Una joven violada relató el ultraje sufrido en medio de una intoxicación de alcohol y droga
La Justicia dictó la prisión preventiva para el apresado tras haber abusado de un joven que se encontraba en estado de indefensión a raíz de una ingesta de alcohol y otras sustancias. El relato de la víctima y el victimario.
En ediciones pasadas se dio cuenta en estas páginas sobre un suceso de extrema gravedad ocurrido días previos a declararse la cuarentena por el coronavirus, cuando una joven debió ser socorrida por personal sanitario como policial tras haber sufrido una violación que, con el paso de las horas, derivó en la detención del sospechoso.
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Más precisamente ocurrió en la noche del domingo 15 de marzo, cuando la joven salió del boliche bailable de pasaje Murature con claros signos de haber sufrido una intoxicación alcohólica y algo más. En medio de su estado de indefensión, fue interceptada por un hombre que, aprovechándose de aquel estado de vulnerabilidad, la trasladó a un departamento donde la forzó a tener relaciones sexuales. Actos que ahora fueron calificados por la fiscalía como “Abuso sexual con acceso carnal”.
La pesquisa en cuestión llegó a sus primeras conclusiones que merecieron la imputación para con el sospechoso, identificado como Andrés Alfonso Agüero, quien fue capturado a partir de testimonios de terceros y las imágenes que registraron las cámaras de Monitoreo y las propias que cuenta el local bailable.
El señalado como abusador, recibió en las últimas horas la noticia judicial de que se le dictó la prisión preventiva por el delito descripto, a pedido del fiscal que intervino en el grave suceso, Marcos Eguzquiza.
Precisamente dicha resolución del Juzgado de Garantías 1, permitió conocer detalles del aberrante suceso, en el que la víctima, en primera persona, contó lo padecido. También el victimario dijo lo suyo que, el decir de la decisión judicial, no tuvo mayor eco, especialmente por la robustez de las pruebas en su contra.
El testimonio de la víctima
Según confió la joven abusada, previo a ir al boliche había tomado dos vasos de cerveza, recordando claramente que llegaron luego de la 1 ya del domingo a Sol, concurriendo la misma junto a su prima y el novio.
Una vez adentro del boliche, ella tomó un fernet con coca cola y hasta ese momento se encontraba bien. En un momento fue al baño, antes de ponerse a bailar, y a partir de allí son los últimos recuerdos que posee de esa noche en el boliche.
No recordó haber salido del lugar como tampoco supo que ocurrió con su prima y su novio. No supo cómo salió del boliche y si lo hizo con alguien.
Luego, dijo retener escenas en su mente, que no podía precisar si eran verdad o un sueño, de una persona teniendo relaciones con ella. Que en esas escenas estaba el lugar muy oscuro, y sí pudo decir que tenía una actitud totalmente pasiva, como debilitada, como cuando uno se despierta del sueño, sin control de su cuerpo.
Relató sobre la sensación de que una persona estaba encima de ella manteniendo sexo, del cual ella no participaba. Que solo atinaba a abrir los ojos y se volvía como a dormir. Que eran escenas, en las que le parece que se despertaba y luego volvía a caer en el sueño, por lo cual no podía distinguir bien si eso era real o no, destacando que no le podía ver la cara a esta persona y que tampoco se podía dar cuenta si estaba desnuda o vestida.
Con el paso de las horas, empezó a recuperar en cierta medida su consciencia y se dio cuenta que se hallaba en un lugar oscuro, no sabía dónde, aunque sí advirtió que estaba desnuda y sentía una sensación extraña en sus partes íntimas, pero en ese momento no sentía dolor.
Se tocó su zona íntima y empezó a asociar lo que pasaba y tratar de ubicar donde estaba. Notó que había otra persona en la habitación. Ahí advirtió lo que había ocurrido, aunque en su desconcierto y negación, se decía que no podía estar pasando eso, a lo que comenzó a alzar su voz y empezó a decir que eso no le podía estar pasando, pidiéndole en voz fuerte a ese desconocido que se fuera.
En medio de aquella oscuridad vio cómo el sujeto se iba aunque no le pudo ver el rostro.
La joven recordó que hasta ese momento no sabía si era de noche o de día, lo cual recién advirtió cuando salió del lugar. Antes comenzó a vestirse. Se colocó el corpiño y la pollera, pero no así la musculosa ya que estaba manchada con sangre, pero si se puso el saco encima.
Buscó su celular, pero no lo encontró en su bolso. Salió al exterior para pedir auxilio y que llamaran a la policía. Como allí no encontró nadie que la ayudara, decidió salir a la vereda, dándose cuenta que estaba en la zona de la Terminal de ómnibus.
Ya en la vereda, les pidió a dos hombres que estaban en la calle que llamaran a la policía, diciéndoles que había sido violada. A los minutos llegó una ambulancia y los profesionales sanitarios constataron que tenía un moretón en las piernas. Luego en el Hospital los médicos le señalaron que tenía moretones en la zona pectoral.
Con el paso de los minutos, ya internada, empezó a sentir dolores en la zona de los muslos internos y en el cuello. También notó dos moretones chicos en su brazo izquierdo, lesiones que claramente no tenía antes de perder el conocimiento esa noche. Luego se constataría la lesión en las partes íntimas que aludiría al abuso, a través del informe médico que obra en el expediente.
Pruebas
Respecto a la corroboración de los dichos de la víctima, la investigación recopiló evidencia contundente. Por caso, las imágenes que acreditan el lugar donde sucediera el hecho. Asimismo, del registro fílmico tanto por las cámaras del Municipio frente al local bailable y al hospedaje donde se consumó el hecho, se demuestra cómo la víctima se encontraba significativamente afectada en el exterior del bailable por el consumo del alcohol y la ingesta de un opiáceo (puede causar efectos como somnolencia, niebla mental) -corroborado en el análisis de la orina- y luego de ello es abordada por el imputado.
