Un nene de 9 años recibió perdigones de escopeta en su cara y fue derivado anoche a Mar del Plata
El hecho sucedió ayer en un domicilio de Quintana al 2000 y se desencadenó por la pelea entre dos familias. A modo de venganza, una de las partes disparó con una escopeta contra los vecinos que habitan en una precaria casa. Los perdigones lastimaron a un niño. Fue trasladado a un centro de mayor complejidad.
Cerca del mediodía de ayer se registró un hecho de sangre en el domicilio de Quintana 2045, generado por una pelea entre dos familias vecinas. Como consecuencia, un nene de 9 años, identificado como Raúl Giménez, sufrió heridas y se encontraba internado en el sector de guardia del Hospital de Niños “Debilio Blanco Villegas”, hasta que anoche fue derivado a un centro de mayor complejidad.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailA raíz de la investigación que realizó el personal policial, se pudo conocer que el altercado comenzó el pasado viernes, cuando quienes viven en esa dirección, de apellido Scafide, golpearon al padre de los hermanos Luis Miguel y Carlos Martínez.
Ayer, a modo de venganza, los mencionados hermanos decidieron amedrentar a sus vecinos con disparos efectuados con una escopeta. El arma utilizada dispara múltiples proyectiles, es decir lo que se conoce como una “nube” de perdigones a la vez con cada disparo, que permiten acertar con facilidad a corta distancia, aunque sea con parte de los perdigones, siendo un impacto de lleno y demoledor.
Según indicaron, el poder de un disparo a corta distancia es enorme, por lo que “no hubo un muerto de milagro”, aseveraron fuentes de la investigación.
En el interior de la precaria vivienda se encontraba de visita Raúl Giménez, quien recibió las heridas más graves, producto de esos perdigones que le impactaron.
Tras producirse el cruel ataque, se dio aviso a la policía y se convocó a una ambulancia del SAME con personal del servicio de emergencia del Hospital, adonde fue derivado de inmediato. Si bien no corría riesgo su vida, presentaba lastimaduras de consideración en su cara.
La derivación
El pequeño de 9 años ingresó al Hospital de Niños con una lesión identificada como hipema, que es la acumulación de sangre en la cámara anterior del ojo, es decir, en el espacio comprendido entre la córnea, la superficie anterior transparente del ojo y el iris, la parte de color del ojo.
Atendido por los profesionales de la salud, determinaron hacerle una tomografía para conocer la gravedad de la lesión. El estudio arrojó que tiene una herida en el glóbulo ocular con un objeto extraño alojado en su interior, más cuatro perdigones en distintas partes del macizo facial. Por la tarde de ayer se encontraba en tratamiento, bajo todos los cuidados del caso.
En tanto, se informó que anoche fue derivado a un centro especializado ya que hay que realizarle una cirugía exploratoria del glóbulo ocular. Desde el Debilio Blanco Villegas, su directora Marta Brea y todo el equipo de profesionales realizaron las gestiones pertinentes para trasladarlo, en principio, al Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil “Don Victorio Tetamanti” de la ciudad de Mar del Plata, y desde ese centro de salud será trasladado al Hospital Privado de la Comunidad por un convenio entre las instituciones.
Los imputados
Luis Miguel y Carlos Martínez, por lo ocurrido en la violenta mañana del sábado, quedaron imputados en la causa que fue caratulada como “Lesiones leves y tenencia de arma”, tras la denuncia que realizó Juan Marcelo Scafide.
El Eco de Tandil recorrió el lugar pero hubo una negativa rotunda por parte de los familiares de Martínez, quienes habitan el terreno de Quintana 2075, a explicar qué fue lo que sucedió para desencadenar en el ataque que podría haber ocasionado una tragedia.
Ante el requerimiento, solo manifestaron que “no sabían nada” e indicaron la casa en donde el menor fue retirado por el personal de sanidad para su atención.
En el lugar trabajaron efectivos de la comisaría Tercera, Policía Local y de DDI. A escasos metros de donde se produjo el violento ataque, a modo preventivo, se podía observar un móvil policial custodiando el lugar para evitar que se pudieran llegar a producir nuevos y sangrientos enfrentamientos entre ambas familias.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios