Según Altamirano, no se trató de un delito de usurpación
Griselda Altamirano, referente del Movimiento 1 de Octubre, declaró en la sala del Juzgado Correccional 2 de Azul, a cargo del juez Héctor Torrens, y ante los fiscales María Laura Margaretic, de Azul, y Luis Piotti, de Tandil, por la toma masiva del predio de Villa Cordobita, ocurrido en septiembre de 2015, y aseguró que no se trató de un delito de usurpación.
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Según Altamirano, esos terrenos eran acéfalos, no poseían dueño, ya que Mario Cerviño, el damnificado, los había conseguido de manera corrupta. De esta forma, ante la necesidad habitacional, tenían derecho a ocuparlos y así lo hicieron. Tras dos horas de declaración, se responsabilizó por la ocupación y acusó al intendente, Miguel Lunghi, al Municipio y a Juan Pablo Frolik, presidente del Concejo, por hacer caso omiso y no brindar la atención necesaria.
Subieron también al estrado Cerviño, quien desmintió las acusaciones de corrupción, los policías que intervinieron en el desalojo, Omar Cos (comisario de la Comisaría Primera) y Carlos Yañez (subcomisario) y Emilse Martínez, asistente social perito oficial del Departamento Judicial de Azul.
Lo ocurrido
En septiembre de 2015 tuvo lugar la ocupación másiva de los terrenos de Villa Cordobita. Las 130 familias que se encontraban tomando el predio fueron desalojadas por las fuerzas de seguridad.
Los ocupantes habían denunciado la especulación que se hacía de los terrenos a partir del usucapión (adquisición de un derecho mediante su ejercicio en las condiciones y durante el tiempo previsto en la ley) con contactos del Estado.