicó que se deben propiciar medidas para acompañar desde la Provincia y evitar que los contribuyentes sigan generando deuda por no poder sostener su actividad.
“La recaudación de ARBA cayó bastante. Si se ahoga a un contribuyente con deudas y no puede abonarlas, tenemos que hacer los esfuerzos necesarios buscar incentivos fiscales, alternativas de sostenimiento y reactivación porque si el sector está parado no va a producir ingresos a las arcas provinciales”, evaluó.
Exenciones y beneficios
El proyecto, que consta de 18 artículos, propone que se declare la emergencia en el sector gastronómico por un año, contando a partir de su entrada en vigencia.
Para ello, por un lado establece la exención en el impuesto a los Ingresos Brutos, la eximición del pago de todo tipo de multas por infracción a los deberes formales y materiales en el impuesto a los ingresos brutos; la eximición de pago del Impuesto Inmobiliario a los titulares de los inmuebles destinados a la realización de estas actividades; la suspensión de ejecuciones judiciales por el incumplimiento de los pagos de los impuestos provinciales durante el plazo de un año; y la imposibilidad de corte de servicios públicos por atraso en los pagos.
Por último, se exhorta al Ejecutivo provincial y el Banco de la Provincia de Buenos Aires, a generar líneas de crédito especialmente destinadas al sostenimiento de los emprendimientos vinculados al sector.