Juan Carlos Pugliese (h) seguirá “tocando futuro” con su nombre en una calle de la zona del Campus
El Concejo Deliberante rindió homenaje al referente de la educación, dirigente y vecino, que partió el 21 de septiembre de 2020. Hubo hermosas palabras desde los dos espacios del radicalismo, pero también del peronismo. Tras una extensa búsqueda, encontraron una calle enfrente al Campus que ahora lleva el nombre “Rector Juan Carlos Pugliese”.
En un merecido homenaje, se aprobó por unanimidad la nominación como “Rector Juan Carlos Pugliese” de una calle cercana al Campus de la Unicen. La arteria, elegida especialmente en esa zona, es la continuación de Los Robles, en una chacra ubicada frente al complejo universitario.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDurante el debate legislativo, la presidenta del bloque Alternativa Tandil, concejal Rosana Florit, trazó una emotiva reseña y repasó la extensa trayectoria del exrector normalizador de la Unicen, quien fue electo para el mismo cargo por otros dos períodos. Además, hubo palabras del radicalismo lunghista y del peronismo, lo que dimensionó la huella imborrable que “Juancarlitos” dejó en la comunidad.
Un “ancla” comunitaria
En principio, Rosana Florit destacó que en estos tiempos en que filósofos hablan de que “vivimos en la fluidez, entendida como lo fácil y continuo”, resaltó que para los seres humanos “es necesario en algún momento tener anclas”, aunque señaló que “no tienen el sentido del peso”.
En ese hilo, la autora del proyecto expuso que el ancla permite “que estemos quietos” en tiempo y espacio para pensar “dónde estamos y a dónde vamos”, más aún en momentos “turbulentos, de barcos que se mueven en la impermanencia, en esta fluidez cultural, en esta sinrazón de la razón, en muchas conversaciones que nos atraviesan”.
Cultora manifiesta del valor de las palabras, la concejal reflexionó que si bien cada uno tiene su ancla, “en lo comunitario también aparecen personas anclas que por un momento nos detienen a pensar dónde fuimos, de dónde venimos, a dónde vamos”.
Y en ese marco, mencionó que Juan Carlos Pugliese (h) atravesó la vida de muchos porque “fue quien trajo a Tandil un plan de estudios en una escuela que fue una revolución, que fue el Ciclo Básico General en la Escuela de Comercio. Habían elegido 19 escuelas del país y Tandil había sido una de ellas. Esto ocurrió en el año 89, cuando no se hablaba de trabajo en equipo; cuando el aula era solitaria; cuando la planificación áulica era solitaria; cuando la libertad de cátedra primaba, entonces cada uno hacía en nombre de la libertad de cátedra lo que se le daba la reverenda gana”.
Como exdocente ejerciendo en ese contexto, agregó que Juan Carlos Pugliese “nos enseñó a trabajar en equipo. Entonces hubo muchos alumnos atravesados por ese plan de estudios que aprendieron a pensar distinto, a entender que las materias no eran cuestiones individuales sino que la construcción del conocimiento era colectiva. Estos alumnos tenían de a cuatro profesores en el aula, lo que generaba a veces mucho ruido, mucha desazón, mucha inquietud, y fue verdaderamente un proyecto de avanzada que poca gente dimensiona cómo atravesó las vidas de los alumnos y de los docentes”.
Contó que a partir de esa experiencia de formación, “aprendí que nadie llega solo y que nadie enseña solo, y que el conocimiento es una construcción donde cada uno tiene algo para decir y no hay verdades absolutas sino que hay verdades relativas”.
No estridente pero luminosa
Volviendo a estos tiempos de “fluidez”, Rosana Florit sostuvo que Pugliese “hizo carne una palabra que no es estridente pero es luminosa y es educación”, y señaló que “se transforma en estridente en la campañas políticas, pero después esa palabra solita se va y se queda en las aulas, viviendo con los docentes que la ponen en acto y sigue siendo luminosa, porque el que enseña toca futuro y como toca futuro, no sabe a quién tocó. Seguramente, Juan Carlos Pugliese no sabe a quién tocó, ni cómo nos tocó y sin embargo, tocó futuro”.
Entonces, expuso que “en tiempos de fluidez, de necesidad de anclas, de palabras que no son estridentes pero que son luminosas y son permanentes aún en la impermanencia, nos parece que este hombre que caminó por estas calles, que nació en esta ciudad, fue capaz de hacer carne esa palabra de manera constante, y no ocasional, y no con un uso político. Ahí está el valor de esa personalidad”.
En representación de su bloque, señaló que “por eso creemos que es tan importante que una calle de la ciudad lleve el nombre de él y esa calle esté cerca del Campus, porque los que tocan futuro se desvanecen en el tiempo. Y es muy factible que de acá a unos años algún niño en un motor de búsqueda quiera saber quién era Juan Carlos Pugliese, y entonces va a aparecer este señor que hizo carne en la educación, esa palabra tan vapuleada y tan luminosa, que además tiene el poder de la revolución en sí misma, de la pacífica, la silenciosa, la que cambia vidas, la que hace que la gente sea distinta y sea mejor”.
