Graciela Camaño respaldó a Almenta y dijo que Cristina y Macri son responsables de la decadencia del país
La candidata a diputada por Consenso Federal pasó por Tandil y consideró a la ciudad como un motor electoral. Dijo que la pobreza, indigencia y desempleo podrán ser resueltos con Lavagna. Evocando la Constitución Nacional, planteó que hay que mirar 200 años adelante y que Buenos Aires es la única que no cumple con la autonomía de los municipios. Almenta criticó la visita de Vidal, por no mostrar la realidad del Parque Industrial.
La candidata elegida por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey para encabezar la lista de diputados por Consenso Federal, Graciela Camaño, llegó ayer a la ciudad para demostrar su apoyo a Andrea Almenta, con quien resaltó que las une el afecto y la ruta compartida.
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En este viaje de respaldo, aseguró que fueron ellas dos algunas de las personas que sostuvieron la coherencia de mantenerse firmes en el espacio, sin aceptar el pasado ni el presente. A la vez, consideró a Tandil como un motor de la Quinta Sección Electoral, más allá de su virtuoso paisaje.
En su estadía, brindó una conferencia de prensa en la Cámara Empresaria de Tandil (CET), donde además intercambió ideas con referentes de la entidad, empresarios e industriales. En el encuentro estuvo presente su par, el tandilense Alejandro “Topo” Rodriguez, y demás integrantes de la lista local.
La funcionaria, que fue también ministra de Trabajo durante el gobierno de Eduardo Duhalde, se mostró con muchas expectativas ante el frente que han construido para estas elecciones. Fundamentalmente se dijo convencida de que Lavagna es el único que puede resolver la situación que atraviesa el país, porque ya lo ha hecho antes. Además, lo destacó por haber pasado por la función pública sin una mácula, calificándolo como un hombre de “honor y de bien”.
Todo para salir “del pantano”
La dirigente política cargó contra Mauricio Macri y Cristina Fernández, considerando al actual mandatario como el emergente de la “ineptitud” y la falta de visión política de la expresidenta, advirtiendo que ambos son responsables de la decadencia del país.
Sostuvo que el resultado de esos dos períodos es finalmente el alto grado de pobreza, indigencia y desocupación que se atraviesa hoy. “Hace ocho años que Argentina no crece”, lamentó.
En ese sentido, ante los presentes en la CET, expuso su enfoque de que hay que mirar 200 años hacia adelante para poder construir y “salir del pantano”, como se hizo al momento de crear la Constitución Nacional. En el mismo marco recordó la visión de futuro que caracterizó a Raúl Alfonsín. “Tenemos todo, entonces hay que salir de la idea de beneficiar a unos pocos”, indicó.
Así, se encaminó a revalorizar el espacio político del que forma parte, que tiene como intención la conformación de un consenso amplio, entendiendo que un dirigente solo no puede lograrlo. “El pensamiento que nos acompaña es desarrollista y moderno. Nos salimos del camino de perseguir los intereses individuales”, explicó.
Buenos Aires, un caso aparte
Por otro lado, se refirió a uno de los graves problemas que implica a la provincia y tiene que ver con el incumplimiento de la reforma constitucional de 1994, que planteó la autonomía de los municipios.
Puntualmente se enfocó en la imposibilidad de autogestión e independencia política, asegurando que en Buenos Aires los cargos terminan siendo ocupados por personas que ni siquiera son del lugar. Ejemplificó con el caso del precandidato a gobernador Axel Kicillof o a la misma Crsitina Fernández. “Acá se roban las bancas”, denunció.
Al respecto, dijo que se trata de un problema serio de identidad en los bonaerenses y, aunque se fue dando cierta autonomía con el tiempo, esta no tiene que ver con los derechos. Consiguientemente, planteó que la forma de solucionarlo es repensando la provincia, con un sistema unicameral, bajando el gasto político y generando un ordenamiento más eficaz.
“No podemos tener un conglomerado de tres millones de habitantes en La Matanza”, remarcó. Sin embargo, confirmó que hay cosas para poner en marcha, pero para eso es necesario que haya concordancia. Por ejemplo, entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Capital Federal, para lo que refiere al conurbano, lo que hasta el momento no estaría sucediendo.
