Violencia de género
Detuvieron a la pareja de una mujer víctima de violencia de género en María Ignacia
“Quedate quieto porque los mato”, le dijo el agresor al niño de cinco años que se interpuso por su mamá.
En medio de celebraciones populares extendidas a lo largo y a lo ancho de las localidades rurales del partido de Tandil, un grave suceso violento en un domicilio trastocó el clima festivo y conmovió a los vecinos, que alertaron sobre la presencia policial que evitó que las agresiones terminen en una tragedia.
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A pesar de estricto hermetismo policial con el objetivo de preservar a la mujer y no revictimizarla, este Diario pudo confirmar que efectivamente un gravísimo episodio se registró en la tarde noche de lunes en una vivienda de María Ignacia –Vela-, en un contexto de violencia de género.
En medio de las agresiones recibidas, la víctima pudo pedir el auxilio de los policías del Destacamento de Vela, quienes lograron rescatar a la mujer y sus dos hijos menores de edad (uno de ellos también habría sido sometido a agresiones), mientras que el sujeto violento huyó de la escena.
Finalmente, este miercoles se detuvo al presunto autor del hecho, identificado como Franco Priore, a quien se le inició una causa por “Lesiones leves agravadas por género, amenazas, violación de domicilio y daño”.
Priore será trasladado a la comisaría Primera de Tandil, donde deberá prestar declaración indagatoria.
Antecedentes
De lo que trascendió del caso, no fue la primera de las agresiones ni la única intervención policial y judicial que interviene en la relación, en la que la víctima denunció en varias oportunidades al agresor y merecieron restricciones de acercamiento consecutivamente por el magistrado interviniente. De hecho, el suceso de este fin de semana sería el cuarto de los que protagonizó el Priore con la misma víctima, motivo por el cual ya se elevaron a juicio tres causas por violencia de género que aguardan por su juicio, a celebrarse recién en diciembre de 2025 (el calendario de los juzgados están atiborrados de expedientes y juicios pendientes).
En el mientras tanto, el violento mantiene el mismo modus operandi: aguarda por la finitud de la restricción impuesta por el Juzgado de Garantías y vuelve sobre sus pasos, más bien sobre sus agresiones, verbales y físicas para con la mujer y, en el último episodio, incluso con uno de los niños de cinco años que se interpuso en la pelea.
Al decir de la denuncia que deberá ser ratificada en las próximas horas en sede judicial y, desde allí, podría desprenderse alguna medida más efectiva sobre la restricción para con el imputado, el hombre irrumpió en la casa que compartían con la mujer, rompiendo la puerta de ingreso a patadas y luego entró en una virulenta discusión con la mujer hasta que llegaron los forcejeos e incluso agresiones físicas. En el medio, Priore le habría sacado el teléfono celular, impidiendo que la víctima pudiera pedir socorro.
En medio de la fuerte situación, se habría despertado uno de los hijos de la mujer, quien se interpuso en las agresiones, a lo cual el hombre lo habría tomado del cuello e increpado: “quédate quieto porque los voy a matar”.
En dicho instante, la mujer pudo recuperar su celular y alertar a la policía sobre lo que estaban padeciendo. Una vez activada la alerta, la policía se acercó al domicilio y el agresor ya se había dado a la fuga, dejando los rastros de la violenta escena en los mobiliarios y demás elementos de la propiedad, además del rostro de las víctimas sobre la angustia de lo vivido, una vez más.
Se confió que por estas horas se aplicaron todos los resortes del protocolo en materia de violencia de género, con la contención psicológica de la víctima y sus hijos, hasta tanto la justicia se expida sobre el grave suceso sufrido.