Lunghistas empiezan a marcar diferencias con el manejo que la Provincia mantiene con la cuarentena
La sintonía que se exponía entre Nación, Provincia y Municipio parece resquebrajarse con el correr de las horas y, en especial, al son de las presiones sectoriales que claman por ser contemplados en la flexibilización de la cuarentena. Con la extensión decretada y el rechazo de algunas iniciativas elevadas, empezaron a brotar diferencias políticas a la hora de ponderar los alcances del aislamiento social, preventivo y obligatorio, como así también sobre el abordaje asumido por las máximas autoridades, especialmente sobre la mirada “unitaria” de una problemática que claramente tiene diferencias notorias frente a la emergencia sanitaria. La gravedad de lo que ocurre en lo zona bautizada como AMBA (Capital y Gran Buenos Aires) no se condice con lo que ocurre en otras provincias e incluso, dentro del mismo escenario bonaerense.
Recibí las noticias en tu email
Bajo ese dinámico escenario sanitario y político, los distritos del interior empiezan a marcar sus reparos frente a las decisiones unilaterales que, por caso, rechazaron una catarata de protocolos promovidos en pos de la reapertura de actividades varias. En el caso de Tandil, aquello que atañe al turismo y los gimnasios.
En ese tren se subieron en las últimas horas algunos dirigentes del lunghismo que, lo que se expone puertas adentro del gabinete empezaron a destilarlo por las redes sociales, lo que podría tomarse como una declaración y/u opinión individual aunque no pocos confiaron que resulta el pensamiento de muchos.
En las últimas horas el mismísimo presidente Alberto Fernández supo definir –palabras más, palabras menos- que la emergencia sanitaria puso al desnudo las desigualdades sociales en el país.
Trayéndolo al pago, el presidente del Sistema Integrado de Salud, Gastón Morando, expuso en su red social Twitter su mirada crítica sobre lo que percibe en materia de políticas públicas de Nación bajadas a los municipios.
“Tres dimensiones fundamentales afectadas por la gestión de la pandemia: federalismo, república y autonomía municipal”, escribió en menos de 280 caracteres.
La lectura de dicha declaración por el ciberespacio deja en claro las diferencias del radical para con determinadas decisiones emanadas de la administración Nacional como Provincial, en detrimento de una de las banderas que el correligionario siempre levantó acerca de las autonomías municipales a la hora de la toma de decisiones como su administración de recursos.
Más diferencias
Quien se explayó aún más sobre en el debate citado fue el concejal de Juntos por el Cambio Luciano Grasso, quien apuntó más hacia una mirada más abarcativa a la hora de ver y abordar la pandemia y cómo bajar políticas públicas en ese sentido.
“La gestión de la pandemia es muy buena en términos generales. Mirémosla desde su propia multidimensionalidad para decidir lo que viene”, expuso Grasso, añadiendo en su hilo argumentativo en la red del pajarito que “infectólogos/as y epidemiologos/as conocen sólo parte del problema. Sin una mirada sanitaria integral que incluya especialistas en Salud Mental y medicina familiar y sin incorporar la sociología, filosofía, ciencias políticas y economía, se profundizará un modelo de respuestas simples a un problema complejo”.
A modo de reacción por la conferencia de prensa Presidencial del pasado sábado, el concejal agregó que “debemos ir saliendo de la cuarentena sin focalizar sólo en la curva de contagios y sin subestimar ningún aspecto. El `va a durar lo que tenga que durar´ no se condice con un plan de salida ordenada que tenga en cuenta los padecimientos mentales producto del aislamiento”.
A la vez, Grasso señaló sobre “la discontinuidad laboral, educativa, recreativa y el distanciamiento afectivo”, considerando que “obviar estos problemas también angustia”.
Lo expuesto por los dirigentes radicales serranos va al compás del discurso de otros dirigentes nacionales que marcaron sus diferencias por el curso de la cuarentena y sus efectos. Queda el interrogante si dicho pensamiento se condice con el del jefe comunal, que hasta ayer se exponía incluso más severo con los mandatarios nacionales y provinciales, pero que al devenir del buen presente sanitario y sin casos confirmados a la vista en la ciudad, empezó a esbozar un viraje en la intransigente postura que tenía ayer.