PASO 2021
Otra victoria categórica del lunghismo pero que lo obliga a una mirada introspectiva
El oficialismo tandilense, de la mano del intendente Miguel Lunghi, volvió a sumar otra victoria y del 2003 a la fecha que no conoce derrota en las urnas. Se perfila a reiterar el festejo en las próximas legislativas de noviembre frente a la notable diferencia que le sacó al resto de los adversarios. Sin embargo, el festejo lunghista no fue pleno, cuando supo que las dos listas internas lograron atravesar el piso y así se deberá abrir la lista. Ganadores y perdedores de unas PASO en pandemia y un humor social indescifrable.
Ayer, pasadas las 21, en la ciudad comenzó a trazarse una tendencia en las urnas que se iba a ratificar con el paso de los horas en cada planilla fiscalizada, confirmando un nuevo triunfo del oficialismo serrano, sacándole una notable diferencia a sus competidores, lo que lleva a pronosticar que el máximo exponente del espacio, el intendente Miguel Lunghi atravesará su última contienda electoral sin conocer una derrota desde aquel 14 de septiembre de 2003 a la fecha. Lo que no es poco para un Gobierno que en diciembre cumplirá 18 años al frente de la comuna y va rumbo al sueño de llegar sin sobresaltos proselitistas hasta el bicentenario de la ciudad que, en su mayoría, lo respaldó una y otra vez con el voto.
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Sin embargo, el semblante del lunghismo no lucía en todo su esplendor más allá del categórico resultado. Hubo una interna que dejó señales fuertes y lo que presumían sonrisas terminó en la medianoche en muecas, sobre todo para lo que pone en juego el radicalismo, su carrera por la sucesión lunghista en el 2023.
A más precisiones, las dos listas que compitieron con el aparato oficialista atravesaron el nada sencillo puso de los 25 puntos y, con ello, poder sentarse en la mesa a sacar cuentas bajo el sistema d´hont, obligándoles a abrir la lista y conformar una oferta que no será del todo “pura”, con lo que puede representar en los dos años legislativos por transitar.
Lo que dejó
Según las percepciones y especulaciones previas a esta nítida foto sobre el humor social ante las ofertas electorales que representa las PASO, los protagonistas de llevar adelante las respectivas campañas coincidían en las dudas sobre la participación ciudadana, considerando la apatía que se recogía en sus recorridas barriales y el famoso puerta a puerta. Empero, al desarrollo del comicio se concluyó en que finalmente hubo un porcentaje aceptable, alrededor del 70 por ciento, que se asemeja a otros tiempos de crisis de representatividad pero sin mayores sobresaltos, incluso teniendo en cuenta que se está atravesando una pandemia.
Sobre dónde se canalizó el voto bronca y/o rechazo a lo ofrecido, ninguna de las fuerzas minoritarias logró captar dicha voluntad, más bien el voto en blanco, sumando en votos cual tercera fuerza, deja a las claras algunas percepciones.
En materia de pronósticos y los posteriores resultados en las Primarias, efectivamente quedaron algunas propuestas en el camino, casi la mitad de las 13 que se expusieron en el cuarto oscuro.
En lo que respecta a las expectativas libradas en la ciudad en cuanto al oficialismo provincial y nacional, desde el Frente para la Victoria local mantenía el desafío de retener el porcentaje que supieron concebir en la elección pasada, acerca de estar pisando el 40 por ciento de los votos, con una salvedad: aquella fue por una elección que se elegía ejecutivos y el actual gobierno canalizó “la bronca” de la anterior gestión. Llevándolo al comicio legislativo de hace cuatro años, allí el número rondó los 30 puntos. Finalmente al decir de los guarismos, quedaron lejos del escenario de máxima y también distantes de la anterior legislativa. Apenas lograron cosechar los votos de los candidatos provinciales y nacionales en un escenario adverso para el kirchnerismo en la ciudad.