Vuelos comerciales a Tandil: Para “Topo” Rodríguez, la “idea original ya fracasó”
El exdiputado tandilense también se refirió al sistema de vuelos y alertó sobre su fracaso "antes de comenzar".
El presidente del Instituto Consenso Federal Alejandro “Topo” Rodríguez ofreció su visión sobre algunos temas de actualidad política y que marcan la agenda local. Invitado al espacio del desayuno del ciclo televisivo “Tandil Despierta” (EcoTV y 104.1 Tandil FM) el exlegislador tandilense analizó el primer año de gestión del Gobierno de Javier Milei. Con tono crítico, expuso los argumentos por los cuales consideró que el modelo que propone la actual administración es “para pocos”.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAsí, sostuvo que la gestión se basa en cuatro pilares, “ajustazo, impuestazo, aumento de las importaciones y retraso cambiario" y que "a ese modelo le sobran 30 millones de argentinos”.
Por otro lado, abordó la inminente llegada del nuevo sistema de vuelos que busca mejorar la conectividad de la ciudad y alertó sobre el fracaso del esquema propuesto antes de su puesta en funcionamiento.
En ese sentido, marcó que la idea original “ya fracasó” porque “oficialmente ya se está comunicando que no habrá un vuelo que una Aeroparque con Tandil sino dos vuelos en dos aviones distintos o un vuelo hasta Olavarría y una combi hasta esta ciudad”.
Entonces, observó que el “problema medular” es que el Gobierno “está ejerciendo una fuerte presión política sobre la empresa para que empiece ya con los vuelos de Tandil a Buenos Aires”.
Además, el dirigente no esquivó el tema de las elecciones de 2025 al exponer los detalles del proceso de formación del partido Consenso Federal, compartiendo sus perspectivas y el rumbo que tomará de cara a los próximos comicios de medio término.
Los anhelados vuelos comerciales
El primero de los temas estuvo vinculado a los vuelos que unirán Tandil con Aeroparque. Desde su perspectiva, “evidentemente” se trata de un “anhelo antiguo” para la ciudad y repasó los intentos por lograr un sistema de transporte aéreo “serio” y que puede ser sostenible el tiempo. “Hasta ahora no se ha encontrado la modalidad”, planteó.
Y contextualizó que el actual Gobierno nacional promovió “muy fuertemente” esta alternativa y recordó que en marzo podría concretarse en caso de cumplirse con determinadas normas. De todos modos, observó que “el impulso que le da el Gobierno no está teniendo en la realidad un correlato que haga sostenible la propuesta”.
Alertó sobre la existencia de una “fuerte decisión política” para que “se apure un sistema de vuelos de Tandil a Aeroparque” y remató que “en las condiciones en las que se ofrecería el sistema ya fracasó antes de comenzar”.
Entre las razones expuso que “no habrá un vuelo desde Aeroparque hasta Tandil”, sino “desde Aeroparque hasta Olavarría” en un avión que tiene 19 plazas., Luego el pasajero “se toma una combi desde Olavarría o se sube a otro avión más pequeño, de 10 plazas” para llegar a esta ciudad.
“Entiendo que la empresa está pensando en una alternativa para cubrir el tramo de Olavarría a Tandil, por ejemplo, con combi”, especuló. Sin embargo, resaltó que “a esta altura es muy importante que también se tome en serio” la escala local, dado que esta ciudad “merece una propuesta más seria”.
En cuanto al precio, dijo que “en promedio va a estar en los 375 dólares”, lo cual no lo convierte en una opción competitiva.
Los argumentos
-Según su hipótesis, si el sistema fracasó antes de comenzar, ¿qué sucede si alguien compra un paquete pasajes que una de las aerolíneas promociona?
