Policiales
Violento asalto a una familia en el paraje Arroyo Seco
El hecho ocurrió alrededor de las 20 en una vivienda de Los Aromos y Domínguez.
Una familia que vive en la zona del paraje Arroyo Seco fue víctima de un violento atraco, que encendió las alarmas y generó preocupación entre los vecinos.
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El hecho ocurrió anoche, cerca de las 20, en una propiedad ubicada en Los Aromos y Domínguez, donde además funciona un complejo de tres cabañas, en cercanías a la Escuela Primaria 8, de Reforma Universitaria al 1600.
Tres delincuentes ingresaron al predio aparentemente por un lateral y violentaron la puerta de acceso a la vivienda. Con sus rostros cubiertos y armados, sorprendieron a sus ocupantes, un matrimonio de adultos mayores, a quienes redujeron y obligaron a permanecer en silencio.
Mientras la escena se desarrollaba en la casa principal, un familiar que habita una de las cabañas se acercó al lugar alertado por un fuerte ruido que escuchó a lo lejos. En ese momento, fue interceptado por uno de los intrusos que esperaba afuera, que lo redujo inmediatamente y lo llevó junto con los demás.
Controlada la situación, se enfocaron en cumplir con su cometido. En un rápido accionar, revisaron los ambientes de la casa en busca de efectivo. A los pocos minutos, se dieron a la fuga con alrededor de 50 mil pesos y un teléfono celular de una de las víctimas.
Una vez que tuvieron certezas que los delincuentes habían escapado, dieron aviso al sistema de emergencias 101 Mejorado y a los pocos minutos se montó un operativo en el barrio.
Antes de las 21, el hombre de 78 años fue trasladado hasta la comisaría Cuarta a radicar la denuncia correspondiente, mientras que la mujer, de 72, permanecía en estado de shock por la traumática situación vivida minutos antes, a la espera del arribo de peritos de Policía Científica para la recolección de elementos de interés para la causa.
Más detalles
En declaraciones a El Eco de Tandil, un familiar de los damnificados brindó detalles de lo sucedido, alertó que los testigos no pudieron aportar demasiada información ni observar en qué se movilizaban, más aún si se considera que ya era de noche y que se registraba la caída de una copiosa lluvia.
En tanto, contó que les pidieron que no les miraran los rostros a pesar que los tenían cubiertos con pasamontañas y que no ejercieron violencia física sobre ellos, aunque sí los amenazaron con dispararles si no cumplían con los pedidos.
“Dieron vuelta toda la habitación”, relató y describió que tiraron cajones de la cómoda, mesas de luz y revolvieron el placard en busca de dinero.
A partir de lo sucedido, y a la par del relevamiento de los peritos, los investigadores buscan reunir elementos que permitan dar con los sospechosos. En simultáneo, solicitaron el material captado por las cámaras de seguridad de la Red de Monitoreo y las privadas para establecer en qué se movilizaban los delincuentes.
“El barrio es tranquilo”, observó. No obstante, reconoció que suelen registrarse hechos vinculados a robos de materiales en obras en construcción y otros delitos menores. “Casos como este, que hayan ingresado con gente adentro, no se escuchan”, aseguró.
Luego, se mostró sorprendido por lo sucedido porque no había indicios para sospechar que podían ser blanco de un atraco de este tipo y que el propietario del lugar entregó el dinero que tenía ahorrado.
Para finalizar, y en medio de la impotencia e indignación por lo sucedido, comparó que “nosotros trabajamos y ellos están para robar y buscar el modo y la oportunidad de poder hacer lo que hacen”, por lo que lamentó que “es muy difícil poder contrarrestar eso”.