La normativa alcanza a 80 funcionarios
Más de dos años después, el Ejecutivo municipal empezará a capacitarse sobre género con la Ley Micaela
El jueves se comenzaron a implementar en el Municipio las capacitaciones obligatorias en materia de género, a cargo de la Unicen. La comuna adhirió en marzo de 2019 a la legislación nacional conocida como Ley Micaela, que promueve estas formaciones en todos los poderes para desnaturalizar las prácticas machistas en el seno del Estado.
Luego de varias dilaciones, finalmente este mes el Departamento Ejecutivo municipal iniciará las instancias de capacitación en género en el marco de la Ley Micaela. Esta legislación, sancionada en diciembre de 2018, establece la formación obligatoria en la temática para los tres poderes del Estado, y logró la adhesión del Concejo Deliberante a través de la Ordenanza 16.463 en marzo de 2019.
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En septiembre de 2020 la normativa fue modificada y se empezó a trabajar para progresar en su aplicación, a partir de la conformación del consejo asesor creado especialmente para estos efectos, que contó con la participación del Sindicato de Trabajadores Municipales de Tandil, la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual municipal, representantes de la Comisión de Educación del Legislativo, la Mesa Intersectorial contra la Violencias y el Programa de Género de la Unicen.
Siguiendo la cronología, en junio de este año recién se firmó el convenio por el cual la Universidad Nacional del Centro acordó brindar las capacitaciones en Ley Micaela a todos los trabajadores municipales, en principio a los funcionarios del Ejecutivo –inclusive el Intendente- y posteriormente al resto de los espacios de gobierno y áreas comunales.
El tramo de formación fue diseñado por un equipo coordinado por Gisela Giamberardino, directora del Programa de Género de la casa de estudios y dos capacitadoras especialistas en la temática y docentes en los niveles preuniversitario y de grado de la Unicen, Luciana Ruiz y Mercedes Marchetti.
Las tres mujeres se acercaron a la redacción de El Eco Tandil para conversar sobre el tema y sobre el trabajo que se inició el jueves con la presentación de la capacitación. El esquema de actividades se desplegará durante octubre y noviembre a través de cinco encuentros sincrónicos y trabajos en diferido para cumplimentar con lo que dicta la normativa mencionada.
La propuesta diseñada por el equipo abarca temáticas que van desde los marcos normativos vigentes y la prevención de violencias, hasta los micromachismos, los femicidios y los estereotipos de género. Contará, también, con la participación de la decana de la Facultad de Derecho, Laura Giosa, y la economista Josefina Marcelo, que abordará temas vinculados a la economía feminista, las finanzas y el presupuesto.
El comienzo
En esta etapa, la formación se dirigirá a cerca de 80 funcionarios de la plana mayor municipal, mayoritariamente varones, en base a los contenidos mínimos que define la ley. El equipo viene de capacitar a las autoridades de la Unicen y al Ejecutivo y Legislativo de Azul, y ahora harán lo propio en Tandil.
Al respecto, Giamberardino explicó que “para Tandil hubo una prioridad de parte del Municipio de formar en principio al Ejecutivo y hay una fuerte demanda en el Legislativo. En el consejo asesor se planteó, además, la necesidad de que se puedan coordinar encuentros presenciales y que tal vez tres de las cinco reuniones planeadas puedan ser presenciales porque se habilitan otras dinámicas”.
Para arribar a esta instancia, las profesionales destacaron que hubo un trabajo encuadrado en el consejo asesor, que fue el espacio que permitió tomar decisiones, definir el impulso último y sortear la cuestión presupuestaria para acordar el pago de las horas cátedra de las capacitadoras.
“Este dispostivo nos permitió seguir encontrándonos y como programa de género insistimos en la necesidad de capacitar en distintos espacios y de habilitar trayectos de formación permanente”, describió.
De este modo, se abrió la posibilidad de extender a futuro las capacitaciones a toda la planta municipal -alrededor de 3 mil empleados- y de ampliar la formación más allá de esta etapa concreta.
Acerca de esto, Ruiz expuso que “la experiencia de Azul demuestra que cuando se empieza con las capacitaciones emerge la necesidad de capacitar también a la cara visible de una oficina, al personal de maestranza y demás; cuando esos procesos de sensibilización se replican empiezan a verse las emergencias y hay que asumir la responsabilidad, porque la ley es obligatoria y el consenso se seguirá construyendo”.