-Lo primero que hay que consignar es que todos esos valores hay que multiplicarlos por dos, porque es por cada tramo. Por lo tanto, un viaje a Aeroparque sale en promedio 375 dólares porque hay que poner la categoría individual, que saldría entre 425 y 450 dólares. Quien hoy compre un paquete de pasajes está haciendo una apuesta o está haciendo profesión de fe. El sistema en el cual se inscriben estas propuestas de vuelo entre Tandil y Aeroparque están reguladas por una norma que no le exige a la empresa ni tener regularidad ni respetar frecuencias, sino que ofrecen en función lógicamente de la demanda. Lo importante es que esta propuesta no conecta a Tandil con Aeroparque en un vuelo; no es que hace escala en Olavarría y vuelve a despegar hacia Tandil, sino que despega desde Aeroparque, llega a Olavarría y allí el pasajero tiene dos alternativas. Los impulsores de esta propuesta señalan que solo es eficiente unirse en Buenos Aires con aviones de 19 plazas, que todos los intentos de años anteriores fracasaban porque la escala no les daba. Ahora, el problema medular es que el Gobierno está ejerciendo una fuerte presión política sobre la empresa para que empiece ya con los vuelos de Tandil a Buenos Aires.
-Mencionó a Mar del Plata en el cálculo de distancias con Olavarría, ¿por qué?
-Porque en Mar del Plata tiene la alternativa de tomar un vuelo de Aerolíneas Argentinas hacia Aeroparque a un precio que es aproximadamente la mitad de lo que saldría este vuelo desde Tandil hasta Olavarría y desde allí a Aeroparque.
-¿Cuál sería el objetivo de todo este anuncio e inclusive de esa presión política?
-Que haya dos o tres jóvenes al frente de la empresa es un dato muy positivo porque indica que en Argentina hay una nueva generación de emprendedores que quieren apostar al trabajo y al crecimiento del país. El problema es que el Gobierno ha tomado a esa empresa creada hace siete u ocho meses como un instrumento político. El ministro (de Desregulación y Transformación del Estado, Federico) Sturzenegger necesitaba terminar el año con al menos un avioncito de esos que vuele. El sistema de desregulación que plantea necesita como mínimo entre cinco y siete años para madurar en Argentina. Requiere inversión en materia de infraestructura aérea y también para que ingresen a la oferta empresas que estén consolidadas o equipamiento al menos que esté acorde a las necesidades del momento. Se necesita maduración; tiene como objetivo político que esto empiece rápido, pero eso es irresponsable y está haciendo generar condiciones para que el servicio fracase antes de comenzar.
Un modelo para pocos
-¿Qué evaluación hace del primer año de gestión de presidente Milei?
-Es un gobierno democrático, que asumió con el 56 por ciento de los votos y desde ese punto de vista a mí no me extraña que gran parte de la sociedad argentina esté manifestando, aún después de un año muy difícil, su apoyo o al menos su esperanza. Yo pienso todo lo contrario. Estoy totalmente en contra de la política del Gobierno, que además no son tan complejas, numerosas ni tan sofisticadas como se dice. Es un modelo muy bruto en términos económicos. La base es el impuestazo, el primero lo ejecutó el día 13 de diciembre cuando aumentó el Impuesto País de 7,5 a 17,5 por ciento. Un poco después logró volver a poner el Impuesto a las Ganancias sobre el salario del trabajador, a más de un 1,1 millones de personas. A la par, hizo lo que no corresponde hacer que es prorrogar el presupuesto. Entonces aumenta impuestos, recauda todos los impuestos a valor actual, pero tiene todos los gastos a precio viejo. Esto es muy importante y no se le da la significación que realmente tiene, porque prorrogar el presupuesto no es decidir la baja del gasto en una o dos partidas, sino que en todas las partidas del presupuesto nacional. Lo grave es que el año 2025 también va a tener prorrogado el presupuesto de 2023 para el próximo ejercicio, es decir, que ya podemos asegurar que el ajustazo continúa. Sobre esa base es que Milei dice tener un ficticio superávit fiscal. Es ficticio porque ese superávit contiene un enorme déficit social. Sobre esa base, que es el impuestazo y el ajustazo, tiene también atraso cambiario y aumento de importación. Ese es el modelo de Milei. A ese modelo le sobran 30 millones de argentinos. Es un modelo para pocos, para el 30 por ciento de Argentina y le sobran 30 millones de argentinos.