Perfil y trayectoria
Por su parte, Maridé Condino leyó un texto de las doctoras Marisa Zelaya y Liliana Martignoni, amigas de Juan Carlos Pugliese, redactado a partir de su fallecimiento ocurrido durante la madrugada del 21 de septiembre de 2020.
En primer lugar, a través de las autoras puso de manifiesto que tanto familiares, como colegas, amigos, allegados y adversarios de la política “destacan su valor de su perfil personal y su trayectoria profesional”.
“Juanca fue un hombre con mayúsculas, que supo estar presente en momentos muy complejos para nuestra sociedad y nuestras instituciones”, señalaron y agregaron que “este hacedor reformista supo conjugar la política y la academia con un sello particular, esto es poniéndola al servicio del bien común más allá de los estándares de cada uno de esos dos mundos”.
En la voz de la legisladora, repasaron que “enfrentó con fuerte protagonismo la salida de la dictadura y la lucha por el retorno y la consolidación de la democracia que involucró, entre tantas otras causas, los ideales del Congreso Pedagógico Nacional de los años 80”.
Y al hablar de su extensa trayectoria, sumaron el paso de Pugliese por el Instituto Universitario River Plate, “cuya biblioteca lleva su nombre” y “más recientemente, lo escritos que quedaron como aportes para todos de la definición de los principios para la generación de una nueva ley de educación superior para la República Argentina”.
En otro tramo, el texto puso en valor que “en contextos de fuertes confrontaciones con la política y la academia desde donde construyó importantes consensos, también supo atravesar con una gran dignidad y humildad, poco usual en estos tiempos, las fuertes resistencias y disensos que generaron, ganando y perdiendo pequeñas y grandes batallas sin claudicar por ello en sus principios. Nunca dejó de utilizar la misma herramienta, una y otra vez, el diálogo respetuoso para promover acuerdos, mostrándose abierto a la posibilidad de revisar su posición en pos de fortalecer y consolidar las políticas y las prácticas democráticas en los espacios por los que le tocó atravesar”.
Un demócrata
Por su parte, Darío Méndez puso en valor el reconocimiento “para una persona que ha sido muy importante para nuestra ciudad y para el sistema educativo en general. Tuvo ni más ni menos que la ardua tarea de la normalización de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires en la salida del proceso dictatorial, que en ese momento había que ponerse los pantalones largos para hacer las cosas, no era sencillo y había que tener mucha voluntad y mucha convicción”.
Lo definió como “una persona de la democracia, un hombre totalmente identificado con los preceptos de la Unión Cívica Radical que los llevó a lo largo de toda su vida, honrando también la memoria de su padre. Vaya este reconocimiento para él y para toda su familia”.
Una vida para la educación
En los considerandos de la ordenanza para nominar la calle “Rector Juan Carlos Pugliese (h)” se incorporó un repaso de su vasta trayectoria en ámbitos de la educación. Nacido en 1948, fue abogado, docente y dirigente destacado de la política universitaria.
Asumió como rector normalizador de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y en 1984 fue elegido, por el voto de la Asamblea Universitaria, en el primer rector de la recuperación de la democracia, para el período 1985-1988, y reelecto para el cargo entre 1989-1992.
Entre marzo y mayo de 1987 fue presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y de 1988 a 1989 asumió el rol de subsecretario de Gestión Educativa (1988-1989) del Ministerio de Educación de la Nación.
También fue director de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau), organismo que presidió entre el 2000 y 2002.
En el año 2002, cuando la unidad nacional era una necesidad imperante, el Dr. Pugliese asumió la Secretaría de Políticas Universitarias (2002-2005).
En 1989, gestionó la implementación del programa de estudios Ciclo Básico General (CBG) que funcionó en la Escuela Nacional de Comercio, plan innovador que se puso en marcha en 19 escuelas nacionales del país.
En su gestión, vinculó a la Unicen con las universidades argentinas y muchas de distintos países, como así también con las distintas organizaciones de promoción de la investigación y la ciencia, asegurando la calidad y las políticas de evaluación. Impulsó el desarrollo científico, la vinculación y transferencia con la mirada puesta en las problemáticas sociales, e instaló definitivamente la internalización de la política universitaria.
“Su defensa de la educación pública, democrática, gratuita y laica, pero a su vez, el respeto hacia las instituciones privadas, fueron claves en todo momento. Esto permitió al sistema universitario argentino consolidar a algunas de estas medidas como líneas estratégicas propias del sistema”, señaló la iniciativa.
Por último, subrayó que Juan Carlos Pugliese (h) “ha dejado huellas en el sendero tandilense y de la educación superior argentina hacia la implementación y consolidación de políticas universitarias sólidas y modernas que trascienden el pago, por lo que obtuvo el reconocimiento de todo el sistema que le dedicó un lugar de privilegio y alta estima entre sus dirigentes y una importante consideración en la historia de los argentinos”.
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