Formación continua
En torno a la continuidad de estos espacios de reflexión y de capacitación, Giamberardino retomó que “es necesario un plan que exceda la capacitación y avanzar con el resto de los espacios del Municipio” y detalló que “salió como un interés del sindicato, que por otro lado compartimos, la necesidad de que haya una fuerte capacitación con los efectores de salud, que tienen una implicancia directa con la comunidad “.
En tanto, Ruiz destacó que estas cuestiones deben ser sostenidas en el tiempo para poder avanzar sobre más territorio y volver sobre lo trabajado para revisarlo y repensarlo. “No hablamos de adquirir un conocimiento para aplicarlo, es revisar nuestras prácticas, nuestra forma de ver el mundo y de vincularnos. Esto es extenso e implica avanzar sobre otras instancias para transformar las cosas”, indicó.
Por su lado, la titular del Programa de Género universitario consideró que además de lo que puedan aportar desde su lugar, es condición necesaria que exista un voluntad por parte de quien está escuchando para dejarse interpelar, y ponderó que es imposible lograr una transformación real si la persona de enfrente “no está dispuesta a revisarse y reconocer sus propias estrategias sexistas, gordoodiantes, pobreodiantes. Evidentemente este trabajo puede aportar a modificar comportamientos e ideas para poner en tensión estereotipos y estigmas, a visibilizar situaciones que el sentido común alerta que son situaciones de ninguneo, de violencia simbólica, pero el feminismo construye un paradigma capaz de ver todas las opresiones y no sólo las vinculadas al género”.
Desarmar privilegios
En concreto, la formación intenta cuestionar los privilegios del patriarcado y las condiciones de desigualdad que operan, de forma muchas veces sutil e invisibilizada para que las mujeres y disidencias accedan a espacios de poder y decisión. No es casual que la mayoría de los directivos y funcionarios comunales a capacitar ahora sean hombres.
En este sentido, Marchetti explicó que se trata de pensar que las mujeres no llegan en condiciones de igualdad a los diferentes espacios y por eso es menester analizar las condiciones de existencia previas, que explican esta inequidad. “Si bien estamos en democracia y ocupamos espacios públicos, no llegamos en iguales condiciones porque además del trabajo por fuera del hogar, nos hacemos cargo del 60 por ciento de las tareas de cuidado y no llegamos con ese tiempo libre para participar del sindicato, del espacio político, para ir a las reuniones, por eso hay exponer las cosas que no hacen posible que una mujer sea candidata y es necesario pensar esos espacios androcéntricos que precisan algún tipo de política para generar las condiciones de igualdad, quizás a través de acciones de discriminación positiva”, refirió.
Además, reseñaron que hay prácticas de resistencia pero también sucede que las propias mujeres no reconocen esa explotación y ese trabajo no pago que hacen desde siempre. “Sobre todo en pandemia, que el trabajo se metió en casa y en simultáneo las mujeres trabajamos para afuera y para adentro”, sintetizaron.
La teoría que legitima
Por otra parte, se enfocaron en el carácter teórico e histórico de los conceptos que se abordarán, que parten no desde un sentido común –que las más de las veces es patriarcal y clasista- sino desde una construcción epistemológica que legitima y valida estos saberes como parte del campo de producción del conocimiento.
“Hay un impacto en que haya una capacitación obligatoria a partir de una genealogía de luchas que tiene 30 años en Argentina y articula las demandas de los feminismos teóricos, populares y territoriales. Todo esto se expresa en esta capacitación Micaela, que permite pensar también en el diseño de políticas públicas para empezar a pensar con otros y desde otros lugares. El impacto no va ser de acá a un mes, pero va decantado y están quienes se animan a repensarse”, inquirió Marchetti.
A su vez, Ruiz agregó que esta instancia de formación “legitima a quienes vienen remando desde adentro con sus demandas”.
Por último, Giamberardino valoró que haya "una apuesta al diálogo desde la construcción teórica, que tanto los movimientos de mujeres como las disidencias y algunos espacios de la academia ponen en cuestión y nos da la certeza de que el camino es por el diálogo, la sensibilización y la formación”.