Aniversario
A 40 años de la recuperación de la democracia, el triunfo de Alfonsín y Reynoso marcó una nueva etapa
Alfonsín se alzó con la presidencia e inició el rumbo de la democracia ininterrumpida. El candidato radical local superó por 806 votos al justicialista Gino Pizzorno y se convirtió en el intendente de la transición democrática. Las elecciones se desarrollaron con normalidad en Tandil y el clima de alegría invadió a toda la sociedad, que pudo volver a creer en un futuro mejor.
El 30 de octubre de 1983, Argentina volvía a las urnas después de la feroz dictadura cívico-militar que azotó al país durante siete años. El doctor Raúl Alfonsín, candidato de la UCR, emergió como la figura de la recuperación de la democracia, en un pueblo que se ilusionaba con volver a creer en otro futuro posible.
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Se inauguró así un lapso de 40 años de democracia ininterrumpida, el mayor periodo desde la constitución del Estado nación. En este momento, inclusive, se avecina una segunda vuelta electoral después de los comicios primarios y generales, para elegir al próximo presidente. Además, en medio de un clima de rompimiento nacional e incertidumbre, ayer la UCR local conmemoró la fecha con actos y homenajes a uno de sus máximos líderes históricos.
En Tandil, las crónicas de aquellos describieron la contienda electoral, que fue disputada por el radical Américo Reynoso y el referente del justicialismo, Gino Pizzorno, además de Héctor Picallo, candidato del Partido Intransigente.
Reynoso, quien pasó a la historia como el intendente de las “manos limpias”, se impuso ante Pizzorno por cerca de 800 votos. La tapa de El Eco de Tandil del día después marcó que la UCR cosechó 22.842 sufragios, contra los 22.036 del PJ. “El pueblo está votando por la vida”, resumió Pizzorno. Cuatro años después, tendría su revancha.
Las primeras palabras de Reynoso, vecino de toda la vida de Villa Italia, luego de conocerse los resultados fueron: “Hemos de gobernar con el pueblo y para el pueblo, antes que nada este es el triunfo de la democracia. Nuestra comuna será una comuna de puertas abiertas, en la que están representados todos mis conciudadanos”.
De este modo, el 11 de diciembre de 1983 recibió el poder de manos de su antecesor, el jefe comunal de facto Julio José Zanatelli, y encabezó una gestión signada por la austeridad, el progreso y la transparencia. En 2019, gracias a una iniciativa de la entonces concejal del bloque Integrar, Nilda Fernández, se bautizó a un tramo de la calle Quintana con su nombre, a modo de homenaje.
Los comicios
Asimismo, el archivo del Diario muestra que en la edición del 31 de octubre de 1983, se resaltó que Jorge Di Paola había anticipado el triunfo radical en todo el territorio. Hasta los cierres de campaña, la disputa estuvo muy reñida entre Alfonsín e Ítalo Luder, el crédito del peronismo. El ominoso gesto del candidato a gobernador del justicialismo, Herminio Iglesias, que en el acto proselitista de su partido quemó un ataúd con las siglas de la UCR frente a una multitud, quedó impregnado en la memoria colectiva. La fórmula radical de Alfonsín y Víctor Martínez se impuso con casi el 52 por ciento de los votos. Alejandro Armendáriz resultó electo gobernador de la Provincia de Buenos Aires y condujo el territorio hasta 1987.
Los comicios locales también estuvieron signados por la fuerte impronta política de Juan Carlos Pugliese, quien fue electo diputado nacional y en diciembre asumió la presidencia de la Cámara baja, un nombre fulgurante de la política local que trascendió ampliamente las fronteras serranas, muy cercano a Alfonsín.
Además, las crónicas de ese día señalaron que en la ciudad las elecciones transcurrieron en un ambiente de total normalidad y que para el mediodía había votado el 40 por ciento del padrón. Era el primer acto cívico que se celebraba después de 10 años.
En ese entonces, Juan Domingo Perón le había sacado un amplio margen de votos al radical Balbín y asumió su tercera presidencia, interrumpida menos de un año después por su muerte, ocurrida el 1 de julio de 1974. El Gobierno prosiguió con su esposa María Estela Martínez, hasta que fue derrocada el 24 de marzo de 1976 por la junta militar de Videla, Massera y Agosti. Desde 1983 a la fecha, se han celebrado elecciones de forma continua en Argentina; sin dudas, una gran conquista de la sociedad.
Para todos los hombres del mundo
-¿Nervioso, doctor?
-No, muchacho. Contento.
-¿Qué significa haber llegado a este día?
-El comienzo de cien años de democracia…
-¿Quién gana?
-Hoy gana la democracia, ganamos todos los argentinos.
Ese es el relato del periodista Daniel Cecchini, de un breve diálogo mantenido en la mañana del 30 de octubre del 83, en la casa de Alfonsín en Chascomús. “Se acaba la Argentina del desamparo”, dijo el expresidente en su final de campaña, frente a un Obelisco colmado de gente. Ante unas 800 mil personas Raúl Alfonsín concluyó su discurso con el Preámbulo de la Constitución Nacional.
Desamparo, de acuerdo al diccionario, es la situación o estado de la persona que no recibe la ayuda o protección que necesita. Millones de desamparados apostaron esa vez por un hombre que quedó para siempre en el imaginario colectivo ligado al ejercicio democrático. Como una promesa contra la oscuridad y las sombras de un pasado reciente y siniestro, que ahora amenaza con volver.
Alfonsín para conjurar todos los males y proteger al pueblo. La política tiene mucho de épica. Y si con la democracia “se come, se cura y se educa”, aunque algunas veces hay dirigentes que no le hacen honor a esta premisa, queda la certeza absoluta de que con la democracia siempre se puede salir a pedir que la gente coma, se cure y se eduque.