Queda explícito como fue abordada por Agüero al taxi, corroborándose como la víctima no quería acceder a subir, y al descender en avenida Buzón, se denotaron escenas similares a las antes expuestas hasta que ingresaron al lugar, siendo llevada la víctima por el imputado hasta la habitación donde consumó el abuso.
Un testigo
Consta en la causa el testimonio directo e incriminante de quien resulta ser conserje del complejo de departamentos que se alquilan por día en Buzón 464.
El testigo relató que esa madrugada de domingo, alrededor de las 5, se hizo presente un muchacho acompañado de una chica, el cual le pidió una habitación para hospedarse. Que el mismo se registró como Andrés Agüero, asignándole el encargado la habitación número 6 de dicho lugar.
El testigo reseñó que dicho sujeto fue quien se registró y abonó el precio de la habitación, diciéndole además que era “santiagueño” y trabajaba en el campo. Asimismo, recordó que la joven se encontraba sentada en el suelo, en la parte de la entrada de autos del lugar, advirtiendo que la misma se encontraba muy alcoholizada ya que no podía mantenerse en pie, por lo que el muchacho la tuvo que llevar abrazada hasta la habitación para que no se cayera.
Pasadas las horas y encontrándose ya abocado a la limpieza de las habitaciones, se le acercó otro hombre que estaba ocupando otra habitación del complejo y le dijo que aquel sujeto del departamento número 6 se había ido alrededor de las 9.15 del lugar, haciéndolo en forma apresurada.
En medio de dicho comentario, fue que la chica que había llegado en horas de la madrugada junto a aquel sujeto salió a los gritos y llorando de la habitación, encontrándose como en estado de shock mientras refería que había sido violada. Fue así que el testigo llamó a la policía y ésta al llegar llamó a una ambulancia en la cual se llevaron a la chica hacia el Hospital.
Dicho testimonio se complementó con lo narrado por un taxista que se encontraba en la parada de la terminal de ómnibus, cuando alrededor de las 9 se le acerca un sujeto que le pidió que lo llevara hasta el campo.
En el transcurso del viaje, el chofer le hizo un comentario acerca de que se estaban por cancelar los viajes de larga distancia en colectivo, lo que generó nervios en el hombre, dado que, según le dijo, se tenía que ir a Santiago del Estero.
Los dichos del victimario
Al ser notificado de la imputación, Andrés Agüero reconoció haber mantenido relaciones sexuales con la víctima pese a encontrarse ésta en estado de intoxicación alcohólica, pero aclaró que se trató de un acto consentido.
Según sus dichos, él estaba en las puertas del boliche cuando repentinamente aparece una chica -la cual no conocía- que se le tira encima y lo empieza a besar.
Allí él le dijo que se iba al campo, pero ella le decía que la llevara con él.
Reconoció que ella estaba borracha y le dijo que no la podía llevar con él porque ya se iba para el campo. Pero ella le insistió para que no la dejara sola, y se le tiró encima nuevamente.
Finalmente le preguntó para donde quería ir, a lo que esta chica le dice “no se vamos para donde vos quieras” (sic). Siguieron conversando, hasta que tomaron un taxi color blanco, que estaba estacionado frente al boliche.
Reseñó que subió al taxi pero la chica tenia inconvenientes para subir, porque se caía al suelo, por lo que él la ayudó a subir. Una vez dentro del coche, se le tiró encima nuevamente, y lo siguió besando, por lo que le pidió al taxista que los llevara a un hotel frente a la terminal.
Al decir de su declaración, durante el viaje la chica no dijo nada, y continuaba besándolo y abrazándolo.
Una vez en el departamento, “la chica” lo comenzó a besar nuevamente, tirándose en la cama donde siguieron besándose. “La chica” se quitó la ropa e hicieron el amor.
“Luego de hacer el amor, la chica se quedó dormida y durmieron abrazados”, dijo. Peor cuando se despertó ella se asustó porque vio sangre, y lo hizo asustar a él, ya que ella comenzó a gritar y pedirle que la dejara sola. Ahí él, en medio del susto, se vistió y salió de la pieza.
Añadió que la chica se quedó en la pieza, porque decía que quería quedarse sola. Él entonces se fue a la terminal, tomó un taxi y se fue para el campo.
Entre otras contradicciones vertidas por el acusado, el fiscal indicó que de la visualización de las cámaras de seguridad refutan sus dichos, respecto a que tuvo que ayudar a la femenina a que subiera al rodado para retirarse de allí, ya que de dichas imágenes se advierte que la misma se mostraba reticente a abordar el taxi en cuestión, siendo que finalmente termina accediendo ante la insistencia de Agüero, quien la tomaba de la mano para hacerla ingresar. Incluso consta en el expediente los dichos del taxista que los trasladó, quien refirió a que la joven mientras iban en viaje le decía que la llevara a su casa, a lo que éste muchacho le decía que ya la iba a llevar.
La acusación
Al decir de la acusación, el hecho ocurrió entre las 5 y las 9 del domingo 15 de marzo de 2020, en el interior del departamento número 6 del hospedaje transitorio sito en Buzón al 400, donde el acusado se aprovechó de la circunstancia de que la joven sufría una aguda intoxicación alcohólica, por lo que no podía consentir libremente la acción, mediante el uso de la fuerza física, aplicándole golpes en distintas partes de su cuerpo para vencer su resistencia, abusó sexualmente.
Reza la acusación que para concretar el abuso, el hombre llevó a la víctima desde la salida del local bailable Sol, hasta el lugar del hecho a través de un taxi que contratara.