“La Constitución Nacional dio la autarquía en el 94, pero la provincia fue un caso aparte”, insistió. Finalmente, aseguró que fue Eduardo Duhalde el último que hizo algo por Buenos Aires, considerando que todo lo que vino después fue simplemente “mucho gasto en publicidad”.
El alejamiento de Massa y Pichetto
La funcionaria también fue consultada por su alejamiento y el desarme de la fuerza Alternativa Federal, que pretendía encaminarse con referentes como Sergio Massa y Miguel Ángel Pichetto, entre otros.
Claramente resultó de gran frustración para ella, porque según contó fueron muchas reuniones y esfuerzo puesto en tratar de lograr una mesa de coincidencias. Si bien había expectativa con esa fuerza, sostuvo que en algún momento tanto Cambiemos como el Frente de Todos trataron de captar a los dirigentes de Alternativa y algunos no pudieron mantenerse firmes en sus convicciones.
“El caso más paradigmático es el de Pichetto, que no tuvo pudor y se fue con Macri”, determinó. Mientras que con respecto a Massa consideró que fue todo más largo. De hecho, reveló que ella hace rato notaba que él tenía ganas de volver a formar parte de ese círculo del peronismo. Además, la intención clara era poder formar un frente que logre sacar a este gobierno. Lamentó entonces que mucha gente vaya a votar sólo por considerar al actual Presidente como el enemigo número uno, comparando con la postura del exintendente de Tigre.
“Cuando sos coherente te podrás equivocar, pero ganás respeto”, consignó y lo relacionó con su actual referente, Roberto Lavagna, calificándolo como un “viejo zorro” que se dio cuenta de que había arreglos por atrás.
“El planteó armar otra cosa, que incluya a otros partidos políticos más allá del peronismo, aunque puso demasiada intención en el radicalismo, que es muy orgánico”, analizó, y resaltó la participación complementaria del GEN, el socialismo y otros regímenes.
Un guiño para el campo
Por su parte, el tandilense Alejandro “Topo” Rodríguez, aspirante a diputado por Consenso Federal y hombre de confianza de Lavagna, se ocupó básicamente de refrescar los principales ejes sobre los que trabajan desde el espacio.
En este sentido, se refirió a la intención de reducir el Impuesto a las Ganancias a las Pymes, poner más plata en el bolsillo de la gente y lograr mejores acuerdos con el FMI. Pero además, dirigiéndose al sector agropecuario, sabiéndolo fuerte en la zona, adelantó la conformación del “Fondo Más Campo”.
Se trata de un programa que busca nutrirse de parte de los impuestos que paga el productor al Gobierno, con la intención de incentivar con eso a los municipios que “inviertan bien”. A modo de explicación, puso de ejemplo la Cooperativa Vial que tan bien funciona en Tandil para el mantenimiento de caminos.
Asimismo, buscarán mejorar la conectividad y electrificación rural, como también acercar beneficios para la adquisición de maquinaria agrícola. “No queremos que se sigan endeudando en dólares, así que queremos bajar la tasa del Banco Provincia”, reveló.
“Tenemos un Estado que nos pone
palos en la rueda para crecer”
La precandidata a intendenta por el espacio también dio su voz a lo largo del encuentro e hizo hincapié en la visita de la gobernadora María Eugenia Vidal y una realidad que no es tal.
Para Andrea Almenta, es esencial dejar de pensar en ser un modelo agroexportador y para eso hay que apoyarse en las pequeñas empresas y la industria.
Respecto de la recorrida que realizó la mandataria bonaerense al Parque Industrial de Tandil (PIT), se mostró indignada ya que para ella la empresa que visitó no refleja la realidad del 90 por ciento de las firmas que forman parte del predio.
Profundizando su malestar, lamentó que muestren como un ejemplo al PIT, siendo que tiene la mitad de sus tierras en situación de irregularidad. Recordó la cantidad de reclamos encarados para revertir la situación, sin encontrar asidero en ninguna de las áreas. “Tenemos un Estado que nos pone palos en la rueda para crecer”, resumió.
Como empresaria pyme, explicó que un proceso de industrialización no lleva menos de 15 años, advirtiendo que en todo ese período no pueden estar “a merced de la voluntad política”. “Tiene que haber una legislación”, propuso.