Volvieron a robar en Cerro Leones y los vecinos exigen respuestas por la cantidad de ilícitos en la zona
En esta oportunidad los ladrones ingresaron a una quinta tras desarmar la puerta de aluminio y se alzaron con grifería, vanitory, inodoro, artículos de electricidad, entre otros elementos. Es la sexta vez que la familia es víctima de un robo.
La ola de inseguridad en Cerro Leones viene desde hace ya algunos meses pero en el último mes, coincidentemente con la implementación de la cuarentena, se registraron al menos 15 robos, lo cual desató la alarma de quienes allí residen o bien tienen casas de fin de semana en un lugar que solía ser sumamente tranquilo.
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En esta oportunidad, el blanco de ataque fue una quinta situada en la esquina de Azucena y Pascuzzi. La vivienda, está situada a unas ocho cuadras de distancia de la casa donde robaron hace 15 días, ubicada en Basso Aguirre, frente al Club Figueroa, a la cual ingresaron delincuentes y se llevaron parte del techo y picaron la pared para llevarse los caños.
A casi 15 días de aquel hecho, Paula Maffezzoli contó acerca del robo que sufrió en su quincho en Cerro Leones.
“Siempre íbamos sábado y domingo, ahora no por la cuarentena pero en el verano yo me instalé de diciembre a febrero, sin quedarme a dormir porque no tenía los artefactos. En febrero logré colocar todo y dejar la casa lista. Mi marido fue a controlar este sábado y se encontró con que habían burlado la alarma, porque la puerta de aluminio la desarmaron íntegra”, señaló.
Detalló que “como entraron por el medio de la puerta, por un hueco, el sensor no sonó, taparon el infrarrojo y se fueron, al haber tapado el infrarrojo de la alarma nunca los detectó, y la alarma no es monitoreada”.
“La alarma primeramente sonó, taparon el infrarrojo, al taparlo no detecta movimiento, la tienen re clara, la puerta de aluminio no creo sea tan fácil desarmarla pero lo hicieron, sacaron el panel central”, afirmó.
El hecho sucedió entre el sábado de la semana anterior y este último.
“Es desesperante”
Mafezzoli puntualizó que le robaron “todo lo que es la conexión eléctrica, todas las perillas de luces, cuando llegamos estaba todo inundado, arriba del tobillo me llegaba el agua porque me robaron toda la grifería de la mesada, la monocomando con todo, con los flexibles, el termotanque. El agua chorreaba de las cañería porque como no estaba la llave de paso cerrada, se inundó todo”.
“Recientemente no había sido porque para inundarse así, al menos debió pasar un día, fue en el transcurso de la semana pero no tengo vecinos que me digan sentí la alarma en tal horario. No tengo vecinos cerca, hay sólo casas de fin de semana, mi marido el sábado pasó para ver cómo estaba todo y se encontró con esto”, sostuvo.
Asimismo, agregó que “no pudieron sacar la pileta y se llevaron hasta los tapones para el desgote, el vanitory entero, estaba recontra amurado y se lo llevaron entero, el inodoro con la mochila completo también”.
Y contó que el sábado por la noche estuvieron tratando de sacar el agua con linterna e intentando arreglar la puerta.
“Es desesperante, esta vez me hicieron bolsa, ya es mi sexto robo”, lamentó y contó que entre los varios ilícitos que sufrió, uno fue el 10 de diciembre que sustrajeron la maquinaria de los albañiles, además de varias bolsas de cemento, en enero le robaron los tubulares y tablones a los albañiles, y en marzo les robaron toda la luminaria externa, todos los focos, portafocos, todo lo que había afuera, la parrilla y las cortinas del tinglado.
El pedido de un destacamento
“Esta vez me mataron, y aparte ahora le estaba pidiendo información a los vecinos en el whatssapp y fácil tenemos sólo en la cuarentena 15 robos”, señaló.
Y explicó que el domingo a las 5 de la mañana “sacaban motos de la cava, robando, robando y robando, como 4, 5 motos” y ese mismos día por la tarde “había un auto levantando las partes a plena luz del día en Basso Aguirre, es desesperante, no se puede hacer nada”.
“Llamamos, hacemos la denuncia porque estuvimos trabajando con Protección Ciudadana y nos explicaron el circuito de que si no hay denuncia no se pueden ver las cámaras, yo soy una de las que más reclama, hay que hacer las denuncias para que quede asentado qué robos hay”, sostuvo.
Además, manifestó que “la cantidad de gente que está en obra y todavía no debe saber que les han robado, porque que pasen chicos con fierros de construcción, 7, 8 de la mañana es normal acá, llamamos a la Policía pero se esconden en el monte y no los encuentran”.
“En febrero logramos que pusieran cámaras pero estamos reclamando una más, iluminación en los accesos porque por ejemplo donde estoy yo es una boca de lobo, pueden entrar y salir del barrio con las cosas que roban y nadie los va a ver. También presentamos cartas con más de cien firmas de vecinos pidiendo un destacamento, hasta la mismo policía nos decía que para ellos sería una solución, porque hay pocos móviles para una cuadrilla muy grande”, indicó.
En ese contexto, puntualizó que piden un destacamento y que la policía pueda tener “aunque sea una moto y hacer una recorrida en determinados horarios”.
“Ya ni siquiera hay horarios, roban todo el día. Protección Ciudadana dice que está haciendo todo lo que puede pero no vemos cambios, de ninguno de los robos hubo recupero de nada, los allanamientos es como una palmadita en la espalda y los largan de vuelta y siguen haciendo maldad”, cuestionó.
“Es una impotencia tan grande”
En tanto, contó que sospechan que todo lo que roban, que son “materiales de construcción, chapas, tirantes, bolsas de cemento, todo eso no va a la venta, sospechamos que están armando casas en terrenos usurpados, y la gente que usurpa está teniendo todos los beneficios de los servicios, luz, agua, porque todo lo que nos están robando no son televisores son cosas para construir una casa”.
“No puede ser que en esta cuarentena hayan hecho tanta maldad, esta semana que pasó a un mecánico le robaron las herramientas de trabajo, eso por ahí si va a la venta, así que le pedimos a la gente que no compre lo robado, porque es un sacrificio muy grande, con mi marido hace 5 años que venimos ahorrando para este proyecto, pensando en ir a vivir allá ahora no te dan ni ganas de seguir, porque no sé si hoy pongo un par de ladrillos y los voy a tener mañana”, lamentó.
Y confió que “es una impotencia tan grande, te indigna, te sentís violado”.