Desde la Banca XXI, la mesa Girsu presentó un proyecto para regular el tratamiento de los contenedores urbanos de residuos
El exconcejal Antonio Ferrer presentó ante el Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza elaborado por la mesa de Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos para controlar la trazabilidad de los contenedores de residuos urbanos y el destino final de esos desechos. Destacó la importancia de la preservación del medio ambiente como una cuestión de salud pública y criticó la proliferación de basurales a cielo abierto en la ciudad.
Con la premisa de poner en agenda la problemática ambiental de la ciudad, en particular la atinente a la gestión de desechos urbanos, en la sesión del Concejo Deliberante, el concejal mandato cumplido Antonio “Tony” Ferrer, usó la Banca XXI para presentar ante los ediles y la opinión pública una propuesta de la mesa de Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos (Girsu), cuyo objetivo es generar una ordenanza para modificar la trazabilidad de los contenedores urbanos de residuos y materiales colocados en la vía pública por empresas privadas.
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Ferrer habló durante 15 minutos y destacó la importancia de promover políticas públicas tendientes a cambiar los paradigmas ambientales para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
“En los discursos se apela a que la cuestión ambiental es de todos, por eso propongo buscar un equilibrio que garantice el desarrollo sustentable de Tandil”, manifestó el exedil justicialista, quien también reprochó al cuerpo legislativo la falta de reconocimiento y respuestas hacia la mesa Girsu.
Preocupado por la serie de procedimientos que permiten seguir el proceso de evolución de la basura en cada una de sus etapas, el dicente puso el énfasis en planificar acciones concretas en beneficio de toda la ciudadanía para establecer un equilibrio entre la conservación y el desarrollo, que habilite una “una gestión integrada y responsable” de los residuos en la ciudad.
El rol del Estado en la gestión del ambiente
Ferrer desafió a discutir el rol del Estado en las cuestiones ambientales, entendiendo, a su parecer, que debe ser el de regulador, promotor y organizador de los distintos puntos que articulan la temática para integrarse con las organizaciones civiles correspondientes y obtener mejores resultados en la prevención y minimización de los impactos ambientales negativos.
“La mesa Girsu es plural y abierta, están todos invitados, hay partidos políticos, legisladores, miembros de la universidad y ciudadanos de buena voluntad que quieran colaborar”, expresó.
Conformado en 2016, el grupo cuenta con la participación de la Cooperativa de Recuperadores Urbanos de Tandil; la Asociación Civil Punto Verde-Tandil; miembros de diferentes partidos políticos; representantes de la Unicen; y el Cepes (Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales).
“Si hablamos de ambiente, hablamos de salud”, refirió antes de exponer –sintéticamente- el proyecto de ordenanza elevado al Legislativo para su discusión en las comisiones pertinentes y su posterior tratamiento sobre tablas.
El proyecto comentado detecta un problema en la trazabilidad de los contenedores privados de residuos distribuidos en el partido de Tandil y el inconveniente de los basurales a cielo abierto que se generan porque los ciudadanos suelen descartar desechos en cualquier lugar no habilitado a tales efectos. La contaminación producida a partir de que se arroja basura de manera indiscriminada y la falta de tratamiento sobre determinados tipos de desechos encendió la alarma de la mesa Girsu; “la gente tira basura en cualquier lado, es algo que se denuncia constantemente. Están fuera de la ley”, precisó Ferrer.
El exedil sostuvo que en los contenedores que circulan en la planta urbana se pueden hallar residuos de diversa índole: computadoras, elementos electrónicos, pañales, mamposterías, hasta bidones de agroquímicos. “Desde hace 10 años a esta parte se ha denunciado que en esta ciudad se ven basurales a cielo abierto donde se tira cualquier cosa”, remarcó.
De acuerdo al expositor, el gran crecimiento demográfico que la ciudad ha experimentado en los últimos años obliga a repensar las políticas destinadas a regular la acumulación, cada vez más mayor, de basura.
En segunda instancia, exhibió la necesidad, plasmada en la normativa propuesta, de que exista una autoridad de aplicación para monitorear la trazabilidad controlando los contenedores depositados en la vía pública, los vehículos que los trasladan, el recorrido y el destino final de esos residuos. La misma podría estar encarnada en la Dirección de Medioambiente o en el área que el Ejecutivo disponga.
“Nos preocupa el origen de los contenedores y el destino final, esos residuos tienen que ir al relleno sanitario para que los recuperadores puedan reutilizarlos, por ejemplo, para que vuelvan al circuito productivo. El control y el seguimiento son fundamentales. Trabajemos juntos y hagámonos cargo de la problemática que es una cuestión ambiental y de salud”, señaló el usuario de la Banca del Pueblo para finalizar.