Organizaciones sociales cortaron 4 de Abril y Arana en reclamo de la emergencia alimentaria
Organizaciones sociales realizaron durante la mañana del miércoles una concentración en la esquina de 4 de Abril y Arana, donde está ubicada la sede de Desarrollo Social de Tandil, en reclamo de la ley de Emergencia Alimentaria, en consonancia con la jornada de lucha realizada a nivel nacional.
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Las agrupaciones sociales CCC, Barrios de Pie, Somos, CTEP y Mujeres Sin Techo se movilizaron desde el Centro de Referencia local del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de Nación ubicado en Las Heras 874, donde reclamaron la reincorporación de los salarios complementarios dados de baja.
Luego se desplazaron hacia las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Social municipal y en el lugar, los representantes de las organizaciones fueron recibidos por los referentes del área Alejandra Marcieri y Pablo Civalleri.
Dentro del universo de reclamos los manifestantes expusieron la necesidad de aumentar el monto de las tarjetas de ayuda social que se expiden desde la secretaría y llevarlo a 1200 pesos, incrementar las partidas alimentarias para los comedores e insistir con el abordaje de la Ley de Emergencia Alimentaria en la ciudad.
Con respecto a las cuestiones vertidas en el petitorio entregado, los funcionarios municipales detallaron que desde junio el bolsón que se entrega a las familias pasó de siete a quince productos -con el apoyo del Estado nacional- y que los productos incluidos se definen a nivel de políticas alimentarias con los trabajadores sociales para saber cuáles reforzar.
En torno a la tarjeta social o “tarjeta gris”, Marcieri aclaró no existe desde hace dos años, cuando se creó la TUAS (Tarjeta Única de Ayuda Social), instrumento en el cual se concentra todo el acompañamiento alimentario, de alquiler, capacitaciones, ayudas para abonar la tarifa de luz, apoyos personales, plan nutricional de salud y un universo de necesidades canalizados de modo integral.
“Quizás no tienen 600 pesos para la comida pero tienen 5000 para el alquiler, se evalúa de forma integral qué se necesita y se deposita un monto de dinero. Ellos quieren que deposite 1200 pesos a cada una de las 3500 familias que forman parte del programa, pero no con todas ellas trabajamos políticas alimentarias, a veces se asisten en otros aspectos porque resuelven la situación alimentaria por su cuenta”, especificó.
Al finalizar el encuentro los referentes no salieron conformes y y objetaron que las medidas son insuficientes. Aseguraron que trasladarán sus inquietudes al Concejo Deliberante para que traten la emergencia alimentaria
Canalizar las demandas
Tras la reunión, Marcieri informó que a nivel local las demandas se trataron el lunes en la reunión del Consejo Económico y Social, donde uno de los ejes fue la cuestión alimentaria.
“Piden el aumento de las partidas alimentarias de la ciudad, pero ellos reciben alimentos desde Nación y Provincia y en cada una de las propuestas en las que hay un comedor o merendero están recibiendo acompañamiento del Estado municipal. Nos comprometimos a continuar con eso y si necesitan un incremento de la política alimentaria, en la medida que puedan justificar que creció la demanda, lo van a tener”, explicó la funcionaria.
Marcieri fue tajante al declarar que su deseo es que la ayuda llegue a la gente más allá de las agrupaciones y enfatizó que “me quedo más tranquila cuando veo que la gente se lleva a su casa lo que necesita sin intermediarios, no necesito intermediarios para llegar a la gente”.
Frente al incremento de la cantidad de familias que piden ayuda en los barrios para comer, refirió que deben acreditarse a través de un listado para que Desarrollo Social evalúe de qué manera actuar y acompañar según el caso particular.
“Cuando uno empieza a pedir esos datos no aparecen, son reticentes a entregarlos, pero quiero que me dejen cumplir la función de contralor del Estado y saber a quién le entrego los alimentos”, objetó y recordó que quienes necesiten canalizar algún pedido pueden hacerlo a través de los Centros Integradores Comunitarios distribuidos en el ejido urbano o en la misma dependencia de 4 de abril y Arana.
También consideró que hay familias nuevas que no se acercan al CIC sino a una organización porque “no todos se sienten cómodos en los mismos espacios”, y por este motivo se trabaja de forma articulada con iglesias, instituciones y organizaciones para tratar de llegar a la mayor cantidad de personas posibles.
“La garantía desde el Municipio es continuar acompañando a todos aquellos con los que venimos trabajando a la fecha y los que se sumen. Y quienes tengan dificultad saben que tienen un CIC en su barrio y va a haber un profesional para que analice su situación”, detalló.