Tras el fallo del jurado
"Se hizo justicia por Bruno, pero nunca podremos volver a abrazarlo", expuso la familia Vergagni
La madre y el hermano del joven cineasta asesinado en 2020 valoraron el accionar de la Justicia y el veredicto de culpabilidad del jurado, que redundará en graves penas para ambos acusados del crimen. La mezcla de sentimientos por la satisfacción de la reparación legal en medio del vacío de la ausencia.
Luego de que finalizara el juicio y de que los jurados encontraran como culpables a José Luis Anriquez –con una pena en expectativa de prisión perpetua- y a Dante Álvarez Infesta -fue ubicado como partícipe secundario y coautor del robo-, la madre de Bruno Vergagni, el productor de cine que fue asesinado el 14 de septiembre de 2020, compartió un mensaje con El Eco Multimedios.
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De este modo, María del Carmen Sobral hizo públicas sus sensaciones en torno a los eventos de los últimos días y dio cuenta del alivio tras el veredicto del jurado popular.
"A través de este mensaje queremos llegar a toda nuestra gente querida y a los medios para decirles que ‘hoy se hizo justicia por Bruno’. Pasaron dos años pero los culpables tendrán que pagar por su vida, al menos hay dos delincuentes que por unos cuantos años no van a destruir otras vidas y familias, aunque nunca podremos volver a abrazar ni compartir la vida con nuestro hijo”, describió la mujer.
En su escrito, Sobral señaló que quienes conocieron realmente a Bruno saben que fue “buena persona, generoso, apasionado y muy responsable en su trabajo, con un humor especial”.
En la reseña, recordó que el joven llegó a Tandil lleno de sueños y proyectos que quedaron truncos a sus 34 años de la forma más cruel pero que, no obstante el corto tiempo de vida que tuvo, dejó muchas huellas en lo profesional y en lo personal.
El agradecimiento a la Justicia
Asimismo, la madre de la víctima también se refirió a las emociones experimentadas alrededor de la causa judicial, que reveló aspectos escabrosos del crimen.
“No leímos detalles publicados de la causa para preservar nuestra salud en medio de tanto dolor y valoramos profundamente el respeto con que trataron el tema la mayoría, porque además ayudaron a que se haga justicia”, consideró.
Además, agradeció a los familiares y amigos que los apoyaron en todo momento, y dedicó un párrafo aparte a la labor del fiscal Damián Borean, que llevó adelante el caso con gran capacidad resolutiva. Al respecto, valoró que el accionar del funcionario judicial posibilitó que los culpables fueran detenidos dentro de las 36 horas posteriores al asesinato y que se preservaran las pruebas que luego dieron lugar a la condena.
“Nuestro agradecimiento eterno al fiscal Damián Borean, ya que realizó un trabajo impecable y con gran humildad, apoyando a Luciano (hermano de la víctima) y a toda la familia, junto a los amigos de nuestro hijo, que en medio de tanto dolor fueron testigos de este trágico hecho”, indicó.
“La Justicia funcionó acorde a las circunstancias. El dolor nos acompañará siempre… Estamos tratando de centrarnos en todas las huellas, señales y el amor que Bruno dejó en su gente querida, en su familia y en su gran pasión: producir. Sentimos que nos ilumina en cada instante", finalizó.
El recuerdo fraternal
Por otra parte, Luciano Vergagni, el hermano menor de Bruno, quien desde el primer momento se puso a disposición de la Justicia para esclarecer el hecho y testificó el martes en el juicio, dialogó con El Eco Multimedios y remarcó que “es un momento duro que lo teníamos que atravesar, queríamos que llegara pero sabíamos lo difícil que iba a ser”.
Luciano refirió que sus padres no asistieron al juicio oral para no tener que revivir los momentos del crimen y la exhibición de las contundentes pruebas, y por tal motivo permanecieron en Mar del Plata, donde él reside (son oriundos de Lobería).
En este sentido, señaló que “nunca nadie está preparado para esto” y sostuvo que siempre trató de cuidar a sus padres frente al horror de lo ocurrido. En tanto, añadió que quedó una muy buena relación con los amigos de su hermano, quienes lo acompañaron en todo momento en las audiencias, a quienes manifestó su gratitud por el apoyo recibido durante estos años.
Así, el joven dio por cerrada una etapa y mostró su satisfacción por la condena obtenida, aunque el vacío y la tristeza todavía estén allí. Esta mezcla de sensaciones le dejó un sabor “extraño” tanto a él como a su familia y a los amigos de Bruno. No hay nada que le devuelva la vida de su hermano, aunque el peso de ley pueda atenuar la tristeza que se instaló para siempre aquel 14 de septiembre de hace dos años.
“Se cerró todo más o menos como esperábamos, pero ahora sigo sin recuperar a mi hermano. Es un avance, lo teníamos en la cabeza como algo a atravesar y ya pasó, queda un vacío porque sucedió todo lo que faltaba y seguimos en la misma situación”, graficó.
Las personas equivocadas
Sobre lo que sucedió la noche del crimen, Luciano reflexionó que Bruno era una persona muy confiada y que él mismo también lo es. Sólo que su hermano mayor se cruzó con las personas equivocadas en el peor momento posible.
“Es difícil, se te pasan muchas cosas por la cabeza y pensás: ¿por qué existe gente que haga eso? Era una persona confiada como yo también lo soy, me cuesta descreer de la gente. Sin dudas se encontró con las personas equivocadas”, refirió.
En paralelo, el joven agradeció, al igual que su madre, el trabajó del fiscal Borean y rescató la celeridad con la que se desarrolló la investigación, que permitió llegar a la instancia del juicio con una base segura: estaba probado que Álvarez y Anriquez eran las autores del homicidio, lo que se dirimía eran los niveles de responsabilidad y de participación de cada uno en el crimen.
La semana que viene, en un audiencia de cesura, el juez Guillermo Arecha y las partes deberán establecer las penas correspondientes. Por las tipificaciones penales endilgadas, Anriquez –sindicado como el autor del asesinato- recibiría una condena de reclusión perpetua y Álvarez es pasible de recibir entre 10 y 21 años de cárcel por su participación en el hecho.