“Macri nos tiene que agradecer la gobernabilidad”, sostuvo Antonio Caló en su paso por Tandil
El hombre histórico de la UOM y exintegrante del triunvirato de la CGT, arribó a la ciudad para participar de un almuerzo en la seccional local del gremio. Se reunió con referentes sindicales y con el candidato a intendente por el Frente de Todos Rogelio Iparraguirre. Bregó por un cambio de gobierno y cercioró que la industria metalúrgica perdió 50 mil puestos de trabajo en los últimos cuatro años.
El histórico secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica y exdirigente de la CGT Antonio Caló, pasó ayer por Tandil para participar de un almuerzo en la seccional local de la UOM y apoyar la candidatura de Rogelio Iparraguirre.
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Invitado por Carlos Romano, delegado de la UOM Tandil, Caló compartió una comida y posteriormente se reunió con los principales dirigentes sindicales de la ciudad y la zona en la sede del gremio situada en Rodríguez y Montevideo.
La situación de la industria metalúrgica
En conversación con El Eco de Tandil, el referente enfatizó que la industria metalúrgica fue muy vapuleada en los últimos cuatro años y precisó que la crisis se cobró 70 mil puestos de trabajo en el sector, además de 20 mil trabajadores suspendidos cuyo destino aún es incierto.
El año pasado la ciudad soportó el cierre de la empresa emblema de la metalmecánica, Metalúrgica Tandil, que dejó un tendal de 100 obreros despedidos luego de que la multinacional Renault decidiera poner fin a la producción en esta zona, pese a las negociaciones, tomas y marchas que encabezó la fracción local de la central obrera metalúrgica. La mayoría de los obreros cesanteados aún no han podido reinsertarse en el mercado del trabajo. Y de acuerdo a un informe elaborado por la entidad que se dio a conocer en mayo, desde 2015 a esa fecha se perdieron en Tandil 500 puestos laborales ligados al sector.
“Acá la más grande fue la Metalúrgica Tandil, pero en toda la Argentina en los últimos cuatro años perdimos miles de puestos, tenemos la esperanza de que el próximo gobierno pueda revertir esta difícil situación. Toda la industria nacional ha perdido”, sentenció.
El sindicalista explicó que el favorecimiento a las importaciones fue en desmedro de las fabricaciones nacionales, que debido a la gran presión impositiva no puede competir con otros productos. “Este Gobierno apostó a que se compre lo importado que es más barato que lo nacional, y no se puede competir porque las cargas impositivas son el 50 por ciento del valor del producto cuando en China no les cobran impuestos y entonces pueden vender barato”, graficó.
La CGT y la gobernabilidad
Preguntado sobre la inacción criticada desde diversos ámbitos a la cúpula sindical argentina nucleada en la CGT, Caló sostuvo que “se acompañó la gobernabilidad” y señaló que “la CGT cuando tuvo que hacer paro lo hizo” ante las lesivas políticas de Estado que han sufrido la masa trabajadora.
“Si yo fuese el presidente Macri llamaría a la CGT y agradecería la gobernabilidad. No supieron aprovechar la gobernabilidad que les dieron los trabajadores, creyeron que se la daban los mercados, los bancos, pero se la dio el movimiento obrero”, completó.
También indicó que luego de las PASO los secretarios generales de los principales sindicatos se reunieron para “garantizar la paz” en la eventual transición de gobierno tras la victoria de Alberto Fernández en los comicios. “Tiene que cambiar el gobierno, Argentina está gravemente enferma, el 35 por ciento de la gente está por debajo de la línea de pobreza. Nos jactamos de que producimos alimentos para 400 millones de habitantes y no le podemos dar de comer a 40 millones de argentinos, entonces algo hicimos mal todos. De aquí en adelante no tenemos que volver a equivocarnos para que todos puedan tener un plato de comida”, expuso.
Además, Caló se refirió a su relación con el empresariado argentino, a la que calificó como “buena”. “Siempre tuve buena relación con los empresarios, para que los sindicatos sean grandes tiene que haber empresas grandes, no tenemos que combatirlas”, aseveró y ratificó que “tenemos que estar todos juntos”, dando asidero a la postura aglutinadora de la UOM, las diferentes facciones gremiales y la coalición política del Frente de Todos.
Por último, hizo suyas las palabras que pronunció Juan Domingo Perón al volver del exilio en 1973: “Esto lo arreglamos entre todos los argentinos o no lo arregla nadie”.