Luego de su renuncia, Madarieta cuestionó que el Municipio no use los fondos destinados a ayudar a empresas y trabajadores
El ahora exfuncionario renunció a la Secretaría de Desarrollo Productivo del Municipio por pedido de la titular de esa dependencia, Marcela Petrantonio. Las discrepancias surgieron en torno al manejo de recursos económicos y la subejecución de programas municipales y fondos para asistir a ciertos sectores en el marco de la pandemia. “En un contexto de emergencia me parece correcto usar los fondos y que lleguen a quienes los necesiten. Esto es una decisión exclusiva de la secretaria del área", señaló
Hace unas semanas, trascendió que el director del área de Industria, Comercio y Emprendedores del Municipio, Mauricio Madarieta, se alejaba del área de la que formaba parte desde 2018, cuando se sumó al equipo de Raúl Moyano en la entonces Secretaría de Desarrollo Económico Local. Así, a mediados de septiembre, el ahora exfuncionario presentó su renuncia a pedido de la titular de la dependencia renombrada como Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales, Marcela Petrantonio.
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En concreto, se refirió al Programa de Asistencia Financiera del Municipio, que se lanzó en mayo para ayudar a emprendimientos locales que no recibían beneficios nacionales como el ATP. Esta situación ya ha sido expuesta por diferentes actores involucrados en la problemática, que aseguraron que no recibieron las partidas contempladas en este flujo de recursos; microcréditos, aportes no reembolsables para cooperativas y políticas específicas de inserción laboral. Al respecto, Madarieta afirmó que hay una partida especial direccionada para estos fines, pero que a la fecha no se ha ejecutado en su totalidad.
Fondos ociosos
Además, detalló que la Secretaría tiene fondos propios presupuestados por alrededor de cinco millones de pesos para distintos programas, que tampoco han sido canalizados hacia acciones específicas. En este sentido se pueden mencionar los fondos del Promicro o del Promojoven, que todavía no se han tocado.
“En un contexto de emergencia me parece correcto usarlo y que llegue a quienes lo necesiten. Esto es una decisión exclusiva de la secretaria del área. Incluso también se desconocieron compromisos ya contraídos con algunas empresas”, cuestionó.
La respuesta que elaboró el Gobierno el pasado 21 de agosto, y que Petrantonio compartió con este medio en ese entonces, muestra que en seis meses de pandemia se entregaron ocho créditos de hasta 200.000 pesos por un monto total de 1.150.000 pesos; 31 créditos de hasta 30.000 pesos que comprenden una partida de 823.528 pesos y que 15 personas fueron dadas de alta en 11 empresas de la ciudad. Esta fragmentación de partidas suma fondos por 2 millones, menos de la mitad de los 4,5 millones de pesos anunciados cuando se presentó la propuesta.
La gestión de Petrantonio se encuentra en ojo de la tormenta por los escasos resultados que se perciben desde su área y por las severas críticas que recibe de uno y otro lado.
Por otro lado, más allá de la cuestión de los fondos ociosos, también se desmantelaron sectores como el Club de Emprendedores-Incutan- y se cambió la visión estratégica desde lo programático. Con la llegada de la pandemia de coronavirus al país, no se pudo concretar ninguno de ellos y ni siquiera hubo gestión de recursos para fortalecer al segmento productivo.
Asimismo, otro aspecto que hace ruido es el manejo de fondos a través de la Agencia de Desarrollo Territorial Centro IDEB Tandil, cuya presidente es la funcionaria, y está conformada por un directorio que comprende a actores estatales y privados. Este ente tiene como objetivo asistir a aquellas empresas u organizaciones que necesiten apoyo en el desarrollo de sus proyectos, aportando su estructura jurídica para facilitar la gestión, organización y gerenciamiento. Estos proyectos deben estar dirigidos a mejorar las actividades productivas y comerciales, fomentar innovaciones que impliquen investigación, desarrollo y transmisión tecnológica, entre otras.
Petrantonio ha manejado recursos de asistencia financiera desde espacio y aunque tiene la potestad de hacerlo, genera un movimiento de dinero y elecciones que no sólo corren por cuenta del Municipio. Y, en rigor, los programas y propuestas subejecutados son patrimonio exclusivo de la comuna.