Con una población de riesgo de 32 mil personas, Lunghi advirtió que “si no viene la vacuna vamos a estar en problemas”
Preocupado por el correr de los días, el advenimiento del otoño y las escasas dosis de vacunas disponibles, anticipó que cuando bajen las temperaturas se complicará de nuevo el escenario sanitario. Informó que ante el inminente inicio de las clases presenciales, la Provincia no montará los operativos masivos en las escuelas. La comuna puso a disposición los centros comunitarios y otros espacios para avanzar con el cronograma. Insistió en los cuidados personales y colectivos porque la pandemia continúa vigente.
La lenta provisión de vacunas Sputnik V y el eventual cambio de lugares –pasaría de las escuelas a espacios alternativos- para desarrollar la campaña de vacunación son dos temas marcan el rumbo de la agenda local por estos días. Así lo hizo saber el intendente Miguel Lunghi en contacto telefónico con la radio de El Eco al desglosar el panorama que se cierne sobre la ciudad en base al cuadro sanitario y la gestión de la pandemia durante este tiempo.
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Aunque se atraviesa un periodo relativamente calmo por la baja en el número de contagios, el jefe comunal manifestó su preocupación por el pausado ritmo de vacunación y la llegada de la temporada otoñal en marzo, que podría complicar la situación epidemiológica por el advenimiento de temperaturas más bajas y el gran abanico poblacional que debería inmunizarse para ese entonces.
“Tengo un poco de temor”, se sinceró, porque “con el frío van a aumentar los casos y si no llega la vacuna vamos a tener una ola de contagios bastante fuerte”.
A paso de caracol
Desde que empezó la campaña de vacunación el 30 de diciembre, sólo han completado el esquema de inmunización 900 trabajadores de la salud y 400, entre ellos el propio Lunghi, han recibido la primera dosis. En torno a su experiencia, aseguró que no tuvo ningún efecto adverso y confió en la efectividad de la Sputnik V, recientemente refrendada por la prestigiosa revista científica The Lancet.
En este sentido, el pediatra evaluó que “en Tandil precisamos vacunar a 32 mil personas mayores de 60 años y a este ritmo es muy difícil, se ha vacunado muy poco en un mes y medio”, el pediatra.
Según comunicó el Intendente, el 84 por ciento de los fallecidos con Covid-19 en el distrito tienen más de 70 años y urge poder inmunizar a esta franja poblacional para reducir la mortalidad.
De este modo, la posibilidad de vacunar a más de 30 mil personas en los próximos dos meses parece una utopía. La creciente demanda mundial de vacunas ha obturado la oferta de los laboratorios, que comenzaron a producir por encima de su escala para dar respuesta a las necesidades de los distintos países, que han notificado problemas de stock a lo largo y ancho del globo. Argentina no es la excepción y la llegada de las dosis en cuentagotas se hace sentir. “Las vacunas son requeridas en todo el mundo y puede ser que no llegue la cantidad necesaria, el Gobierno firmo las contratos pero no llegan las dosis”, expuso.
Repitiendo como una letanía el discurso del cuidado individual como bastión primordial para limitar la propagación viral, Lunghi reconoció que le tiene “mucho miedo” al frío y sus consecuencias sobre la salud: “Si no viene la vacuna vamos a estar en problemas. La gente joven no sufre tanto aunque son vectores de contagio, pueden juntarse pero no masivamente y hacer caso a las indicaciones, no hemos pasado la pandemia aún”.
“El pronóstico es cuidarnos”, definió.
Cambios en el operativo de vacunación
Por otro lado, pese a que en un principio la Provincia había decidido utilizar las escuelas como centros de vacunación, motivo por el cual en Tandil se acondicionó la Técnica 2, se efectuó un simulacro de vacunación y se relevaron otros establecimientos educativos, finalmente el Gobierno bonaerense decidió dar marcha atrás con la determinación y no mezclar a los alumnos con las personas que se irían a aplicar la dosis.
La confirmación del inicio de las clases presenciales modificó sustancialmente el esquema de vacunación para los mayores de 60 y los pacientes de riesgo. En nuestra ciudad, la secundaria Felipe Senillosa ya había recibido el equipamiento y se había instalado todo para dejarla en óptimas condiciones. No obstante esto, tras la demora en la entrega de vacunas y el inminente inicio presencial del ciclo lectivo, el Ejecutivo provincial pidió a los intendentes que enviaran una lista con lugares alternativos para montar el operativo.
“El Gobernador me comentó que no quería juntar enfermedades con el virus y por eso lo hacía en las escuelas. Pero ahora nos han pedido lugares alternativos y se los hemos enviado para que los analicen”, comentó el mandatario en diálogo con el programa radial “Cosas que Pasan”.
Los centros que propuso Tandil fueron: CIC de Las Tunitas, CIC de La Movediza, Salón San Pacífico, Salón del Bicentenario, salita de San Cayetano, Centro de Vacunación del Hospital de Niños y la Terminal.
Dichos espacios cuentan no sólo con la infraestructura necesaria sino que algunos de ellos, como los centros comunitarios, tienen personal médico y de enfermería para brindar apoyo.
“Estos son los puntos que mandamos. Pero por supuesto que si quieren algún otro espacio o si nos dicen que tenemos que hacer alguna modificación, la podemos hacer”, agregó.
También adelantó que consideran la posibilidad de ampliar el cupo de testeos en el Centro de Demanda Espontánea de la Terminal para hisopar al personal docente y auxiliar de cara al comienzo de clases, con el propósito de garantizar una mayor seguridad en el retorno a las aulas.
Y como parte de las estrategias para enfrentar el coronavirus, afirmó que incorporarán más camas de terapia intermedia, con cabezal de oxígeno, aire comprimido y sistema de aspiración, aumentando así la capacidad de respuesta del Hospital Santamarina.
“Tenemos la aparatología pero no tenemos terapistas, podemos comprar insumos pero no tenemos recursos humanos porque hay sólo ocho terapistas para todo Tandil”, insistió.
La intervención en la exLoimar
En otro orden de cosas, el jefe comunal se refirió a la reunión que mantuvo el lunes con los delegados y trabajadores despedidos de la exLoimar, en el marco de la mediación que decidió encarar para ayudar a resolver el prolongado conflicto en la fábrica de ladrillos.
Como se publicó en la edición de ayer, el Intendente se comunicó con la ministra de Trabajo de la Provincia, Mara Ruiz Malec, para pedirle que se convoque una mesa de diálogo con la intención de allanar el camino de las partes involucradas.
En tanto, explicó que habló en su momento con el antiguo dueño de la empresa, Juan Loitegui – a quien los exoperarios le reclaman el pago de los haberes adeudados y de las indemnizaciones pertinentes-, por el tema de la seguridad en el predio fabril, donde permanecen apostados los empleados cesados.
“Habló conmigo para pedirme seguridad en el lugar y mandamos algunos patrulleros para monitorear que todo fuera pacífico. Antes habíamos conversado sobre el despido de diez personas y la posibilidad de seguir trabajando con el resto del plantel”, compartió.
Lunghi fundamentó que su decisión de intervenir en el conflicto se sustenta en la importancia de recuperar la producción de la fábrica y garantizar las fuentes de trabajo, pero admitió que primero debe resolverse la situación de los obreros desvinculados para avanzar con la reactivación de las tareas en la ladrillera. En este marco, anticipó que se comunicará con los abogados del gremio ceramista para hablar sobre las indemnizaciones y poder mediar con la patronal.
“Esto es para defender el trabajo en Tandil y que la fábrica se abra, si hay otros entretelones los desconozco”, señaló.