El Gobierno monitorea la situación en Barker ante el conflicto por el eventual cierre de la cementera
El secretario de Desarrollo Económico Local, Raúl Moyano, sostuvo que todo lo que sucede en la región tiene incidencia en Tandil. En materia productiva, alertó que la estructura de contratación de la firma limita el número de proveedores. “Obviamente que nos afecta pero poco”, reconoció.
El estado de alerta social, económico y laboral que se decretó en las localidades de Barker y Villa Cacique, pertenecientes al partido de Benito Juárez, aún mantiene a un pueblo en pie, que luchará por evitar el cierre de la planta de Loma Negra de la cual depende más de 300 familias.
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Con la llegada de los primeros telegramas de despido, que comienza a anticipar lo que sería la decisión empresarial de avanzar con la reducción en el número de operarios y limitar la actividad de la fábrica a la extracción de la materia prima, en Tandil el Gobierno comunal sigue de cerca el desarrollo de los hechos y monitorea la situación frente al impacto que podría generar.
“Lo que sucede en Azul, Olavarría, Ayacucho y Benito Juárez tiene algún grado de incidencia en Tandil”, definió el secretario de Desarrollo Económico Local, Raúl Moyano, ante la consulta de El Eco de Tandil.
La jornada del viernes estuvo atravesada por una serie de eventos que acordó el martes por la noche, de manera unánime, una concurrida asamblea popular. No hubo actividad comercial y las escuelas no abrieron en señal de protesta para mostrar el impacto que tendría el cierre de la planta.
Por la tarde, el Concejo Deliberante sesionó en AOMA para convalidar un proyecto de comunicación acordado entre todos los bloques, y la jornada culminó con una marcha de antorchas por el pueblo.
El escenario que atraviesa a la vecina localidad marca cierto paralelismo con lo que sucedió en el ámbito local con el cierre de empresas emblemáticas como Metalúrgica o Río Paraná, aunque en ciudades de diferentes escalas y economía. Sin embargo, la economía diversificada de Tandil permite otras alternativas.
Seguimiento
En diálogo con El Eco de Tandil, el secretario de Desarrollo Económico Local, Raúl Moyano, abordó el complejo escenario y admitió que, por la incidencia, “estamos monitoreando y haciendo un seguimiento frente a las novedades”.
En principio reflejó que la planta de Loma Negra trabaja con “pocos proveedores” locales dado que implementa un sistema de contratación centralizado que dificulta a empresas de la ciudad trabajar con la cementera.
Tandil “no tiene intervención” en la cadena productiva y de valor de la firma, ratificó el funcionario, que planteó como salvedad un impacto en materia de logística y en personas que residen en la ciudad y que se encuentran en relación de dependencia. “Obviamente que nos afecta pero poco”, reconoció.
Por último, se estima que una veintena de operarios radicados en la ciudad se encuentran en relación de dependencia con la firma que administra la planta de Barker, aunque se calcula que la termoeléctrica o incluso el Servicio Penitenciario Bonaerense emplea a más tandilenses que la cementera.
El conflicto
El conflicto se desencadenó en marzo y, luego de un paro decidido por la seccional de AOMA, la Secretaría de Trabajo de Nación dictó la conciliación obligatoria por un período hábil de 15 días, que luego prorrogó por otros cinco y expiró el martes.
“En Producción y Trabajo de la Nación, Loma Negra propuso como única salida reducir de tres a uno los turnos de trabajo, entre las 8 y 16 de lunes a viernes y de 4 a 12 los sábados, pero ello implica que queden 24 empleados en total. Es inaceptable”, afirmó el titular de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), Héctor Laplace.
Loma Negra, del grupo brasileño Camargo Correa, emplea en Barker a 330 trabajadores, de los cuales más de 200 están afiliados al sindicato y, el resto, pertenece a firmas contratistas o tercerizadas o es personal jerárquico o de supervisión o cumple tareas en las secciones de limpieza y de cantera.
Para el dirigente la decisión se focaliza en las tareas de ampliación de la planta L’Amali, en Olavarría, que concentrará el proceso una vez que quede inaugurada.
Lo que se vive en el pueblo
Tal lo detallado en la edición pasada, el viernes el pueblo volvió a manifestarse. Con una caravana multitudinaria de automóviles (llovía persistentemente en la noche), se fue desde el ingreso a Barker hasta la sede de AOMA, donde se realizó la sesión del HCD de Benito Juárez.
En una emotiva sesión, el cuerpo deliberativo aprobó por unanimidad solicitar al Ministerio de Trabajo de la Nación que arbitre los medios necesarios para resolver el conflicto de los trabajadores con la empresa Loma Negra. Una multitud de vecinos presenció la sesión y premió las intervenciones de los ediles con aplausos.
Como lo anticipó el concejal Ramiro Peón en el uso de la palabra, la del viernes fue una jornada difícil para los trabajadores y los pobladores de Barker y Villa Cacique. La llegada de los telegramas de despido, el paro decretado por los operarios rechazando la medida, la reunión posterior en el ministerio de Trabajo en Tandil, el dictado de la conciliación obligatoria, todo en cuestión de horas, en medio de una jornada gris, lluviosa, llena de tristeza y angustia y con el fantasma de 2001 sobrevolando, demasiado para un solo día.