-En paralelo, la inflación se redujo…
-Claro, la inflación se redujo muchísimo del mismo modo que se redujo la capacidad de compra de los ingresos de los trabajadores, de los jubilados, de los pensionados y de la clase media trabajadora que todos los días la pelea por salir adelante. Por lo tanto, no es un modelo deseable. Es un modelo que solo puede sostener baja inflacionaria si aumenta impuestos, baja gasto y le reduce la capacidad de compra del bolsillo a los que trabajan y a los que están en la situación más delicada en la sociedad. ¿Se imaginaron alguna vez que el Municipio de Tandil iba a tener que quintuplicar la asistencia alimentaria? Entonces aquí hay que respetar como corresponde a un gobierno legítimo y democrático. Pero los que tenemos una convicción basada en la realidad, no en ideología, tenemos que decir lo que pensamos porque este modelo, así como está, no es sustentable y a este modelo le sobran 30 millones de argentinos.
-¿A dónde nos lleva este modelo y las otras alternativas que había el año pasado?
-Tengo la convicción que si en Argentina ganaba una alternativa distinta a la de Milei, seguramente iba a haber un desafío muy importante que enfrentar y una situación muy difícil. Pero la variable de ajuste principal de la economía no iba a ser ni el consumo popular, los jubilados, ni los trabajadores. Pero especialmente, y esta es una de las bases del modelo de Milei, no se iba a elegir un modelo que privilegia la importación por sobre la industria nacional. A los gobiernos hay que juzgarlos por los resultados.
Alternativa electoral
-El año que estamos arrancando tendrá elecciones de medio término, ¿dónde lo vamos a encontrar?
-Nosotros estamos trabajando en nuestro Instituto Consenso Federal en capacitación y formación en materia de políticas públicas, también haciendo un seguimiento diario profesional de las políticas del Gobierno nacional y ya hemos tenido por parte del Juzgado Federal con competencia electoral 1 de La Plata la ratificación del esquema de autoridades y documentos fundacionales de nuestro partido Consenso Federal en la provincia de Buenos Aires. Y estamos en la segunda fase de nuestra campaña de afiliación con la intención de participar de la competencia electoral con nuestro propio partido.
-¿Y cuál será la propuesta?
-En ese marco, creemos que hay que darle a la provincia y también a la Argentina una alternativa que defienda la producción nacional, el trabajo de los argentinos, un tipo de cambio competitivo que favorezca esa producción y el trabajo, respeto por la institucionalidad republicana. No se puede gobernar en contra del Congreso vetando aumentos del presupuesto de las universidades o una recomposición razonable a los jubilados, eso no es democrático, no es democrático prorrogar el presupuesto dos veces en dos años consecutivos. Y también se necesitan abordar los nuevos temas: el desafío que significa para el mundo de la producción, de la educación y del conocimiento el desarrollo de la inteligencia artificial. Y finalmente es fundamental poder armonizar el cuidado del ambiente con la producción. Hay que hacer una coalición que exprese todo lo contrario de lo que propone este gobierno.
“El iceberg de una gran crisis”
En otro pasaje de la extensa entrevista, el exdiputado nacional enfocó su análisis en la situación de sector agropecuario, la cual se presenta como el resultado de una “falta de previsión total del Gobierno nacional”.
Señaló el apoyo del campo a la administración nacional, que “no ha tomado ninguna decisión para adelantarse a lo que hoy empieza a emerger como el iceberg de una gran crisis”, que puede tener consecuencias “mucho más profundas” para la producción agropecuaria del país.
Y apuntó que “la voracidad fiscal e impositiva de este Gobierno se ha visto en todos los planos”, incluso el agropecuario.
Al centrase en la soja, repasó que “tiene bajo precio a nivel internacional” y “van a persistir porque hay una sobreoferta de la producción”, mientras que China se “sobre estoqueó de soja” y además “entran también a jugar países más pequeños, pero que van creciendo, como Paraguay Uruguay”.
Para “Topo” Rodríguez, “hay una tendencia estructural, no hay un fenómeno coyuntural, que por supuesto podrá verse distorsionado por cuestiones climáticas o por algún otro factor, pero finalmente la tendencia estructural es que el mundo va a demandar menos soja de Argentina”.
Si eso se combina con “un tipo de cambio bajo y retenciones, el campo de la Argentina no sea rentable”.
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