Diputados tandilenses expusieron sus posturas en el debate sobre la legalización del aborto
Carlos Fernández, por Cambiemos, y Alejandro “Topo” Rodríguez, por Consenso Federal, dieron los argumentos en una sesión maratónica. El exjefe de Gabinete de Miguel Lunghi volvió a pronunciarse a favor de la despenalización, al igual que en 2018. Por su parte, el legislador lavagnista calificó que “este no es un tema religioso; es un asunto de ética humana”.
La Cámara de Diputados de la Nación comenzó a sesionar pasadas las 11 para tratar en una sesión especial los proyectos de legalización del aborto y del Plan de los mil días, que establece una protección integral a la mujer embarazada y al niño hasta los primeros tres años de vida.
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En una sesión maratónica, que extendía la votación esta madrugada, los dos diputados tandilenses que representan a la provincia de Buenos Aires, Carlos Fernández, por Cambiemos, y Alejandro “Topo” Rodríguez, por Consenso Federal, expusieron los argumentos que sustentan sus posturas, a favor y en contra, respectivamente, de la iniciativa elevada por el Gobierno nacional.
El exfuncionario del Gobierno de Miguel Lunghi adelantó su voto a favor para que se convierta en ley la interrupción voluntaria del embarazo y destacó que, cuando se escriba la historia de la ampliación de los derechos, “hoy será un hito más”.
Desde Consenso Federal, el legislador lavagnista anticipó su voto en contra del proyecto y sobre el final de su exposición, advirtió: “Les digo a los funcionarios que quieren montar un festejó acá, que esto termina en el Senado”.
A propósito de lo que sucederá si consigue media sanción, los diputados que promueven el aborto legal introdujeron cambios, para facilitar su aprobación en la cámara alta en lo referido a la objeción de conciencia de las instituciones sanitarias privadas.
Se incorporó además que, para los casos de menores de 16 años que decidan abortar, se requerirá su consentimiento y se procederá conforme lo dispuesto en el artículo 26 del Código Civil y Comercial, que indica que “la persona menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales”.
“Este no es un tema religioso; es un asunto de ética humana. Creo en la defensa de la vida de las personas por nacer, de la misma manera que debemos defender la vida de aquellos que, ya nacidos, sufren los efectos de la cultura del descarte”, planteó.
Por la legalización del aborto
Sobre el final de la jornada, en la extensa lista de oradores que se pronunciaron a lo largo del debate, Carlos Fernández compartió en el recinto los fundamentos que sustentan su postura en favor de la interrupción voluntaria del embarazo, partiendo de la defensa de una Estado laico.
En una pausa de la sesión, el legislador de Cambiemos dialogó con El Eco de Tandil para adelantar los conceptos por los cuales dará su voto positivo. En primer lugar, a partir de una separación entre el Estado y la condición religiosa, pero también frente a un “problema de salud pública” que todos los años presenta cifras alarmantes.
En ese sentido, planteó que “todos los años se producen entre 370 y 520 mil abortos” en el país, de los cuales “aproximadamente el diez por ciento terminan en el sistema de salud pública por complicaciones”.
Además de las “desigualdades sociales” que desnuda esta circunstancia, Fernández aseguró: “Me parece imprescindible generar una regulación que cree igualdad de oportunidades”, y esa es una “obligación del Estado”.
En cuanto a las convicciones que basadas en dogmas, sostuvo que el “problema” es que esos planteos “van modificándose de acuerdo a la concepción moral de cada una de las épocas”, y justificó que, “de hecho, la Iglesia católica planteó cambios a lo largo de la historia”.
Por lo tanto, rechazó “ajustar” la legislación a este tipo de miradas por considerarlas “inadecuadas”.
“En defensa de la vida”
A las 13.56, el presidente de la cámara baja dio la palabra al diputado por Buenos Aires del bloque Consenso Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez.
Inició su alocución con un planteo que apunta a una cuestión de “definición personal” y no atravesado por las “lógicas de la política partidaria”, y reclamó “respeto y solidaridad” de sus pares que piensan distinto. “Pero mire, se van, y es una lástima porque muchos de nosotros tomamos con afecto, respeto y amor la posición de compañeros que tienen algo para decir. Lamento este gesto en un día en el que se reflexiona sobre un tema tan profundo”, se quejó.
Tras su descargo ante lo que observó en el recinto, ratificó: “Creo en la defensa de la vida de los que están por nacer, con la misma convicción que creo que hay que defender la vida de aquellos que hoy sufren en Argentina y en el mundo”.
“La discriminación, la injusticia social, la pobreza y todos los efectos de la cultura del descarte que, junto con el dominio de las finanzas, constituyen el corazón del capitalismo global actual”, enfatizó.
Rechazó que la discusión tenga relación con un tema religioso. Por el contrario, sostuvo que “la defensa de la vida es un asunto de estricta ética humana porque es la defensa, no sólo de la esencia, sino de la vida misma”.
En tal sentido, “no basta ni vale lo que algunos que no somos expertos podamos pensar sino lo que ha sostenido de manera reiterada la Academia Nacional de Medicina en el sentido que el niño por nacer, desde el punto de vista científico y biológico un ser humano desde el momento mismo de la concepción”.
“Me extraña y me llama la atención cierta distorsión en la sensibilidad de algunas fuerzas políticas asociadas a la tradición popular de Argentina por no registrar lo que hoy está pasando en la mayoría popular”, que “no está a favor ni de este proyecto ni de la urgencia que se le ha dado”.
Y desafiando a los funcionarios del Poder Ejecutivo nacional que “probablemente estén pensando en montar una caravana de festejos en la Cámara de Diputados hoy, les reconozco el derecho a interrumpir su trabajo, les recomiendo que no lo hagan, pero en todo caso sepan que este proceso termina en el Senado de la Nación”.