El rector de la Unicen advirtió sobre un año “complejo”
Repasó la actualidad del sistema universitario: Salarios, funcionamiento y la situación de la ciencia y tecnología.
Tras un 2024 marcado por la incertidumbre y atravesado por un fuerte reclamo del sistema universitario y de la sociedad con dos marchas masivas, la Universidad Nacional del Centro se prepara para afrontar un año complejo.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diálogo con La Mañana de El Eco (104.1 Tandil FM, EcoTV y El Eco Streaming), el rector de la Unicen Marcelo Aba describió un panorama marcado por la incertidumbre presupuestaria, el deterioro salarial y las restricciones en cuanto al funcionamiento.
A ese esquema, también expresó su preocupación por la falta de financiamiento para sostener el esquema en ciencia y tecnología y su impacto en el desarrollo nacional. “Poco a poco se va agotando lo que cada laboratorio, cada grupo tenía, y cada día se hace más difícil hacer ciencia en Argentina, lo cual nos va produciendo un retraso muy importante”, lamentó.
En ese sentido, anunció que en los primeros días de abril se llevarán a cabo jornadas en defensa del sistema científico en las universidades nacionales para visibilizar la situación.
A pesar de este panorama, Aba destacó que la universidad priorizará la actividad académica y el bienestar de los estudiantes.
Asimismo, valoró el apoyo de la sociedad a la universidad pública, al expresar que las marchas del año pasado. “La ciudadanía vio que se estaba amenazando un sistema que permite que muchos argentinos hayamos llegado a la universidad cuando si el modelo fuera pago no lo hubiéramos podido hacer”, enfatizó.
Un 2024 con un inicio “desastroso”
En la primera parte de la entrevista, reconoció que aún no tienen presupuesto asignado, por lo que estimó que será un año “complejo”, aunque “no de la gravedad” con la que inició 2024 que “era prácticamente terminal” dado el riesgo directamente vinculado a la imposibilidad de poder funcionar.
En el transcurso del año, y después de “dos grandes marchas”, el sistema universitario logró una recomposición que le permitió cerrar el ejercicio “con un poco más de tranquilidad, pero el inicio fue desastroso”.
Valoró que, pese a las condiciones, “pudimos llevar adelante” el año “y sin mayores dificultades”, pero haciendo “esfuerzos muy grandes y poniendo en juego los últimos recursos de la universidad”.
Estado actual
En tanto, señaló que este año no comenzó “con esa gravedad” en materia presupuestaria. De todos modos, alertó que “estamos prácticamente con un 50 por ciento de retraso en los gastos de funcionamiento”, porcentaje elevado que impactará a lo largo del año “si no hay una recomposición” de las partidas presupuestarias.
De todos modos, el rector aseguró que el punto que aún no encuentra solución apunta a la cuestión salarial y el retraso frente al avance de la inflación.
Al respecto, analizó que los salarios universitarios se encuentran “ligados a los incrementos de los empleados del Estado”, sin haber logrado “nunca” una actualización de “aquella gran pérdida que tuvimos entre noviembre y diciembre de 2023 y enero de 2024”.
“Los salarios perdieron muy fuertemente porque no hubo paritarias para los trabajadores universitarios, docentes y no docentes”, dijo y si bien admitió que “hoy vamos recuperando lo del mes a mes, lo de aquel gran desfase nunca se cubrió”.
En ciencia y tecnología
En cuanto a los recursos para proyectos en ciencia y tecnología, Aba expresó sus expectativas para que las partidas que se asignan a ese sector tengan la recomposición adecuada.
Planteó que “no llegan los subsidios, los salarios tampoco se incrementan en la medida de lo necesario, las promociones están retrasadas”. En definitiva, “todo” el sistema de ciencia y tecnología “está sufriendo el mismo tipo de política, tal vez con mayor dureza que el propio sistema universitario”.
“La actividad cotidiana requiere de muchos insumos, sobre todo en algunas disciplinas”, que tuvieron subas en el último tiempo y que no encuentra en los fondos asignados la actualización correspondiente, según indicó.
Entonces, alertó que “poco a poco se va agotando lo que cada grupo tiene y cada día se hace más difícil hacer ciencia en Argentina”, generando “un retraso muy importante”.
A ese esquema también sumó la paralización de obras de infraestructura, lo cual determina un panorama “realmente complejo”, con alertas en materia salarial, en ciencia y tecnología, en los gastos de funcionamiento, que están “restringidos”.
