ELECCIONES 2019
Castillo apuntó a “marcar la cancha” para enfrentar el ajuste sobre los trabajadores
El candidato a gobernador provincial por el Frente de Izquierda Christian Castillo pasó por la ciudad en medio de la campaña hacia las elecciones del 27 de octubre. Reivindicó la ruptura con el FMI para evitar seguir favoreciendo a los capitales financieros y el fortalecimiento de la izquierda como opción de poder en una coyuntura fuertemente polarizada.
El candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Izquierda Christian Castillo, pasó por Tandil para cumplir con la agenda de campaña que lleva adelante en los distritos bonaerenses con miras a los comicios del 27 de octubre.
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Sociólogo y docente universitario, Castillo destacó el eje programático de la fuerza de izquierda que plantea una ruptura con el FMI para evitar que siga controlando los destinos del país con pésimas consecuencias para las clases trabajadoras.
“Los pagos de capital de intereses son 44 mil millones de dólares y el superávit de Argentina puede ser de 14 mil millones. Los recursos para pagar esa deuda implican una continuidad del ajuste sobre los trabajadores”, explicó en diálogo con El Eco de Tandil y cuestionó duramente la legitimidad del ciclo de endeudamiento que no otorgó ningún beneficio a los ciudadanos.
El saldo del FMI
El candidato puntualizó que el acuerdo con el Fondo Monetario es una “gigante estafa” que sólo sirvió para favorecer los grandes negociados. “Se sostiene el negocio a unos vivos que se llevan el dinero a las guaridas fiscales. Nos oponemos a esto, hay que pensar en recomponer el poder de compra de los salarios, jubilaciones y programas sociales”, detalló, remarcando que debe darse un aumento salarial de emergencia para recuperar lo perdido con una actualización mensual acorde a la inflación.
Sostuvo que Argentina debe salir de la tutela del FMI pero que ninguna fuerza política se quiere enfrentar al capital financiero internacional, entonces “aceptan el sometimiento y quieren moverse dentro de estas reglas del juego”.
“Hay un terrorismo ideológico de que no se puede tomar otro camino que este sometimiento y no es así”, planteó.
Además, el dirigente criticó el armado del peronismo bajo el paraguas del Frente de Todos, por conformar una coalición de distintos sectores cuyos integrantes han sido fundamentales en la implementación de las políticas macristas, como el Frente Renovador de Massa y el bloque de senadores liderado por Pichetto.
Marcar la cancha
Con diversas reivindicaciones que incluyen desde la legalización del aborto hasta la estatización de los servicios públicos, la plataforma de propuestas y el discurso del Frente de Izquierda apunta a los jóvenes, los trabajadores y las mujeres como base de su electorado, en una disputa real por el poder en las urnas.
“Queremos una izquierda fortalecida en el Congreso y un voto a los cargos ejecutivos para de algún modo marcar la cancha del escenario político”, señaló.
“El escenario en octubre puede ser diferente, ahora se expresó la magnitud de la crisis, esa intención de sacarse a Macri de encima ya está, porque ya sabemos que no van a ser reelectos, entonces la población puede pensar en un voto a la izquierda porque no tenemos compromiso con los ajustadores”, agregó.
Voto castigo
Castillo sostuvo que hay una paradoja entre la expresión de voto y la realidad que va a resultar con el triunfo de la fórmula Fernández-Fernández, y analizó que se van a generar tensiones y contradicciones cuando las políticas que aplique el Frente de Todos no se corresponda con las expectativas de quienes depositaron su voto para mejorar el rumbo.
“Hubo un repudio un voto castigo por el empobrecimiento de amplios sectores de la población mientras se beneficiaron los bancos, los exportadores agrarios, las grandes cadenas de supermercados, y las más de cien emergencias alimentarias a las que equivalen la fuga de capitales que se produjo tras las PASO”, graficó.
Ante un movimiento obrero y sindical cooptado históricamente por el peronismo, Castillo refirió que “el control del aparato sindical ligado al Estado impide que el movimiento obrero asuma una posición independiente, pero hay una fracción que no se identifica con esa burocracia”.
Una Provincia en crisis
Sobre la situación del territorio bonaerense, el candidato a gobernador hizo hincapié en que existe una deuda que asciende al 70 por ciento de las exportaciones provinciales, circunstancia que complejiza el panorama.
Además, puso el foco en el 1,5 millón de familias en emergencia habitacional, los altos niveles de pobreza y desocupación, el cierre de fábricas y comercios, y una educación pública en crisis que dejó a 700 escuelas sin gas durante la última ola invernal y que direcciona 33 pesos por alumno en el servicio alimentario escolar.
“La crisis de la Provincia viene desde hace rato y nadie quiere tocar los intereses de los dueños del territorio, que son los 1250 grandes terratenientes que tienen un 30 por ciento de la tierra y de las grandes empresas multinacionales que contaminan el suelo y el agua. La contracara es la disminución de la proporción que se destina a salud y educación. Entre 2003 y 2019 el presupuesto de educación se redujo del 31 al 23 por ciento y la partida de salud pasó del 5 al 2,5 por ciento”, cerró.