Oficialismo y oposición acordaron la mayoría de los artículos de la nueva ordenanza de fitosanitarios

Luego de varios meses de trabajo, finalmente la Comisión de Producción y Medioambiente del Legislativo logró arribar a un consenso en torno a la nueva ordenanza sobre aplicación de fitosanitarios. 

Tras  numerosos encuentros con diferentes actores, los ediles acordaron el articulado para confeccionar la nueva normativa en la materia, considerando que la Ordenanza Municipal 12.316 quedó  desactualizada. Huelga recordar que el magistrado a cargo del Juzgado Civil y Comercial 2 de Tandil, Julio Blanc, hace un año dictó una medida cautelar que prohíbe la aplicación aérea de agroquímicos a menos de dos mil metros de lugares habitados, y a 500 metros de forma terrestre. La medida regía, en principio, por 6 meses y en mayo fue prorrogada sin plazo.

Si bien desde los bloques prefirieron no adelantar el borrador del proyecto porque todavía les falta ponerse de acuerdo en la cantidad de metros de las zonas de exclusión y amortiguación, y además explicaron que pueden surgir eventuales modificaciones, la presidenta de la comisión, la concejal de Juntos por el Cambio Maridé Condino, adelantó algunos puntos convenidos para avanzar en la redacción del proyecto final. 

Como se mencionó, el trabajo en cuestión es producto de los múltiples intercambios con quienes forman parte de esta discusión; vecinos, médicos y especialistas, el INTA, entidades del agro, autoridades provinciales, el Senasa y los aplicadores. 

Zonas de exclusión 

Según detalló Condino, el nuevo texto busca ofrecer mayor resguardo a las escuelas rurales, y establece zonas de exclusión –donde está prohibido pulverizar- y zonas de amortiguamiento –donde se puede fumigar bajo diversos requisitos- para establecer un perímetro seguro. Por el momento, existe una zona de exclusión inmediata que contempla los 150 metros alrededor de los establecimientos educativos  y los cursos de agua.

Asimismo, destacó que no podrá llevarse a cabo ninguna tarea de esta índole mientras la institución esté funcionado. Esto requerirá aceitar engranajes de comunicación  entre el sector educativo, el Estado municipal, los dueños de los campos y los fumigadores, para acordar los días y horarios que correspondan. En este sentido, indicó que se deberá dar aviso de la actividad de fumigación 48 horas antes. 

Además, se establecerá la obligatoriedad de hacer una cortina forestal para brindar mayor protección y las maquinarias deberán contar con tecnologías que permitan la geolocalización y la aplicación selectiva, entre otros detalles que servirán para ejercer más controles. Como estos insumos son onerosos, la ordenanza no aludirá a ninguno en especial, pero si exigirá que la información esté disponible para poder rastrear el recorrido de los “mosquitos”, por ejemplo. 

En tanto, la legisladora señaló que todo el ejido urbano de Tandil y de localidades del área rural funcionarán como una zona de exclusión y no se podrá aplicar ningún producto agroquímico en la planta poblacional.

“Son sugerencias que tomamos que tenían que ver con mejorar el control y la aplicación para que se use la menor cantidad de producto y se resguarde la salud de las personas”, refirió.

Controles 

Por otra parte, la novedad del texto legislativo es que se exigirán controles médicos anuales a los aplicadores para monitorear su estado de salud y elaborar estadísticas al respecto. Esta iniciativa parte de un convenio que se va a firmar entre el Sistema Integrado de Salud Pública y la Asociación de Aplicadores  de Fitosanitarios, pero el proyecto establecerá la obligatoriedad de los controles más allá del acuerdo de colaboración mutua entre ambos actores. 

También será preciso que quienes desempeñan estas tareas y las empresas vinculadas al agro realicen todos los años capacitaciones sobre el tema para mantenerse actualizados, y seguirá siendo condición excluyente el uso de la receta agronómica que rige por ley provincial desde 1998, a cargo de un ingeniero agrónomo que certifique la práctica y el producto que se utilizará en la misma. 

Otra de las novedades que obtuvo el consenso unánime  fue la creación de un Comité de Seguimiento conformado por Ejecutivo, el Legislativo, el INTA, la Dirección de Fiscalización Vegetal de la Provincia, el Senasa, la Defensoría del Pueblo y la Jefatura Distrital de Educación, para controlar el funcionamiento de la ordenanza y plantear los cambios que se consideren necesarios a medida que pasa el tiempo. 

No obstante, Condino aclaró que el proyecto que se está puliendo tiene un carácter punitivo importante,  con la adición de multas muy elevadas y acumulativas  para penalizar cualquier trasgresión a los artículos normativos. La autoridad de aplicación encargada de hacer cumplir la ley será designada por decreto municipal  y seguramente abarcará más de un área comunal.  

Lo que falta 

Aunque aún no está el texto definitivo, desde el Concejo apuestan a seguir avanzado en las próximas semanas para tener un proyecto que pueda tratarse en el recinto antes de fin de año y aggionar el encuadre jurídico para las fumigaciones en el Partido. 

En esta línea, la cantidad de metros mínimos para aplicar los productos son todavía un tema de debate en la comisión que no encuentra un anclaje único en las normativas similares existentes.

“Las provincias tiene sus leyes para trabajar la problemática, y hay partidos que sólo se rigen por esta legislación pero hay otros que tienen una legislación propia que acompaña a la norma mayor, que es lo que pasa en Tandil. Al haber ordenanzas diferentes también varían los metros de distancia exigidos para pulverizar. En algunos distritos  la distancia es de 100 metros, en otro es de mil, cada uno decidió una distancia diferente en base al momento en el que se sancionó la ordenanza y por eso es preciso que la Provincia elabore una ley que equipare este punto, porque hasta que no lo hagan va a pasar esto”, sostuvo.