Con miras a un año que se prevé complejo, las autoridades universitarias garantizarán la cuestión académica, tal como lo hicieron el año pasado ante la falta de presupuesto, y después “tratar de ir cumpliendo con el resto de nuestras funciones”, aunque ello implique restricciones y el aporte de fondos propios a modo de compensación.
Políticas públicas
-¿Cree que se trata de un ajuste o que el Gobierno no cree en las universidades públicas?
-Creo que es una suma de las dos. Por un lado, hay declaraciones del propio Presidente o de funcionarios diciendo que la universidad pública es un gasto para el país, que se resolvería con un sistema privado. Allí hay una definición de corte ideológico, en la que claramente como universidades públicas no salimos beneficiadas.
-En un momento se planteó el tema de los voucher y que sean los alumnos los que elijan dónde ir…
-La universidad pública es la universidad pública a partir de la reforma de 1918, pero con una fuerte impronta en los últimos 20 y 30 años. No es solamente el aula, es la extensión, es decir, la presencia en la sociedad, es la investigación, es la generación de conocimiento. Y todo eso no se puede pagar en un voucher a un estudiante. En todo caso se le puede pagar la matrícula de un curso privado. Lo demás, si no lo hace el Estado, no lo va a hacer nadie. Por eso digo que son cuestiones de modelo. Pero además, si uno mira lo que está ocurriendo con el INTA, por ejemplo, también siendo sometido a un recorte muy fuerte. Entonces, me parece que es más una cuestión de recorte presupuestario, de achicar el gasto en esta cuestión de llegar al déficit cero, si se quiere más inespecífica, simplemente hay que achicar. Me parece que los dos caminos confluyen en una situación compleja.
-De todas formas, hubo muestras de apoyo a la educación pública, ¿cree que el Gobierno tomó nota?
-Ojalá, porque fueron movilizaciones muy contundentes. En aquel momento ese número que resultó tan conocido, el famoso 270, lo que hizo fue recomponer la inflación del año anterior. Y que se haya otorgado como exactamente lo pedíamos los rectores, fue una prueba en la que mucho tuvo que ver la ciudadanía, que vio que se estaba cerrando o amenazando un sistema que permite que muchos argentinos hayamos llegado a la universidad cuando no lo hubiéramos podido hacer si el modelo fuera pago. Y eso sigue ocurriendo hoy, donde tenemos más del 80 por ciento de estudiantes que es primera generación de universitarios, los mecanismos de bienestar tratan de acompañar a estudiantes que tendrían dificultades económicas para afrontar sus estudios y sin embargo aunando esfuerzos se logra que sean estudiantes y profesionales que cambian su vida. Entonces, todo un modelo que Argentina tiene, donde esta movilidad social ascendente que la sociedad salió a defender.
-¿Qué pasa con los estudiantes extranjeros no residentes?
-Es un tema casi colateral dentro de lo que es el sistema universitario argentino porque tenemos muy pocos estudiantes extranjeros, pero prácticamente ninguno que lo sea de carácter transitorio. Puede darse eso en algún periodo corto, cuando recién llega a otras universidades que tienen números más importantes. Y los mecanismos para que las personas regularicen su situación son rápidos, por lo que en poco tiempo se convierten en residentes. No es tan importante ese número. En el caso de la universidad, no hace a la discusión del presupuesto universitario.
Obras y compromiso de reactivación
Por otro lado, el rector de la Unicen Marcelo Aba ratificó el compromiso obtenido de Provincia para retomar el proyecto de puesta en valor de la fachada de la sede de Rectorado, en Pinto y Chacabuco.
En ese sentido, confirmó la reunión con el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense Gabriel Katopodis, en la que reafirmaron la decisión de continuar con la obra.
De todos modos, señaló que la prioridad de la gestión universitaria también está puesta en finalizar la obra de ampliación del edificio de Salud, en la sede de Olavarría.
Por lo tanto, planteó que “si bien seguimos tratando de reflotar a través de Provincia la obra de fachada, seguimos trabajando muy fuertemente para ver si podemos reflotar o avanzar en algo con la obra de la Facultad de Ciencias de la Salud, que realmente es una necesidad muy fuerte que tenemos”.
Debes iniciar sesión para poder comentar
INICIAR SESIÓN¿No tenés cuenta? Registrate aquí