Usaba la gomería como pantalla y se dedicaba al narcomenudeo
En un reciente acuerdo entre acusación y defensa se selló la suerte procesal de un hombre que tenía una gomería en el barrio 17 de Agosto pero que en verdad se dedicaba a la venta de estupefacientes, al decir del fallo del TOC 1.
En un reciente juicio abreviado, el TOC 1 resolvió condenar a la pena de cuatro años y ocho meses de prisión, multa de 5000 pesos, e inhabilitación especial para tener armas de fuego por el término de un año y dos meses a Víctor Exequiel Marrero Álvarez, alias “pepe”, con domicilio en Pasaje 2 casa 26 Barrio 17 de Agosto.
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El citado, resultó ser el autor penalmente responsable de los delitos de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y comercialización de estupefacientes –dos hechos- y tenencia de arma de fuego de uso civil sin autorización en concurso real, hechos cometidos entre mediados del mes de septiembre y principios de noviembre de 2017.
Los hechos
Al decir del fallo ventilado, se acreditó que al menos durante el lapso que va desde mediados de septiembre de 2017 al 2 de noviembre de 2017 Víctor Exequiel Marrero con domicilio en Pasaje 2, casa 26, del Barrio 17 de Agosto de Tandil, comercializó en dicho domicilio como así también de manera ambulante, sustancias estupefacientes, concretamente cocaína y marihuana, en dosis fraccionadas destinadas directamente al consumidor; como así también el nombrado tenía en su poder, para su comercialización, en el domicilio señalado en el cual funcionaba un taller de ‘gomería’ que era utilizado como pantalla para cometer los ilícitos aludidos.
En tales circunstancias, y en distintas oportunidades entregó sustancias estupefacientes a diversos compradores con quienes, en forma previa, acordaban cantidad (dosis) de droga y su precio, utilizando su teléfono celular.
Así, el 2 de noviembre de 2017, a las 6.37, tuvo bajo su guarda y disposición en el domicilio que habitaba junto a su grupo familiar, donde desempeña su oficio de gomero, los siguientes elementos: en su habitación y en el interior de un mueble tipo cajonera, un trozo compacto de marihuana de 4,3 gramos, junto a la suma de 588 pesos. En el mismo ambiente, dentro de una mochila color negro y celeste, una caja de cigarrillos, conteniendo tres envoltorios de nylon verde con clorhidrato de cocaína con un peso total de 13,4 gramos. En el galpón anexo al inmueble, donde funciona la gomería atendida por Marrero, sobre un mostrador: dos envoltorios de nylon negro conteniendo compacto de marihuana que arrojó un peso total de 21,2 gramos.
Todos los estupefacientes secuestrados están comprendidos dentro de la ley 23.737.
Las pruebas
Como indicio de sospecha que vincularon al acusado con la comercialización al menudeo sustancias estupefacientes, se citaron las comunicaciones telefónicas intervenidas.
De las mismas se infiere la actividad ilícita que desplegaba Marrero, al menos entre los meses de septiembre y comienzos de noviembre de 2017; así, la particularidad del lenguaje utilizado disimulando el sentido y finalidad de las comunicaciones no hacen más que reafirmar que las mismas estaban relacionadas con transacciones de estupefacientes.
En ese contexto, los mensajes recepcionados en la línea utilizada por Marrero de: ‘haceme dos d mil’, ‘12600 te desconte lo qye me diste’, ‘cuanto quere’ ‘podes traer una de 300’, ‘tenes mil?’, ‘t llevo 5000’, ‘pepe…300 copado salen??’, ‘una copada’ y ‘me la ases un pokito mas piola’ (SIC), entre otras frases que dejan al descubierto la actividad que se le atribuye.
De hecho, algunas de las comunicaciones son de días anteriores al procedimiento que culminó con el secuestro de marihuana y cocaína en el domicilio.
Más casos
Asimismo, se acreditó que al menos desde el 21 de diciembre de 2018 hasta el 5 de abril de 2019, comercializó sustancias estupefacientes, concretamente cocaína, y en distintas oportunidades proveyó a diversos compradores que se hacían presentes en su domicilio a cambio de un monto de dinero.
Otro hecho
En la sentencia, el Tribunal también dio por acreditado que el 9 de mayo de 2018, con anterioridad a las 18.30, en el domicilio del Pasaje 2 “Juan de San Martín”, Casa 26, del Barrio 17 de Agosto, al imputado se le encontró un arma de fuego de uso civil, con aptitud para ser disparada y nueve cartuchos del mismo calibre, sin autorización para su tenencia.