Lunghi teme un rebrote de Covid-19 y aseguró que “el Estado provincial en salud no me ha mandado nada”
El jefe comunal Miguel Lunghi mostró su preocupación ante un posible rebrote de coronavirus producto del relajo social y vaticinó que hasta la primera parte de 2022 "no vamos a estar tranquilos". Respaldó las políticas sanitarias locales, apuntó contra la escasa ayuda provincial en materia de recursos y aseveró que “el pueblo de Tandil lo ha bancado”.

Como es habitual en la víspera de Nochebuena, el intendente Miguel Lunghi pasó por el programa “Tandil despierta” (ECO TV y 104.1 Tandil FM) para trazar un balance del año que se termina y saludar por las festividades. En esta ocasión, por primera vez la entrevista no pudo ser presencial, pero a través de la pantalla de su computadora Lunghi aprovechó para destacar la labor del sistema sanitario local durante la pandemia y fue pesimista ante un eventual recrudecimiento de la pandemia de Covid-19 que sigue asolando al mundo.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email“No se estudia cómo administrar una pandemia, fue un año muy difícil y creo que hasta 2022 no vamos a poder estar tranquilos”, expresó.
Por su parte, el pediatra se mostró muy conforme con el desempeño del Sistema Integrado de Salud Pública y su articulación con el sector privado para gestionar la compleja situación epidemiológica, pero alertó que los contagios están subiendo y que el cuadro va a desmejorar, aunque en este momento el sistema de salud se halle descomprimido.
Al respecto, no dudó en asegurar que habrá restricciones y nuevas medidas, si es necesario, para mitigar los efectos del coronavirus en la comunidad tandilense. Y en este tren, tampoco descartó volver a poner los puestos de control en los accesos para limitar la circulación de gente.
Aumento de contagios
El incremento de pacientes infectados es una tendencia en todo el país y Lunghi se lo adjudicó, principalmente, al relajo de la sociedad, que no cumple con las pautas mínimas de cuidado y se aglomera en diversos lugares sin barbijo ni distanciamiento.
“No tenemos conciencia de los dolores que esto nos puede acarrear, de las juntadas que hay en todos lados. No nos damos cuenta del sacrificio de los médicos, no hay terapistas en el país, en Tandil solo hay 8 que están agotados y en otros distritos apenas uno”, graficó.
El mandatario también refirió que “este fin de semana la gente no se va a testear, vamos en subida porque no terminamos la primer ola de la pandemia y tengo temor de que suba la cantidad de infectados, vamos hacia un brote mayor”.
Políticas sanitarias
Además, el Intendente esgrimió que el bastión sanitario se pudo sostener gracias a las políticas públicas municipales en materia de salud, que permitieron llegar a este impensado escenario con ciertas fortalezas.
“El Estado provincial en salud no me ha mandado nada, el pueblo de Tandil lo ha bancado”, disparó, en tanto enunció que recibieron apenas alcohol en gel y algunos elementos de protección para el personal que trabaja en los hospitales y centros.
“Ya estaba todo armado por el Municipio porque he tenido una política de estado coherente. Agradezco al pueblo que me haya votado en cinco oportunidades y espero no haberlos defraudados”, se sinceró.
Déficit económico
Asimismo, puso el énfasis en el comprometido panorama económico que debió afrontar la comuna, que llegará al año que viene con un déficit “controlado” de alrededor de 70 millones de pesos. Esto es producto de la caída de la coparticipación y de la disminución en la cobrabilidad de las tasas municipales.
Así, indicó que hasta el 30 de noviembre se registró una baja de la recaudación de 480 millones de pesos, entre la disminución de la coparticipacion del 8 por ciento –que fue compensada con recursos enviados por el Ejecutivo provincial través del ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción) y de un crédito de 46 millones de pesos- y la baja en la cobrabilidad de las tasas, rasgo que evidenció una caída del 18 por ciento.
Sumado a esto, se reorientaron 150 millones de partidas presupuestarias municipales hacia el SISP para reforzar la capacidad de respuesta.
Es preciso recordar que el próximo martes, el Concejo Deliberante tratará el Presupuesto 2021, que prevé un alza de las tasas del 38 por ciento y que pone el foco de los recursos en el área de salud.
Las vacunas
También se refirió al tema de las vacunas contra el Covid-19 y pese a que recomendó aplicarlas, cuestionó los manejos del Gobierno nacional en torno a la vacuna rusa y las primeras dosis que arribarán esta noche al país, destinadas a inmunizar a los agentes sanitarios en tanto población de riesgo.
“Son para un pequeño porcentaje de la población, no alcanzan las dosis que van a traer ahora. La vacuna es voluntaria, cada uno decide si dársela o no, yo me la daría. No creo en un juego de que sea mala la vacuna, pero la comunicación del Gobierno es un espanto”, analizó.
No obstante, subrayó que otros países de la región van a adquirir la vacuna producida por el conocido laboratorio estadounidense Pfizer y criticó que Argentina aún no haya rubricado un acuerdo de comercialización con los fabricantes -aunque la vacuna fue aprobado por la Anmat-, y en cambio haya preferido negociar con Rusia.
“Entiendo que hay intereses geopolíticos”, consideró.
Cuidados colectivos
Por último, reiteró su preocupación por el “mal” comportamiento social y señaló que “estamos desbandados”. “Vamos hacia un brote mayor de la primera ola y todavía no llegó la segunda como está pasando en Europa”, vaticinó.
en este punto, apuntó a la responsabilidad individual para garantizar los cuidados colectivos y aseveró que no se trata de seguir “tirando piedras” ni de generar más controversias de índole política.
“Hagamos como dijo Obama alguna vez, o Tabaré Vázquez (expresidente uruguayo): que los políticos hagan una carrera y pasen después la antorcha, cada uno le imprime su ritmo, eso tiene que ser así. Tenemos que ir por el mismo lado porque en el medio está la gente y debemos mirar al futuro”, precisó.
“Tengo que cuidar la salud. Mantengamos un equilibrio sanitario, económico y social. Hay otros problemas porque también se funden los negocios y las empresas, pero estamos en una guerra virósica y no se puede salir como salimos. Va a ser un año desgastante y creo que lo peor todavía no llegó. Vamos a estar bailando en el verano, se va a complicar. Que la gente me ayude a gobernar en ese sentido y nos cuidemos entre todos”, cerró.